ventana

ventana

Sean bienvenidos

Sean bienvenidos

Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 24 de marzo de 2011


20090424062702-cristojoven.jpg

LO MAS IMPORTANTE ES EL AMOR

Una breve historia.

Una pobre mujer, con su hijo pequeño en brazos, pasaba delante de una caverna, cuando escuchó una voz misteriosa que desde dentro le decía:
Entra y toma todo lo que quieras, pero no te olvides de lo principal.
Una vez que salgas, la puerta se cerrará para siempre. Por lo tanto, aprovecha la oportunidad, pero no te olvides de lo más importante...
La mujer entró toda temblorosa en la caverna y encontró allí mucho oro y diamantes. Entonces, fascinada por las joyas, puso al niño en el suelo y empezó a recoger, ansiosamente, todo lo que cabía en su delantal.
De pronto, la voz misteriosa habló nuevamente:
Te quedan sólo cinco minutos”.
La mujer, afanada, continuaba recogiendo lo más que podía.
Al fin, cargada de oro y de piedras preciosas, corrió y llegó presurosa a la entrada de la cueva cuando la puerta ya se estaba cerrando.


En menos de un segundo se cerró. Y en ese momento se acordó de que su hijo se había quedado dentro...


¡La cueva estaba ya sellada para siempre!
 El gozo de la riqueza desapareció enseguida y la angustia y la desesperación la hicieron llorar amargamente. 
Lo mismo nos sucede a la mayoría de nosotros.


SI NO TENGO AMOR…

Del amor hablamos todo el día, a todas horas, en todas partes. Y es precisamente el amor el gran desconocido del hombre. El cristianismo ha hecho del amor no sólo su aspiración más ingente, sino su propia razón de ser. De tal manera que si despojamos al cristianismo del amor, del cristianismo no quedaría nada. Ni una sombra, ni una huella. El árbol sin tronco y sin follaje no sería más árbol.

Todos queremos ser felices y hacer felices a nuestros seres queridos. Hay mucha gente que cree que lo más importante es dar cosas, regalos, dinero…Hoy en día  a la luz del Evangelio, vemos que lo que el hombre necesita es sentirse alguien, comprendido, escuchado, atendido, lo que más necesita es amor.

Junto con Pablo tenemos que decir: “ Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo  que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy. Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha” 1 Cor 1, 13.

Para ser felices en la vida en Comunidad, tenemos que amar dejar que el infinito amor de Dios en nosotros vaya sanando heridas, para no tener una comunidad enferma.

 

CONVIVENCIAS DIFÍCILES

Lev 25,17.

Ninguno de vosotros dañe a su prójimo”…

La vida sigue ante mí. En cada momento decido, hago mil cosas. El amor me guía y me lleva. Hacia el bien o hacia el mal, hacia la solidaridad o hacia el egoísmo, hacia la pureza o hacia la concupiscencia, hacia el autocontrol o hacia el desenfreno, hacia la paz o hacia el odio. Según lo que amo, escojo, y según lo que escojo, soy.


¿Saben el cuento de la rosa y la nube?

“La tierra estaba reseca y dura; desde largo tiempo atrás no caía una gota de agua. Y la pobre rosa, inclinada sobre su tallo, marchita y pálida, se moría de sed.

Una tarde vio pasar una nube. Era una nube blanca, enorme como una montaña. La rosa levantó la voz cuanto pudo y le imploró:
-          Dame unas gotas de lluvia; estoy sedienta...
-         Imposible, amiga mía. Voy de viaje a otros países y no puedo detenerme.
-          Unas gotas, nada más... - pidió la flor

Y la nube orgullosa, siguió su marcha; pero a medida que se alejaba, sentíase triste. Una voz interior le decía que había procedido mal.
Volvió apresuradamente, se detuvo sobre la rosa y le dejó caer un poco de lluvia; pero ya era tarde.




La dulce flor había caído sobre la tierra, deshecha en un sinnúmero de pétalos amarillos.
La nube prosiguió su viaje llorando y arrepentida de su crueldad con la pobre rosa.

Todos conocemos lo que significa convivir con personas difíciles, las que para nosotros resultan duras, cerradas, distintas, agresivas, criticonas, algunos que encontramos “antipáticos”.
Este es un problema serio en la Comunidad, porque nos juntamos personas muy diferentes, pero hay que recordar que estamos unidos por el amor de Dios, nuestro origen es muy distinto a otros grupos.
Esto sucede en los matrimonios también, donde a veces al cabo de un tiempo dos personas terminan rechazándose.
Hay que tener en cuenta la “ley del acogimiento mutuo”, que muy bien podría llamarse “ley del eso”, dice que en la convivencia cada hombre recibe lo que da, porque el hombre aún sin advertirlo responde como un eco, repite lo que le hacen, si eres atento en felicitar, acoger, celebrar, dar importancia… acabas encontrando eso mismo, te felicitan, te acogen te celebran.
Con cualquier persona tenemos dos posibilidades, ser bueno o ser malo, blando o duro, abierto o cerrado, de hecho acabarás siendo lo que el otro te hace ser.
Por lo tanto, convivir con personas desagradables es bien difícil, pero… ¿habíamos pensado que somos nosotros los que la hacemos agradable o desagradable?


LA FUERZA DEL AMOR.

Mt 15,18

En cambio lo que sale de la boca viene de dentro del corazón, y eso es lo que contamina al hombre

Los hombres y las mujeres del planeta, ¿vamos hacia arriba o hacia abajo? Todo depende, decía san Agustín, del amor.
En su obra más famosa, las Confesiones, acuñó una frase que se ha hecho famosa:
 “Mi amor es mi peso

¿Qué quería decir con estas palabras?
Agustín lo explicaba con estas palabras:
 “El cuerpo con su peso tiende a su lugar; el peso no va solamente hacia abajo, sino a su lugar.
El fuego tiende hacia arriba; la piedra, hacia abajo; por sus pesos se mueven y van a su lugar.
 El aceite derramado debajo del agua se levanta sobre el agua; el agua derramada encima del aceite se sumerge debajo del aceite: por sus pesos se mueven: van a su lugar” (Confesiones, 13,10).
El lugar hacia el cual voy depende de aquello que amo.
¿Amo la tierra? Voy hacia ella.
¿Amo el cielo? Vuelo hacia él.

La crisis convivencial se provoca al criticar, al juzgar, al condenar, a los demás, creemos que el otro tiene que cambiar…
Si pensamos eso, tenemos que reflexionar en que la vida del hombre pasa por tres etapas:

 la primera es la del joven que cree que puede y debe cambiar el mundo, piensa , el mal está fuera de mí, de ahí tengo que arrancarlo. y pide:
 “Señor dame fuerzas para cambiar el  mundo”.

La segunda es la del adulto, que experimenta sus limitaciones y recorta sus sueños, no puede abarcar el mundo entero es excesivo, tengo que limitarme a lo que cae dentro de mi pequeño campo de influencia: ”Señor que  transforme a los que se acercan a mí”.

Y en la tercera etapa del adulto maduro, se da cuenta que cambiar al otro es como la lucha del Quijote contra las aspas del molino, no tiene sentido, el espacio único donde tiene poder y debe ejercerlo es uno mismo, los sueños utópicos se han  transformado en realistas y dice:
“ Señor dame la gracia de cambiarme a mi mismo”.
Jesús nos dice que lo que tenemos que cambiar es el corazón de uno mismo, para que se inicie el cambio en la Comunidad.

Vivir en el amor es como tener un manantial inagotable de alegría, de paz, de entusiasmo, de acogimiento mutuo…y basta que ames para que sucedan a tu alrededor cosas increíbles…llegarás a ser feliz.
Hacer como dice San Agustín:
“Ama y haz lo que quieras”.


EL MÁS PEQUEÑO DE MIS HERMANOS

 

Lc 25, 40.

 

INTRODUCCION

 

Lc 10,25-29.

Un maestro de la Ley, que quería ponerlo a prueba, se levanto y le dijo Maestro:
 “¿Que debo hacer para conseguir la vida eterna?

Jesús le dijo:

 “¿Qué esta escrito en la Escritura?

 ¿Qué lees en ella?

 

El hombre le contestó:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y amarás a tu prójimo como a ti mismo

Jesús le dijo:
¡Excelente respuesta! Haz eso y vivirás!”

El otro que quería justificar su pregunta, replico:
¿Y quien es mi prójimo? “Haz eso y vivirás” 

¿Quien es mi prójimo?
Jesús no quiere que nadie se quede fuera.
 Debemos situarnos en la posición de la persona que necesita ayuda.

 Jesús no nos preguntará:
¿tuviste muchos amigos?
Sino
¿hubo alguien a quien rechazaras? 

¿QUIÉN ES EL MÁS PEQUEÑO?

ACEPTARÉ AL MAS PEQUEÑO POR LA ORACIÓN.
Amar a alguien es tener siempre la esperanza en él.
Lo cristiano es creer en lo bueno de toda persona.
AMAR COMO ME AMO CRISTO.
El más pequeño de mis hermanos:
¿Quién se queda fuera de tu amor?
¿Quien necesita ayuda cerca de ti?
¿Los más pequeños, son los que nosotros no podemos soportar?
¿Me siento llamado a amar a aquellos “más pequeños”?
¿Tengo esperanza en mis hermanos?
¿Veo lo bueno que hay en ellos. Al Cristo que hay en ellos?
¿Encuentras la fuerza en la oración, en el Manantial, en la Montaña?

 En la ultima Cena dijo Jesús:
Hijos míos… les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros.
Ustedes deben amarse unos a otros como yo los he amado.
En esto reconocerán todos que son mis discípulos: en que se amen unos a otros”. Jn 13, 33-35. 
El legado de amor de Cristo debe ser único, algo que no ha existido nunca, de lo contrario no será característica distintiva de los cristianos.

La interpretación revolucionaria del amor nos ha sido dada por el propio Jesús:
Se levanto un legista, y dijo para tentarle:
 Maestro ¿qué he de hacer para tener por herencia la vida eterna.
 El le dijo:
¿Que lees?

En respuesta el escriba cito dos pasajes de la Escritura:
“Amaras a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo” 

La primera parte de la respuesta no es sorprendente para los judíos, pues es el gran mandamiento que todos ellos recitaban antes de acostarse por la noche y al levantarse por la mañana:
“Escucha Israel:
 Yahvé, nuestro Dios, es Yahvé-único Y tu amarás a Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy, repíteselos a tus hijos, habla de ellos tanto en casa como cuando estés de viaje, cuando te acuestes y cuando te levantes….” Dt 6,4-9. 

Pero es sorprendente que el escriba cite al mismo tiempo El Levítico:
 “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”. Lev 19,18.
El legista quiere provocar una discusión.

 Pero Jesús no desea una discusión.
“Bien has respondido, dijo Jesús, Haz esto y vivirás

Pero aquel hombre estaba ansioso por justificarse y dijo a Jesús:
 ¿Y quien es mi prójimo? 
El legista quiere una definición.
Definir significa circunscribir, establecer límites.

Y Jesús no quiere que nadie se quede fuera. 
Bien sabía que habrá 6 explicaciones de 6 escuelas de la palabra prójimo.
Jesús se abstiene de contestar.
En vez de hacerlo, cuenta una historia de un hombre que va de Jerusalén a Jericó.
“El Buen Samaritano” Lc 10,25-37.

Hacia el final del relato Jesús pregunta:
¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayo en manos de los salteadores?
Este versículo es la clave de toda la parábola porque en él se encierra el mensaje. 
La pregunta del legista ¿Quien es mi prójimo? Es una pregunta egocéntrica, es una pregunta propia de una ética cerrada. 
 Él esta en el medio, a su alrededor hay unos círculos que le marcan los limites de su amor.
Pero Jesús que predica una ética abierta. Nos dice que no nos debemos identificar:-        
 Ni con el que acude en ayuda del herido -        
Ni con quienes se nieguen a hacerlo-        
Sino que, por el contrario, debemos situarnos en la posición de la persona que necesita ayuda. Y luego preguntar
¿Quién es mi prójimo?
Esto debemos hacerlo siempre.
No somos nosotros quienes estamos en el centro:-         Sino quien necesita ayuda. 

EL AMOR NO TIENE LÍMITES

 

Por tanto no hay límites para considerar a alguien prójimo:
 Estamos en una ética abierta.-        
Se debe amar a todo el mundo.-       
  No hay enemigo.-        
 No existen límites para nuestra caridad.-        
Esta es la revolución que provoco Jesús. Nunca nadie había interpelado el amor de esta manera.
Habéis oído que se dijo:
“Amaras a tu prójimo y odiaras a tu enemigo”
Pues yo les digo:
Amad a vuestros enemigos y rogad por quienes os persigan… Mt 5,43-47. 

LA AMISTAD

Es un Don de Dios poco común.
Con todo, amistad y amor al prójimo no son lo mismo.
No comprendemos todo el significado del Nuevo Testamento si reducimos el amor al prójimo a la amistad.
Todo el mundo tiene unos cuantos amigos. Esto no tiene nada de particular.
Pero Jesús no preguntará:
¿Tuvisteis muchos amigos?
Sino
¿Hubo alguien a quien rechazaras? 
Y si hay alquilen a quien rechazamos, nuestra amistad no es amor cristiano.
Podemos ser muy elocuentes al hablar.
Profetizar el futuro del mundo, de la Iglesia, de la Comunidad.
Dedicar todo cuanto somos y tenemos a luchar contra la pobreza de este mundo.
Tener una rueda de amigos y a los ojos de Cristo, no tener amor.  

Y LO QUE HACEMOS A ESTOS “PEQUEÑOS” A CRISTO LO HACEMOS

 

El indicio mas claro de lo que significa esta inaudita interpretación del amor se encuentra en la famosa Parábola del Juicio Final:
“Entonces los justos dirán Señor:
¿Cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber?
 ¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? 
 ¿Cuándo te vivimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? 

 El Rey responderá:
“En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mi” Mt 25,37-40.  

Por muy fuertes que puedan sonar estas palabras, aún podemos encontrar una escapatoria:  ¿Quién es él más pequeño?
¿Es el último de la lista de la gente importante, de la gente clasificada según su posición social?
¿Y, lo que hacemos a este más pequeño - quizá a nuestro juicio, el basurero, el portero, el panadero, el jardinero – se lo hacemos a Cristo? 
Tal interpretación ridiculiza al Evangelio.
Cristo no tiene una lista ordenada por títulos, preferencias.

Por otra parte hay otra lista ¡Y que puede ser muy diferente a la primera! Que todos tenemos. 
En nuestra lista personal:
¿Quién es el primero?
En nuestra vida:
¡A quien clasificamos como último!
Cristo se identifica con estos más pequeños de nuestros hermanos, con estos pocos a quienes no podemos soportar.
Y lo que hacemos a estos “pequeños” a Cristo lo hacemos:-        
Si hemos sido cristianos o no lo hemos sido-        
 Si nuestras vidas han valido la pena o han sido estériles, dependerá del amor que hayamos mostrado por esos más pequeños que están en nuestra vida.-        
 Tal como nos acepta Dios debemos también nosotros aceptar a cada uno de nuestros hermanos. 

NO SE NECESITA LA SIMPATÍA PARA AMAR

 

Esta revolución, este amor cristiano es el ÁGAPE, que no condena a nuestros gustos y amistades, sino que las trasciende.
El ágape ama a todos y, amando a todos, se ama a sí mismo.
ÁGAPE, significa que ámanos a una persona por lo que es.
Todo persona tiene un misterio infinito dentro de sí.
El ÁGAPE penetra hasta lo más hondo de este misterio. Por esto los dos mandamientos son iguales:

Ejemplo
 
Supongamos que conocemos un individuo que miente constantemente y, que estamos seguros de ello.
Es posible que no podamos ver en él más que a un mentiroso.
Del mismo modo, los Fariseos solo veían a la adúltera y no su personalidad humana, ni ninguna de sus circunstancias.
Y este es el gran pecado contra el primer y segundo mandamiento.
Cuando reducimos a una persona al rango de “MENTIROSA” estamos negando a Dios en esa persona.
Estamos negando a esa persona su infinita profundidad, su fundamento mas profundo. 
 El ÁGAPE significa que nunca reducimos a una persona a lo que sabemos de ella.
“Amar a alguien es tener siempre la esperanza en él”-       
  Desde el momento en que empezamos a juzgar a alguien, limitamos nuestra confianza en él.-       
  Desde el momento en que lo identificamos con lo que sabemos de él y por tanto lo reducimos a ello,   dejamos de amarlo y él deja de ser capaz de mejorar. 

DEBERÍAMOS ESPERARLO TODO DE TODOS

 

Deberíamos atrevernos a ser amor, en mundo que no sabe amar.
Cuando reducimos a las personas que no nos quitan a menos de lo que son existe el peligro de que también reduzcamos a nuestros amigos a algo muy limitado.
La única diferencia es que no nos importan sus limitaciones.
Entonces nuestra amistad probablemente es superficial.

Abraham Lincoln dijo es una ocasión:
No me gusta este hombre, tengo que conocerlo”.

Cuando no nos gusta una persona no hemos llegado a lo mas profundo de ella. 
Lo cristiano es creer en lo bueno de toda persona.

Esta es la Revolución que predicó Jesús:
Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado”. Jn 15, 12.

Cuando comprendemos lo que acabamos de decir, nos sentimos desbordados:
¡Amar como amó Cristo! - ¡Casi nada!
Cristo lavo los pies de sus discípulos pero nosotros…
Él se entregó por nosotros en la Eucaristía como un trozo de pan, un sorbo de vino. Pero no puede esperar que nosotros lo hagamos…
Él rogó en la cruz:
Padre perdónalos porque no saben lo que hacenLc 23,34. 
¿Deberíamos nosotros aceptar el ridículo y la burla y luego orar por los que nos ofenden?
Cristo llamo a Judas “amigo” cuando recibió el beso de traición. Pero nosotros no podemos llamar amigo a quien nos traiciona.
Él amó universalmente y aceptó a todos, lo cual es admirable. Pero no podemos imitarlo. 
Podemos Imitarlo. Pero no hasta el grado que Jesús nos exige:
Amaos los unos a los otros como yo os he amado ¡Eso es IMPOSIBLE!Démosle todo el peso a la palabra COMO. La Buena Nueva es esta SABERSE AMADO por Dios.
Esto es lo sustancial de nuestra fe.
Si permitimos que nuestro amor llene nuestros corazones hasta el borde, se desbordará en nuestro prójimo.
Así pues el amor al prójimo es amor a Dios: -        
 Sólo hay un flujo de amor y se origina en Dios.-        
 Él es la fuente creadora de todo amor en este mundo. 
Él amor nos abraza, nos eleva y, a través de nosotros va incluso mas lejos.

El ÁGAPE es un amor que ha descubierto Su Fuente en:
El amor de Dios… Dios es amor.
El amor cristiano es participar del amor de Dios. 

ES UN REGALO.

Lo único que tenemos que hacer es abrir de par en par nuestros corazones y el amor fluirá en nosotros y a través nuestro fluirá hacia los hermanos.
Nosotros somos “canales” de su amor.
Un amor que no responde a ningún tipo de coacción, ni esfuerzo.
El amor de Dios se nos ha dado como un tesoro infinito.  
La fe, la esperanza y la caridad son virtudes – impresas – y tan enormes que nunca podremos alcanzarlas.
Es el mismo Dios y La Esperanza no falla:
Porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dadoRom 5, 5. 

CONCLUSIÓN

Ahora comprendemos por qué es tan importante el más pequeño de nuestros hermanos.
 El Amor de Dios nunca defraudara a nadie.
 El más pequeño de nuestros hermanos es la COMPROBACION de si nuestro amor es cristiano o producto de nuestra cosecha. 
El Amor de Dios no tiene límites.
Juan nos dice que Dios nos ama primero y que el fruto, resultado de este amor de Dios por nosotros, es que nosotros nos amemos unos a otros.
Nuestro amor a los demás es una continuación del amor de Dios por nosotros.
 El sarmiento tiene que permanecer en la vid.
La vid es la fuente de la fuerza y del amor si guardáis mis mandamientos permaneceréis en el amor.
Este es el mandamiento mío, que os améis los unos a los otros como Yo Os He Amado”.  Jn 15,10-12.  
 Este Evangelio no es deprimente. Es una VERDADERA BUENA NOTICIA.
No es demasiado exigente. Tanto se nos da que nos sentimos abrumados. 

¿CÓMO ACEPTAR AL MÁS PEQUEÑO DE NUESTROS HERMANOS?

No a base de voluntad sino abriéndonos al AMOR de DIOS.
Sólo hay un modo de que finalmente podamos aceptar a todos, incluso a las personas difíciles e imposibles y ese modo es LA ORACION. 
Cuando nos arrodillamos Dios nos ayuda:
En la profunda soledad es donde encuentro la bondad con la que puedo verdaderamente amar a mis hermanos.
La soledad y el silencio me ayudan y enseñan a amar a mis hermanos”.-        
En la autentica oración llegamos al fundamento mas profundo del ser.-        
En la autentica oración nos llenamos tanto de ese amor de Dios que podemos aceptar aun al más pequeño de nuestros hermanos.
 CRISTO VINO COMO SALVADOR y de la mayor desgracia que puede salvarnos es de NUESTRA INCAPACIDAD DE AMAR. 

Pregunta:

¿Cuando Cristo rompe las barreras que levantamos como limites a nuestro amor, entonces es Salvador?
Esa es su misión
-         Si le dejamos cumplirla-         Si no nos resistiéramos. 
Y ese es el significado de la oración
-         Que nos abrimos a la actividad: del PADRE, del HIJO y del ESPIRITU SANTO. 

 

No hay comentarios: