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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

domingo, 13 de marzo de 2011

Cuaresma.


Tiempo Cuaresmal.  2011


De nuevo ha llegado a nosotros este tiempo de Dios que es la Cuaresma.
Unos días especialmente dedicados a reflexionar ante Dios y ante nuestros hermanos sobre la responsabilidad de nuestra fe.

Todos los días son importantes y deben ser también de reflexión sobre lo que significa seguir a Jesucristo.

Pero en este tiempo la Iglesia -y ya cercana la Pascua- quiere que hagamos memoria de todo lo que significa nuestra redención, la entrega generosa de Cristo por la salvación de todos.

Es un tiempo que tradicionalmente se ha dicho que es de oración, de penitencia, de ayuno, de limosna, es acercarse a la Palabra de Dios y dejarse interpelar por esta Palabra, y cómo llega a nuestra conciencia y nos habla de esperanza en esa Pascua que llega.

Pero también es un tiempo de responsabilidad, la responsabilidad de ser fieles a la fe que se ha recibido.

Y también es un tiempo de penitencia, es decir de convertir el corazón a Dios, de retroceder sobre nuestros pasos, de cambiar esa dirección torcida, de buscar la voluntad de Dios de la que nos hemos separado por el pecado.

Y es un tiempo también de limosna, es decir de caridad; no se puede uno acercar a Dios y olvidar al que está pasando necesidad.
El que quiera amar a Dios, tendrá que amar también a su hermano.

Es tiempo de penitencia, de oración y sobre todo tiempo de una esperanza grande, porque es Jesucristo el Señor, el que nos invita, el que nos redime y siempre el que nos salva.


Por su importancia y por lo que afecta a la Iglesia peregrina en España, hacemos esta especial mención:

Ya se acerca, queridos amigos, a pasos agigantados la "Jornada Mundial de la Juventud" que se celebrará en Madrid D.M., dentro de pocos meses, en agosto de este mismo año 2011, con la visita extraordinaria y largo tiempo acariciada, del Obispo de Roma SS el Papa Benedicto XVI, entre nosotros. 
La sede será Madrid; pero todas las Diócesis de España están implicadas.
Vendrán gentes de Oriente y de Occidente.
¡Cuántas familias abrirán sus casas para acoger a esos jóvenes!
¡Cuántos jóvenes quedarán impactados por la cariñosa acogida que en nuestra tierra se les brindará!
 Esa juventud que va a ser convocada en esta Jornada Mundial, va a mirar la Cruz y la Eucaristía como fuente de gracia.
Muchos jóvenes ni se imaginan lo que puede cambiar sus vidas por este acontecimiento singular que van a vivir en agosto.
Todas las Jornadas de la Juventud desde que Juan Pablo II, de bendita memoria, las convocase en el año 1985, las Jornadas han cambiado radicalmente las vidas de cientos y miles de jóvenes.
Muchos no lo saben, pero podría ocurrir de nuevo un milagro que cambiara sus vidas, podría ocurrir un Pentecostés nuevo; y basta que una madre los anime. Que un párroco organice. Que un Movimiento, un grupo, una situación digan: en Tegucigalpa, en Alaska, en Madagascar, en Roma, en París...¡Vamos a Madrid! Y aquí podrían ocurrir nuevos eventos de gracia, ese gran don del Espíritu Santo.

Jesucristo, por la fuerza del Espíritu Santo, sigue actuando para que podamos entrar en comunión, común-unión con Dios, y para que la comunión entre los hombres sea eficaz sobre el altar, desde Jesucristo.

Dentro de veinte, veinticinco años, habrá jóvenes que digan :
"Yo me casé porque conocí a una chica en Madrid.
O un sacerdote podrá decir:
 "Yo encontré la vocación en la Plaza de Cibeles".
O habrá claustros llenos de mujeres que dirán:
"Yo sentí la vocación y me levanté a la vida monástica, gracias a este gran evento que tuvo lugar en Madrid".


Pero antes, queridos amigos, en el próximo mes de marzo, tendrá lugar la entrega de la Santa Cruz a nuestra ciudad de Sevilla, presidida por nuestro Obispo Monseñor Asenjo, en esta gran misión interdiocesana   recibiendo ese madero de la Cruz, que es realmente un Árbol de Vida y de Luz, y que estará peregrinando durante todo un año por todas las ciudades de nuestra querida España.

La acogeremos con todo nuestro respeto y cariño, como una reliquia que es, porque es la referencia de Nuestro Señor Jesucristo. En ella consumaría su muerte en redención de todo el orbe.
En ella llevaría a cabo lo que ya había anunciado; bebería hasta la última gota el Cáliz que el Padre le había dado.
Cada vez que vemos una Cruz nos llenamos de alegría; porque al mirar la Cruz estamos ya viviendo la alegría de la resurrección.

El Paraíso es el ámbito de comunión, cumún-unión entre Dios y los hombres, entre el Creador y la criatura.

En el Paraíso está el Árbol de la Vida, Árbol de la Vida de la que la Cruz es el Árbol de la Ciencia Sagrada; Árbol cuyo fruto es el mismo Cristo, Vida del mundo.

Si arrancamos a Cristo de este mundo; en vez de levantar el vuelo hacia lo alto, estaremos mirando hacia nosotros mismos.

Si privamos al mundo de esta Luz, si no levantamos la Cruz y la ponemos como signo de libertad y de hermandad entre todos los hombres; estaremos dejando que la humanidad camine en tinieblas.

Si apartamos la Cruz de entre nosotros, si nos molesta el signo de la Cruz; estaremos privando al ser humano -piense como piense o tenga la religión que tenga- de un signo de amor y de un signo de esperanza.


Cada vez que vemos una Cruz nos llenamos de esperanza.

¡Él está Vivo!


Vuestra hermana en el Señor:  Angelita.


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