"Ventana abierta"
EL DR. MANUEL CAMELO CAMACHO Y EL DR. STERN
Web católico de Javier
Transmitimos el
testimonio de una persona que estuvo presente el 10 de noviembre de 1953 en una
conferencia que el prestigioso doctor Manuel Camelo Camacho pronunció en la
ciudad de Monterrey, México. He aquí sus palabras:
Siendo estudiante de Preparatoria en 1918, sufrí una
laringitis que me produjo una afonía molestísima, principalmente porque me
hacía emitir un tono de voz agudo, femenino, desagradable, discordante, que me
hacía reprimirme de hablar, lo que interfería en mis estudios. Ello no obstante
los continué y pasé a la escuela de Medicina donde terminé mi carrera.
En México me trataron durante años varios médicos especialistas sin lograr
ninguna mejoría.
Ya recibido de Médico, fui a Europa en viaje de estudio -por su extraordinaria
valía obtuvo una beca-, y estando en París en otoño de 1930, consulté a un
especialista notable cuyo diagnóstico fue muy desfavorable, pues temía que la
hipertrofia de las cuerdas vocales y de la laringe, me ocasionara una asfixia,
máxime dado el clima de París. Por lo que su opinión era que regresara a México
cuanto antes.
Él me recomendó, sin embargo, que viera a otro especialista
que residía en Viena. Hice el viaje allá para consultarlo y opinó que mi caso
era incurable.
De regreso a París me recomendaron un gran especialista, residente en Londres,
de religión judía, el Dr. Stern, y fui allá a consultarle.
Después de auscultarme con gran cuidado, me dijo que mi mal
era incurable, que sólo podría curarme un milagro. -¿Usted es católico?, me
preguntó cuando vio pendiente de mi cuello una medalla de la Virgen Santísima.
-Sí, le contesté. -Entonces pida usted un milagro, que, si usted se cura, yo me
convierto a su religión católica.
Hacía mucho tiempo que tenía yo el deseo de visitar Lourdes, y pensé
inmediatamente ir allá a pedir a la Virgen Santísima mi curación.
Eran los últimos días del mes de enero de 1931. Estuve en Lourdes precisamente
a tiempo de pasar ahí el 11 de febrero, día de Nuestra Señora de Lourdes. Ni
qué decir el estado de angustia con que llegué a la Gruta de Massabielle. Toda
mi vida, desde que estaba enfermo, había pedido a la Virgen Santísima mi
curación, con fervor verdadero y especialmente se lo había pedido a la Virgen
de Lourdes. Ahora estaba ahí, de rodillas en la explanada, mientras pasaba la
procesión con el Santísimo Sacramento después de que se había dado la bendición
con su Divina Majestad a cada uno de los enfermos. Me sentía más enfermo que
nunca; casi no podía hablar. Cuantos me veían notaban mi angustia.
Estando de rodillas se acercó un grupo de españoles que venía en la procesión
entonando el Ave María de Lourdes... sentí un impulso incontenible de cantar
con ellos y haciendo un esfuerzo canté sin darme cuenta y luego me quedé
sorprendido de oírme a mí mismo. Mi voz era la misma que había perdido hacía
tantos años. ¡Estaba curado!
Inmediatamente pensé
en regresar a Londres para ver al doctor Stern. Así lo hice. El doctor me
auscultó de nuevo encontrándome enteramente, curado y ofreció hacer cuanto
antes un viaje a Lourdes para bautizarse allí como católico.
Dice el Dr. Camelo Camacho que él pensó si ya en el espíritu del Doctor Stern
habría inquietudes respecto a la verdad del Catolicismo, si ya tendría alguna
inclinación espiritual que su curación vino a afirmar y que le animó
definitivamente a convertirse.
Regresé a México y
poco después recibí la noticia que el doctor Stern me daba las gracias por
haberse bautizado, precisamente en Lourdes. Después no he vuelto a tener
noticias suyas. Vino la guerra y he perdido todo contacto con él.
El doctor Manuel Camelo Camacho se ha convertido en un gran propagandista de la
devoción a la Virgen Inmaculada aparecida en Lourdes. Y ha tenido la alegría de
ver la construcción -alentada por él- de
un templo dedicado a Nuestra Señora de Lourdes, en Monterrey.
Texto de la revista
AVE MARÍA. Núm. 756.