Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro: ¿Cuáles eran sus razones?
Alejandro le explicó:
1- Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataud, para así mostrar que ellos no tienen ante la muerte el poder de curar.
2- Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros, para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí pertenecen.
3- Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.
El tiempo es el regalo más preciado que tenemos porque es limitado.
Podemos producir más dinero, pero NO más tiempo.
Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que NUNCA podremos recuperar.
Nuestro tiempo es nuestra vida.
El mejor regalo que le puedes dar a alguien es tu tiempo; por eso cuando vi este legado de inmediato pensé en ti.
Gracias por el regalo que día tras día me llega, cuando me ofreces tu tiempo, ya sea para enviarme correos o mensajes, llamarme etc.
Mi agradecimiento y cariño junto con un abrazo.
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