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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 30 de agosto de 2011

Desde La Habana.



 El escándalo de una casquivana cebra que le fue infiel a su compañero con un taimado burro criollo y tuvo un hijo (un cebrasno) en el zoológico de Ciego de Ávila, provincia a poco más de 400 kilómetros al este de La Habana.

Raúl Rivero, El Mundo
Foto: El cebrasno al lado de su padre, un burro criollo del que heredó su cuerpo robusto y el color marrón. De la cebra, su madre, sacó las piernas largas y rayadas, sus orejas y una línea negra central que va desde la crín hasta la cola. El nacimiento del animal, producto de un cruce fortuito, fue noticia en Cuba y en el mundo.

Según el director del zoológico, el burro y la cebra son genéticamente compatibles, por lo que pueden procrear híbridos como este cebrasno.


domingo, 28 de agosto de 2011

Acción de Gracias jmj Madrid 2011



Estimados/as  amigos/as:
Me hago eco de la voz y del sentir del periodista Carlos González que realizó esta crónica a modo de Acción de Gracias por y para el Papa:

"Después del encuentro de estos días, sólo me queda sitio para gritar fuerte y alto una palabra,
¡gracias!

Gracias Santo Padre, por habernos demostrado que la edad no es ningún impedimento, cuando es Dios el verdadero Protagonista de cualquier aventura que Él nos ponga en el camino.

Gracias por mirarnos con una ternura incapaz de describir con cualquier sentimiento.

Gracias por habernos recordado que Dios no tiene en cuenta las veces del mal, porque todo en Él es misericordia.

Gracias Santo Padre, por sembrar en nosotros, los jóvenes, una esperanza nueva, eterna y feliz.

Y por último, gracias por mostrarnos con su increíble e indescriptible testimonio:
Que la Iglesia está viva.
Que se puede y se debe estar feliz, cuando se pone a Jesucristo en el centro de nuestra vida, y que es posible cambiar el mundo, sólo con fe, sólo con esperanza y sólo con caridad.

La semana pasada se terminó este encuentro, que sin duda alguna, cambiará para siempre, las vidas de muchos jóvenes, que por medio del Papa, y una juventud ejemplar, hemos descubierto que el Señor ha estado grande con nosotros e irremediablemente estamos agradecidos y ¡locos de alegría!"

Así, y tan maravillosamente como lo expresa y lo describe, nos sentimos todos.
¡Gracias Carlos!


JMJ Madrid 2011, con S.S el Papa Benedicto XVI

Diario "El País"; TRIBUNA: MARIO VARGAS LLOSA

La fiesta y la cruzada

PIEDRA DE TOQUE. Creyentes y no creyentes debemos alegrarnos del éxito de la visita del Papa a Madrid. Mientras no tome el poder político la religión no sólo es lícita, sino indispensable en una sociedad democrática.


 
MARIO VARGAS LLOSA 28/08/2011
Bonito espectáculo el de Madrid invadido por cientos de miles de jóvenes procedentes de los cinco continentes para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud que presidió Benedicto XVI y que convirtió a la capital española por varios días en una multitudinaria Torre de Babel. Todas las razas, lenguas, culturas, tradiciones, se mezclaban en una gigantesca fiesta de muchachas y muchachos adolescentes, estudiantes, jóvenes profesionales venidos de todos los rincones del mundo a cantar, bailar, rezar y proclamar su adhesión a la Iglesia católica y su "adicción" al Papa ("Somos adictos a Benedicto" fue uno de los estribillos más coreados).
Salvo el millar de personas que, en el aeródromo de Cuatro Vientos, sufrieron desmayos por culpa del despiadado calor y debieron ser atendidas, no hubo accidentes ni mayores problemas. Todo transcurrió en paz, alegría y convivencia simpática. Los madrileños tomaron con espíritu deportivo las molestias que causaron las gigantescas concentraciones que paralizaron Cibeles, la Gran Vía, Alcalá, la Puerta del Sol, la Plaza de España y la Plaza de Oriente, y las pequeñas manifestaciones de laicos, anarquistas, ateos y católicos insumisos contra el Papa provocaron incidentes menores, aunque algunos grotescos, como el grupo de energúmenos al que se vio arrojando condones a unas niñas que, animadas por lo que Rubén Darío llamaba "un blanco horror de Belcebú", rezaban el rosario con los ojos cerrados.

Hay dos lecturas posibles de este acontecimiento, que EL PAÍS ha llamado "la mayor concentración de católicos en la historia de España". La primera ve en él un festival más de superficie que de entraña religiosa, en el que jóvenes de medio mundo han aprovechado la ocasión para viajar, hacer turismo, divertirse, conocer gente, vivir alguna aventura, la experiencia intensa pero pasajera de unas vacaciones de verano. La segunda la interpreta como un rotundo mentís a las predicciones de una retracción del catolicismo en el mundo de hoy, la prueba de que la Iglesia de Cristo mantiene su pujanza y su vitalidad, de que la nave de San Pedro sortea sin peligro las tempestades que quisieran hundirla.

Una de estas tempestades tiene como escenario a España, donde Roma y el gobierno de Rodríguez Zapatero han tenido varios encontrones en los últimos años y mantienen una tensa relación. Por eso, no es casual que Benedicto XVI haya venido ya varias veces a este país, y dos de ellas durante su pontificado. Porque resulta que la "católica España" ya no lo es tanto como lo era. Las estadísticas son bastante explícitas. En julio del año pasado, un 80% de los españoles se declaraba católico; un año después, solo 70%. Entre los jóvenes, 51% dicen serlo, pero solo 12% aseguran practicar su religión de manera consecuente, en tanto que el resto lo hace solo de manera esporádica y social (bodas, bautizos, etcétera). Las críticas de los jóvenes creyentes -practicantes o no- a la Iglesia se centran, sobre todo, en la oposición de ésta al uso de anticonceptivos y a la píldora del día siguiente, a la ordenación de mujeres, al aborto, al homosexualismo.

Mi impresión es que estas cifras no han sido manipuladas, que ellas reflejan una realidad que, porcentajes más o menos, desborda lo español y es indicativo de lo que pasa también con el catolicismo en el resto del mundo. Ahora bien, desde mi punto de vista esta paulatina declinación del número de fieles de la Iglesia católica, en vez de ser un síntoma de su inevitable ruina y extinción es, más bien, fermento de la vitalidad y energía que lo que queda de ella -decenas de millones de personas- ha venido mostrando, sobre todo bajo los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI.

Es difícil imaginar dos personalidades más distintas que las de los dos últimos Papas. El anterior era un líder carismático, un agitador de multitudes, un extraordinario orador, un pontífice en el que la emoción, la pasión, los sentimientos prevalecían sobre la pura razón. El actual es un hombre de ideas, un intelectual, alguien cuyo entorno natural son la biblioteca, el aula universitaria, el salón de conferencias. Su timidez ante las muchedumbres aflora de modo invencible en esa manera casi avergonzada y como disculpándose que tiene de dirigirse a las masas. Pero esa fragilidad es engañosa pues se trata probablemente del Papa más culto e inteligente que haya tenido la Iglesia en mucho tiempo, uno de los raros pontífices cuyas encíclicas o libros un agnóstico como yo puede leer sin bostezar (su breve autobiografía es hechicera y sus dos volúmenes sobre Jesús más que sugerentes). Su trayectoria es bastante curiosa. Fue, en su juventud, un partidario de la modernización de la Iglesia y colaboró con el reformista Concilio Vaticano II convocado por Juan XXIII.

Pero, luego, se movió hacia las posiciones conservadoras de Juan Pablo II, en las que ha perseverado hasta hoy. Probablemente, la razón de ello sea la sospecha o convicción de que, si continuaba haciendo las concesiones que le pedían los fieles, pastores y teólogos progresistas, la Iglesia terminaría por desintegrarse desde adentro, por convertirse en una comunidad caótica, desbrujulada, a causa de las luchas intestinas y las querellas sectarias. El sueño de los católicos progresistas de hacer de la Iglesia una institución democrática es eso, nada más: un sueño. Ninguna iglesia podría serlo sin renunciar a sí misma y desaparecer. En todo caso, prescindiendo del contexto teológico, atendiendo únicamente a su dimensión social y política, la verdad es que, aunque pierda fieles y se encoja, el catolicismo está hoy día más unido, activo y beligerante que en los años en que parecía a punto de desgarrarse y dividirse por las luchas ideológicas internas.

¿Es esto bueno o malo para la cultura de la libertad? Mientras el Estado sea laico y mantenga su independencia frente a todas las iglesias, a las que, claro está, debe respetar y permitir que actúen libremente, es bueno, porque una sociedad democrática no puede combatir eficazmente a sus enemigos -empezando por la corrupción- si sus instituciones no están firmemente respaldadas por valores éticos, si una rica vida espiritual no florece en su seno como un antídoto permanente a las fuerzas destructivas, disociadoras y anárquicas que suelen guiar la conducta individual cuando el ser humano se siente libre de toda responsabilidad.

Durante mucho tiempo se creyó que con el avance de los conocimientos y de la cultura democrática, la religión, esa forma elevada de superstición, se iría deshaciendo, y que la ciencia y la cultura la sustituirían con creces. Ahora sabemos que esa era otra superstición que la realidad ha ido haciendo trizas. Y sabemos, también, que aquella función que los librepensadores decimonónicos, con tanta generosidad como ingenuidad, atribuían a la cultura, esta es incapaz de cumplirla, sobre todo ahora. Porque, en nuestro tiempo, la cultura ha dejado de ser esa respuesta seria y profunda a las grandes preguntas del ser humano sobre la vida, la muerte, el destino, la historia, que intentó ser en el pasado, y se ha transformado, de un lado, en un divertimento ligero y sin consecuencias, y, en otro, en una cábala de especialistas incomprensibles y arrogantes, confinados en fortines de jerga y jerigonza y a años luz del común de los mortales.

La cultura no ha podido reemplazar a la religión ni podrá hacerlo, salvo para pequeñas minorías, marginales al gran público. La mayoría de seres humanos solo encuentra aquellas respuestas, o, por lo menos, la sensación de que existe un orden superior del que forma parte y que da sentido y sosiego a su existencia, a través de una trascendencia que ni la filosofía, ni la literatura, ni la ciencia, han conseguido justificar racionalmente. Y, por más que tantos brillantísimos intelectuales traten de convencernos de que el ateísmo es la única consecuencia lógica y racional del conocimiento y la experiencia acumuladas por la historia de la civilización, la idea de la extinción definitiva seguirá siendo intolerable para el ser humano común y corriente, que seguirá encontrando en la fe aquella esperanza de una supervivencia más allá de la muerte a la que nunca ha podido renunciar. Mientras no tome el poder político y este sepa preservar su independencia y neutralidad frente a ella, la religión no sólo es lícita, sino indispensable en una sociedad democrática.



Creyentes y no creyentes debemos alegrarnos por eso de lo ocurrido en Madrid en estos días en que Dios parecía existir, el catolicismo ser la religión única y verdadera, y todos como buenos chicos marchábamos de la mano del Santo Padre hacia el reino de los cielos.
© Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a Ediciones EL PAÍS, SL, 2011. © Mario Vargas Llosa, 2011.



¿Cómo aprovechar la JMJ?

"Ventana abierta"


Fin de la Jornada Mundial de la Juventud.


Hemos vivido en este agosto un acontecimiento de Iglesia que ha desbordado todas las expectativas.
Un millón y pico de jóvenes de todo el mundo se han reunido en Madrid para convivir, para aliarse juntos, para compartir lo que son y lo que tienen; y esto no en torno a ninguna figura mediática o artística, ni tampoco mediante ningún acontecimiento deportivo relevante, sino fundamentalmente alrededor de su fe.

Nos podemos preguntar ahora:
¿Qué va a quedar de la JMJ?
¿Será como una especie de botellón piadoso que dura un fin de semana, pero después viene el lunes?
¿Será una especie de acontecimiento sentimental que calienta los corazones y entusiasma, pero que después en la vida diaria, la vida cotidiana se encarga de rebajar y enfriar?
¿Cuáles han sido, por una parte las claves del éxito, y por otra parte los caminos que nos permitan que este fenómeno no se diluya, sino que profundice y eche raíces?

Preocupado por este tema me puse en contacto con un joven párroco -comenta el sacerdote dominico Fco J. Rodríguez Fassio- que ha participado muy directamente en estas Jornadas , y me contaba lo siguiente:
"Una de las claves del éxito de la JMJ, ha sido la preparación durante largos meses , incluso años, que las Parroquias, las Congregaciones, los Movimientos Religiosos han ido preparando junto con los jóvenes en esta tarea.

De tal manera que los jóvenes:
1. En primer lugar, se han sentido concernidos personalmente, "era algo suyo y para ellos", y además responsabilizados desde la preparación más material -los bocadillos que había que dar- hasta la más espiritual.
¿Serían capaces de situarse en silencio y en adoración delante del Señor, junto con otros?
¿Serían capaces de comunicarse lo más íntimo de la persona, incluso eso que da pudor, que es la propia fe?

2. En segundo lugar, también otras de las claves de la preparación, fue el hacerlo en grupo, en comunidad.
En una sociedad tan individualista como la nuestra -y mucho más en los temas de fe y de religión- parece que cada uno sigue su camino, y de pronto encontrarse con gente que cree como tú, que camina a tu lado, que tiene tus mismas dificultades, tus mismas preguntas, hace que realmente te sientas encajado en un ambiente, te sientas precisamente partícipe de una ilusión y de un proyecto en común.

Y en tercer lugar, también fue clave la preparación, la acogida a los jóvenes de otras naciones que vinieron; porque muchas veces nos quedamos a la perspectiva de nuestra Parroquia, de nuestro Movimiento, de nuestro Grupo.
Pero encontrarnos con gente que por ejemplo venía de Irak, de países árabes...
 -Decía uno de los jóvenes: ¡árabes pero cristianos!-
Porque no todos los árabes son musulmanes, como tampoco todos los europeos somos cristianos, ver gente del Extremo Oriente, de otras culturas y que sin embargo participara de la misma fe, eso cambia la perspectiva.


También fue un éxito por la celebración que tuvo una clave, ¡experimentar!
Si toda persona vive de experiencia -y de joven más todavía- de esa experiencia después se harán doctrinas, se harán principios, se harán comportamientos, pero sobre todo son unas vivencias profundas; pues bien, estas experiencias han sido múltiples:

1. En primer lugar -como he dicho antes- ver que otra mirada es posible, otra manera de ver el mundo distinta de lo que ofrecen los medios de comunicación, es posible: la fidelidad, la fe, la alegría, la paz, la justicia, la convivencia... y después además, es posible también otro mundo, pero no para allá, sino que ya está presente aquí.

2. En segundo lugar también, incluso la oposición.
Un grupo minoritario, desproporcionado, ha manifestado su desacuerdo -el desacuerdo es legítimo, la oposición es legítima- pero de maneras y modos  no muy legítimos, ni muy tolerantes, ni muy democráticos: el insulto, la agresión verbal o física, la amenaza no puede ser nunca un modo de expresar las propias ideas.
Los jóvenes han visto, que por una parte, la fe vale, pero la fe cuesta, que la fe supone también ir en contra de la corriente muchas veces, pero que no se puede responder del mismo modo que es atacado -como ya nos decía Jesús- porque ser discípulo del Evangelio nos obliga a reaccionar de otra manera, a ver la agresión de otra manera.

Y ahora, ¿qué nos queda? 
Lo que decía este joven párroco -continúa explicando Rodríguez Fassio- que nos quedan algunas tareas pendientes que ya se están empezando a hacer.
Por una parte, seguir en contacto con estos jóvenes y darles su protagonismo, no echar un telón y que ¡ya se ha acabado, y hasta la próxima!, sino que algo ha surgido y que necesitamos seguir cultivando, pero que sea de jóvenes y para los jóvenes.

 Por otra parte, hacerlo todo con la centralidad de Jesucristo.
Es cierto que la figura más mediática de estos días ha sido el Papa, se han visto los Obispos, se han visto Religiosos, se han visto mucha gente, pero la centralidad fundamental es Jesucristo, que es la centralidad de nuestra fe.



Lo decía el mismo Benedicto XVI:
"Queridos jóvenes, no os conforméis con menos de la Verdad y del Amor.
 No os conforméis con menos que Cristo.
Que nada ni nadie os quite la paz.
No os avergoncéis del Señor".



2. En segundo lugar, es también importante desarrollar el sentido de comunidad.
Decía también Benedicto XVI:
"No se puede seguir a Jesús en solitario.
Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos, y que tu fe sirve igualmente en apoyo para la de los otros, que es algo muy personal, pero no es individualista nunca".

3. En tercer lugar, también el compromiso ante el sufrimiento humano como Jesús, que pasó haciendo el bien y curando.
Y el Papa nos decía:
"No paséis de largo ante el sufrimiento humano".
La especial predilección del Señor por el que sufre, nos lleva a mirar al otro con ojos limpios, para darles, además de las cosas externas que precisa, la mirada de amor que necesita".

Porque el contacto con los que sufren, no puede quedarse en dar cosas o en compartir lo que sobra, sino una relación interpersonal nueva, darle la mirada de amor que necesitan.

Y por último:
 ¿Qué pasa cuando volvemos a nuestro sitio, a nuestro lugar? ¿Hasta la próxima?
 ¿O se trata de una tarea renovada y un encargo recibido?

Pues lo decía así Benedicto XVI:
"Queridos amigos, ahora vais a regresar a vuestros lugares de residencia habitual; vuestros amigos querrán saber qué es lo que ha cambiado en vosotros.
¿Qué vais a decirles?
Os invito a que deis un audaz testimonio de vida cristiana ante los demás.
No se puede encontrar a Cristo y no darlo a los demás.
No os guardéis a Cristo para vosotros mismos".


¡Buen día, amigos!


Confesionarios en la JMJ en Madrid.


Sacerdote cuenta su experiencia de confesar

en la JMJ Madrid

Artículo extraído de Infocatólicos. 


El sacerdote Josep Maria Montiu de Nuix, natural de Cervera, Canciller de la diócesis de Solsona y estudioso y divulgador de la obra de Manuel García Morente, del que es uno de sus principales biógrafos, explica cómo vivió su particular JMJ 2011 en Madrid desde un confesionario, confesando sin parar a cientos de peregrinos en maratonianos horarios.
"Te cuento mi experiencia en la Jornada Mundial de la Juventud, Madrid 2011. Te la cuento espontáneamente, aún caliente o recién salida del horno, con las impresiones actualmente muy vivas en mi corazón.
En ocasiones anteriores había conocido estas Jornadas únicamente a través de la Prensa, de las publicaciones, de la Televisión. Sólo ahora he tenido la inmensa suerte, la gran gracia espiritual, de haber estado presente. Sólo ahora he logrado tener experiencia directa de una Jornada Mundial de la Juventud. Ha sido ésta la primera ocasión en que he podido tomar el pulso, personalmente, a una Jornada Mundial de la Juventud. Nunca había pensado ni siquiera imaginado o soñado que fuese algo tan maravilloso, tan entusiasmante, tan emocionante. Ha desbordado con mucho todas mis expectativas:
Como sacerdote católico he experimentado la Jornada Mundial de la Juventud desde dentro, y no sólo por lo que se ve, por las inmensas multitudes de jóvenes que llenaban Madrid y la inundaban de alegría, de cantos, de primavera florecida.
Al dirigirme a la Jornada Mundial de la Juventud me había preguntado, con mi modo de ser exigente, si detrás de esta aventura andariega, esforzada y sacrificada de jóvenes que llegaban de lugares de todo el mundo, llenos de sana alegría, habría mucha profundidad o si, en parte, esta gozosa realidad se disolvería en una cierta superficie de cosas. He constatado que la realidad interna supera muchísimo a lo que se ve exteriormente. He palpado que estamos ante un hecho de primera magnitud para el mundo y para la Iglesia.
Confesando hasta 20 horas

 
En la Jornada Mundial de la Juventud he estado confesando entre 15 y 20 horas. Escuchando y atendiendo espiritualmente y con corazón de padre, en consecuencia, a gran cantidad de jóvenes, de chicos y de chicas. Algunas niñas pequeñas habían venido a confesarse corriendo y dando saltos de alegría y con su rostro respirando una alegría muy comunicativa y hermosa, reflejo del cielo, y después de su confesión manifestaban una alegría impresionante.
He logrado constatar de este modo que en la Jornada Mundial de la Juventud se da gran número de conversiones, muchos progresos espirituales muy importantes y corazones muy tocados por la gracia de Dios. Para decirlo en una sola palabra: se ha dado en esta Jornada Mundial de la Juventud una fortísima actuación del Espíritu Santo en las almas. Esta oleada del Espíritu Santo, este nuevo Pentecostés, habrá de tener unas consecuencias insospechables, incalculables, pero en todo caso grandísimas: muchas vocaciones sacerdotales y religiosas, una honda influencia en el mundo actual.

El mayor número de las confesiones las he oído en el parque del retiro, donde había doscientos confesionarios y donde durante varios días había un horario de confesiones que iba de las 10 de la mañana hasta las 6 horas de la tarde. Un día estuve confesando casi 8 horas seguidas. Cuando se terminaba el horario aún había personas que querían confesar y confesábamos con alegría en medio de la calle.
En Cuatro Vientos estuve confesando hasta las 5 horas de la noche. No estuve más tiempo porque a las 9 horas quería concelebrar la Santa Misa con el Santo Padre Benedicto XVI, y quería estar lo suficientemente despierto, en condiciones convenientes para esta sagrada concelebración. Pero aún después de las cinco de la noche me pedían que siguiera confesando. Quedaba en el alma el deseo de haber estado más disponible, y haber dedicado más horas a ayudar a aquellos jóvenes, chicos y chicas, que me habían robado el corazón.
En una carpa que estaba a unos metros de donde me encontraba hubo adoración del Santísimo Sacramento del Altar, expuesto solemnemente en la custodia, hasta las cuatro horas de la noche, aproximadamente. El Señor estaba acompañado por las oraciones y los cantos de los jóvenes, unos arrodillados, otros sentados, que sacrificaban el sueño en unos días que habían resultado muy agotadores.
El Santo Padre presidió la Jornada Mundial de la Juventud, y el único grito que se oía a las multitudes era la aclamación al Santo Padre. Era una aclamación entusiasta, alegre, cariñosa, de amigos íntimos o llena de afecto, llena de vida. Parecía que el suelo se hubiera esmaltado de flores para aclamar al Papa, el cual se encontraba visiblemente emocionado. Amor al Papa que se contagiaba y aumentaba. Realidad enternecedora.
Como habrás podido imaginar, también yo me fui muy tocado en mi corazón por el testimonio fantástico de aquellos jóvenes, de aquellos chicos y chicas maravillosos. El mundo y la vida no podía seguir siendo lo mismo en cada uno de nosotros tras el impacto que habían causado en nuestros corazones aquellos jóvenes venidos de todo el mundo para aclamar al Santo Padre y para encontrarse con Cristo. Era difícil contener la emoción, porque resonaba de nuevo en los corazones a través de todo el día y con la lira de tantísimos jóvenes: Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat. Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera.
Muchas gracias Santo Padre, muchas gracias jóvenes, chicos y chicas, porque nos habéis demostrado que sois maravillosos, que tenéis un corazón grande, un corazón generoso, un corazón que sabe amar, un nuevo florecer que se esparce por todo el mundo llenándolo de una nueva fragancia y que llena nuestro corazón de esperanza.
Un millón de besos".


¡Viva el Papa!

 ¡Alabado sea Jesucristo!».

sábado, 27 de agosto de 2011

Seguir con la cruz 2º.


Bienvenidos a este sitio web -nos invita el Diácono Luis Brea Torrens- cuyo contenido -nos dice- pretende ser un aporte a la propagación de la Palabra de Dios y a la instauración de su Reino en el mundo, mediante temas espirituales, reflexiones e informaciones relacionadas con la fe que profesamos, la de nuestra Santa Iglesia Católica. Nuestro objetivo es que todos los seres humanos alcancen la salvación ya otorgada por Cristo Jesús, mediante su encarnación, muerte y resurrección.

27 agosto 2011


Mateo 16,21-27: Cargar la cruz y seguir a Cristo



En aquel tiempo, empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los senadores, sumos sacerdotes y letrados y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:


-¡No lo permita Dios, Señor! Eso no puede pasarte.


Jesús se volvió y dijo a Pedro:


-Quítate de mi vista, Satanás, que me haces tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.


Entonces dijo a los discípulos:


-El que quiera venirse conmigo que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si malogra su vida? ¿O qué podrá dar para recobrarla? Porque el Hijo del Hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta.
REFLEXIÓN:

Pedro acababa de ser elogiado luego de dejarse usar por Dios y responder adecuadamente a la pregunta formulada por Jesús a los apóstoles "Quién dicen ustedes que soy yo".

En esa ocasión  - nos instruye el Diácono Luis Brea Torrens- el Señor le designó como cabeza del grupo de discípulos y "Roca" sobre la que su Iglesia habría de ser sólidamente edificada. Sin embargo, instantes después recibe del Maestro un reproche inmenso: "Apártate de mi Satanás, que me haces tropezar".

Al oír a Jesús anunciar y explicar el sufrimiento que le espera en la etapa siguiente de su misión, Pedro reacciona descartando tan dramático final para su maestro. Es que Pedro, como tantos otros israelitas de muchos siglos, no había entendido todavía el mesianismo liberador anunciado en las Sagradas Escrituras por los profetas, por tanto no podía aceptar el escándalo de la cruz como el método triunfante elegido por Dios.

Al actuar de ese modo, Pedro ha pensado como hombre, y la recién designada piedra sobre la que se edificaría la Iglesia se ha convertido en ese momento en piedra de tropiezo y tentación que intenta apartar a Cristo de su camino redentor, igual que lo intentó el demonio en el pasaje de las tentaciones en el desierto antes del inicio de la predicación de Jesús.

Actualmente, en una sociedad donde se exalta el placer y con frecuencia se procura una felicidad artificiosa a costa de los valores humanos y en desmedro de la solidaridad para con los abatidos, el sufrimiento es considerado una maldición a evitar a toda costa. Hasta podríamos decir que no son pocos los cristianos a quienes les disgustan las imágenes de la pasión del Señor que muestran a Jesús sufriendo, olvidando que no hay resurrección sin previa cruz. La razón es que todavía hoy la cruz de Cristo continúa sin ser comprendida plenamente y al igual que hace 20 siglos sigue siendo considerada como escándalo por unos y necedad por otros.

Dios escoge el suplicio de su Hijo en la cruz como vía redentora en una manifestación del inmenso y extremo amor que tiene hacia  nosotros, y a la vez para darnos el ejemplo del sacrificio y el servicio como pauta de cómo debemos relacionarnos los seres humanos en nuestro caminar hacia el encuentro con él. Es que la actuación de Dios entre nosotros no debemos esperarla únicamente como acción directa, estruendosa y espectacular, sino más bien como brisa suave que se manifiesta por medio de la acción amorosa entre los hermanos.
La clave está en la invitación a negarse a sí mismo que Jesús hace a los que quieran seguirlo. Negarse a sí mismo es convertirse en humilde y disponerse a servir; es considerarse nada y rebajarse uno mismo por el bien de los otros, principalmente de los débiles y de los necesitados.

Jesús aplica ese concepto al encarnarse con la finalidad de salvarnos, asumiendo la debilidad humana y haciéndose "nada" respecto a su grandeza divina que poseía desde el principio en compañía del Padre. Su entrega llega hasta el extremo de aceptar para si mismo la maldición de morir en la cruz por los pecados de la humanidad de todos los tiempos, incluyendo aquellos que hemos cometido tú y yo.

Nuestra cruz son los obstáculos que encontramos en nuestro caminar hacia Cristo. Son dificultades que pueden ser físicas o espirituales, pero que son inherentes al servicio que estamos llamados a brindar en pro de la instauración del Reino de Dios. Por tanto no debemos rechazarlas sino asumirlas y con ellas seguir a Jesús, asociándolas a su cruz como un minúsculo aporte nuestro a su dolorosa pasión. Tenemos que estar conscientes, sin embargo, que la cruz no es masoquismo, no es sufrir por sufrir; es más bien estar dispuestos a compadecerse y a amar, a sacrificarse por los demás, aunque ésto nos duela y cueste incluso la vida; pero siempre con la certeza de que estamos actuando como el Señor lo haría y como él nos pide que obremos.


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viernes, 26 de agosto de 2011

¡Enhorabuena, Jesucristo!

Publicado el 26.08.2011
CARLOS AMIGO VALLEJO
Cardenal arzobispo emérito de Sevilla
“Benedicto XVI ha dicho a los jóvenes lo que los jóvenes deseaban oír. (…) Las palabras del Papa calaban en el corazón de los jóvenes”.
El protagonista absoluto de esta Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es Cristo, el Señor. Así lo decía Benedicto XVI en su primer encuentro con la juventud en la Plaza de Cibeles. Y el nombre de Cristo estaría continuamente vivo en todos y cada uno de los mensajes del Santo Padre en este encuentro, verdaderamente histórico, de la Iglesia de España con la juventud de todo el mundo.
Nada más llegar a España, las primeras palabras del Papa fueron como una proclamación de intenciones: vengo para anunciar que Jesucristo es Camino, Verdad y Vida. Y así lo confirmaría una y otra vez: que la llama del amor de Cristo nunca se apague en vuestros corazones; que las palabras de Jesús han de llegar al corazón de los jóvenes, arraigadas en él, y fraguar toda la vida; tenéis que aprovechar estos días para conocer mejor a Cristo.
Él es la exégesis de la Palabra de Dios y de una vida casta, pobre y obediente, les decía a las personas consagradas; en la mirada de Cristo resplandece la verdad que ilumina el camino del hombre, les recordaba a los profesores universitarios jóvenes; que Cristo aumente vuestra alegría y os aliente a estar cerca de los menos favorecidos, recordaba ante las imágenes dolorosas del Vía Crucis; ser apóstoles con Cristo y como Cristo, para ser compañeros de viaje y servidores de los hombres, les urgía a quienes se preparan para ser sacerdotes.
Hay un gesto que habla por sí solo:
el Papa y esos dos millones de jóvenes en silencio,
adorando a Jesucristo
en el sacramento de la Eucaristía.
El dolor solamente puede comprenderse como fruto del encuentro personal con Cristo, decía emocionado a los enfermos y discapacitados; la fe no proporciona solo alguna información sobre la identidad de Cristo, sino que supone una relación personal con Él, proclamaba con fortaleza ante una multitudinaria presencia de jóvenes en la Vigilia de Cuatro Vientos.
Y, en las palabras de despedida, Benedicto XVI hablaba de una experiencia personal: hemos podido comprobar cómo la gracia de Cristo derrumba los muros y franquea las fronteras que el pecado levanta entre los pueblos y las generaciones, para hacer de todos los hombres una sola familia.
Benedicto XVI ha dicho a los jóvenes lo que los jóvenes deseaban oír. Si habían venido desde las más diversas partes del mundo, no había otro motivo de convocatoria sino el encuentro con Jesucristo. Las palabras del Papa calaban en el corazón de los jóvenes. Pero, sobre todo, el misterio de Cristo es el que daba profundidad a su misma vida.
Hay un gesto que habla por sí solo: el Papa y esos dos millones de jóvenes en silencio, adorando a Jesucristo en el sacramento de la Eucaristía. En opinión de muchos, este ha sido el punto central y más significativo del encuentro del Papa con esta Iglesia joven, que no solamente es esperanza de futuro, sino una realidad presente, actual y viva, como se ha puesto de relieve en esta Jornada Mundial de la Juventud…
Decía Benedicto XVI: “Si permanecéis en el amor de Cristo, arraigados en la fe, encontraréis, aun en medio de contrariedades y sufrimientos, la raíz del gozo y la alegría. La fe no se opone a vuestros ideales más altos, al contrario, los exalta y perfecciona. Queridos jóvenes, no os conforméis con menos que la Verdad y el Amor, nos os conforméis con menos que Cristo” (Cuatro Vientos, Vigilia, 20-8-2011).
En el nº 2.765 de Vida Nueva.
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ESPECIAL JMJ 2011 MADRID en VidaNueva.es



jueves, 25 de agosto de 2011

Extraordinario.

"Ventana abierta"


Algunas perlas de sabiduría para mis amig@s


Dice el Talmud:
"Un sueño que no se interpreta es como una carta que no se lee".
Así que hoy no importa el tamaño del archivo o mensaje, sino la calidad del contenido.


EL DÍA POR DELANTE.
"Programa para hoy: espirar, inspirar, espirar".
-Buda-


CONTROL DE TEMPERATURA.
"La actividad vence al frío. La quietud vence al calor".
-Lao tse (siglo VI a.C).


UNA SIMPLE VISITA.
"Todos estamos de visita en este momento y lugar:
Sólo estamos de paso. Hemos venido a observar,
aprender, crecer, amar y volver a casa".
-Dicho aborigen australiano-


LA SIGUIENTE GENERACIÓN.   
"El auténtico conservacionista es alguien que sabe que el mundo no es una herencia de sus padres, sino un préstamo de sus hijos".
-J.J. Audubon 1800-


EL VALOR DEL TIEMPO.
"Ni con millones de monedas de oro se puede recobrar ni un sólo instante de la vida.
¿Qué mayor pérdida, entonces, que la del tiempo gastado infructuosamente?".
-Chanakya Pandita 275 a.C India-


SIMPLEMENTE BELLO.
"La belleza, cuando está más adornada es cuando no lo está".
-San Jerónimo-


RÍOS DE AMOR.
"Al principio son pequeños, pero en su discurrir se hacen más fuertes y profundos, y una vez han empezado ya no tienen vuelta atrás.
Así sucede con los ríos, los años y las amistades".
-Antiguo versículo sánscrito-


PRIORIDAD.
"El mundo no te debe nada. Estaba antes que tú".
-Mark Twain-



VIDA SANA.
"El secreto de la salud, mental y corporal, está en no lamentarse por el pasado, preocuparse por el futuro ni adelantarse a los problemas, sino vivir sabia y seriamente el ahora"
-Buda-


DESARROLLO SOSTENIBLE.
"En lo que más se diferencian los pájaros del ser humano es su capacidad de construir, pero dejando el paisaje como estaba".
-Robert Lynnd - Irlanda-


SEGÚN SE MIRE.
"La belleza no es un atributo de las cosas en sí. Sólo existe en la mente que las contempla".
-David Hume - Escocia-


BELLEZA SIN ESFUERZO.
"Observad los lirios del campo, como crecen; no se fatigan, ni hilan.
Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos".
- Mateo 6: 28-29 -


SOÑAR DESPIERTO.
"Los que sueñan de día tienen conocimiento de muchas cosas  que a los que sueñan de noche se les escapan".
- Edgar Allan Poe-


INVITACIÓN.
"La primera flor que floreció en la Tierra era una invitación a la canción aún no nacida".
- Rabindranath Tagore -


"Una de las grandes enfermedades es no ser nadie para nadie".
- Teresa de Calcuta -


"No temas arraigarte cuando un barco avanza, puede balancearse".
- Refrán chino -

Mis queridos amigos/as:
¡Feliz fin de semana para todos!


miércoles, 24 de agosto de 2011

¿TÚ, QUÉ PIENSAS ?

"Los cristianos del siglo XXI",
de LUIS GONZÁLEZ-CARVAJAL



"Si la globalización está permitiendo crear más riqueza, no podemos ignorar que está distribuyéndola mucho peor.
En las últimas décadas se ha ensanchado muchísimo la brecha entre los países ricos y los países pobres.
No debe extrañarnos.
Cuando la globalización se produce en el ámbito de un mundo tan desigual como el nuestro, aumentan las desigualdades, porque los recursos de todo tipo tienden a desplazarse hacia los países donde presumiblemente se obtendrá mayor rentabilidad, provocando la exclusión de los demás, como es el caso de gran parte de África.
A los cristianos nos lanza un reto:
¿Quién se ocupará de los perdedores?
¿Cómo contestaremos a la pregunta del Génesis:
 "¿Dónde está tu hermano?"