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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 28 de mayo de 2013

Las Manos de Jesús

"Ventana abierta"



Las Manos de Jesús



Textos 

Manos que trabajaron la madera en Nazareth, manos trabajadoras.

Mano que toca y sana:

 Mt, 8,15: Jesús le tocó la mano y se le pasó la fiebre.
9,25: Jesús entró, tomó a la niña por la mano, y la niña se levantó.


Mc, 1,41: Sintiendo compasión, Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero, queda limpio".

8,23-25: Jesús tomó al ciego de la mano y lo llevó fuera del pueblo. Después le mojó los ojos con saliva, le impuso las manos y le preguntó: "¿Ves algo?. El ciego, que empezaba a ver, dijo: "Veo como árboles, pero deben ser gente, porque se mueven".
Jesús le puso nuevamente las manos en los ojos, y el hombre se encontró con buena vista; se recuperó plenamente, y podía ver todo con claridad.

 

Mano que sostiene y levanta:  

Mt, 14,31: Jesús extendió la mano y lo agarró, diciendo: "Hombre de poca fe, ¿por qué has vacilado?".


Mc, 9, 27: Jesús lo tomó de la mano y le ayudó a levantarse, y el muchacho se puso de pie.



Mano que señala:

 Mt, 12,49: E indicando con la mano a sus discípulos, dijo:
"Estos son mi madre y mis hermanos".

Mano que sostiene el bieldo para limpiar la era:

Mt, 3,12: Ya tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja.

Manos que bendicen a los niños:

 Mt, 19,15: Les impuso las manos y continuó su camino.
Mc,10,16: Tomaba a los niños en brazos e, imponiéndoles las manos, los bendecía.
Y a los apóstoles: Lc, 24,50: Los llevó hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo.

   

Manos que multiplican el pan
 y los peces:

Mt, 14,19: Tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó os ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los entregó a los discípulos.

Manos que transformaron el pan 
en su Cuerpo:

Mt, 26,26: Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
"Tomen y coman; esto es mi cuerpo".

Manos que fueron atravesadas 
por los clavos:

Jn, 20,27: Pon aquí tu dedo y mira mis manos; extiende tu mano y métela en mi costado.
24,39: Miren mis manos y mis pies: Soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos.

Manos que realizan prodigios:

Mc, 6,2: ¿Y qué pensar de la sabiduría que ha recibido, con esos milagros que salen de sus manos?

 Manos en las que están seguras 
las ovejas del rebaño:

 

Jn,10,29: Aquello que el Padre me ha dado es más fuerte que todo, y nadie puede arrebatarlo de la mano de mi Padre. 

El simbolismo de la mano


La mano es como un símbolo del hombre mismo, de cada uno en particular. Es el signo más completo que, al margen de las palabras, los hombres utilizamos como medio de comunicación. por eso los gestos hechos con las manos están tan llenos de sentido para nosotros...*

Y ¡cuánto más cargadas de sentido, entonces, las manos de Jesús!... En ellas se hace presente, visible a nosotros el poder salvífico de Dios. Aquella mano de Dios que, tiernamente, por amor, plasmó al hombre en el principio. Aquella "mano de Yahvéh"  (Deut. 3, 15; Éx.3, 20) poderosa que derrotó a Egipto y liberó a su pueblo elegido.



Esa mano de Dios 
se hizo visible en Jesús: 

Mano llena de poder que curó leprosos y devolvió la vista al ciego; mano tierna que acarició a los niños, los bendijo.


 Mano compasiva que multiplicó el pan para alimentar a los hambrientos; mano fuerte en las que el Padre puso las ovejas del rebaño.

Las manos de Jesús... Siempre abiertas para brindar sus múltiples dones a los hombres... 

Manos de Jesús alzadas al Padre en oración por nosotros. 


Manos de Jesús clavadas en un madero para que permanecieran extendidas para siempre, en señal de amistad, como fuente de gracias y dones...

 


Manos de Jesús: pongámonos en ellas: son las manos del Pastor, en las que estaremos seguros. 

Manos de Jesús: acudamos a Ellas: son las manos del médico que curará nuestras heridas (las del pecado, las del cansancio y la desilusión). 

Manos de Jesús vayamos a ellas: son manos de quien nos alimenta con el Pan vivo, el que nos sacia todas las hambres y nostalgias. 

 

Manos de Jesús: tomémoslas en nuestras manos: son las manos del guía que nos lleva por el buen camino.


 Manos de Jesús: lleguémonos a ellas: son las manos del fuerte que nos levanta de toda caída; son las manos del más fuerte, que nos libera de las manos del demonio. 

Manos de Jesús: extendamos las nuestras hacia ellas: son las manos de Aquel que un día nos tomará para ponernos a su derecho, junto a él, junto al Padre... Y por eso, como él mismo lo dijo al morir (Lc 23, 46) digamos también nosotros: "en tus manos pongo mi espíritu". Porque podemos confiar siempre en esas manos.



Las manos de Jesús son también Manos de un Dios encarnado, hecho hombre en todo como nosotros... 

Hizo la experiencia de lo humano, compartió todo lo nuestro: con ellas hizo expresión de ternura, amistad, encallecidas y fatigadas en el trabajo.

Pero también manos de un Dios (aunque hecho hombre) y por eso, manos que curan, que multiplican el pan y lo transforman, que acallan la tempestad... 

Manos que guían a las ovejas de su rebaño y que aceptan estar clavadas para permanecer abiertas en la actitud de brindar sus dones para siempre, incluso en el sacrificio.


* Aún sin una cita expresa, este arranque guarda correspondencia con un párrafo de Romano Guardini, titulado precisamente "La mano", e incluido en "Los Signos Sagrados". Guardini contaba entre los autores, a los que Orsi solía remitirse. 

Transcribo unas pocas líneas del texto guardiniano:

"El cuerpo entero es instrumento y expresión del alma... Nada sin embargo le sirve mejor ni la expresa más fielmente que las manos y el rostro... Observa detenidamente a un hombre; obsérvate a ti mismo: no hay un sentimiento de alegría, de sorpresa, de expectativa, que no se traduzca inmediatamente en la mano... 
¿No hablan muchas veces con un sentido más profundo que las palabras?
¿No es verdad que la palabra parece muchas veces grosera comparada con su lenguaje tan silencioso pero tan expresivo?...
¡Qué hermoso, qué sublime es el lenguaje!
¡Qué hermoso, qué sublime es el lenguaje de la mano!
(cfr. Los Signos Sagrados, Ed. Surco, La Plata, 1946, 
págs 37-40).
Libro: Gestos y sentimientos humanos de Jesucristo.
Textos inéditos del Padre Hugo Orsi.




jueves, 23 de mayo de 2013

Jesús está entre nosotros (canto interleccional)

"Ventana abierta"


Jesús está entre nosotros
 (canto interleccional)


Jesús está entre nosotros,
Él vive hoy y su espíritu a todos da.
Jesús, razón de nuestra vida,
es el Señor, nos reúne en pueblo de amor.

Cambia nuestras vidas con tu fuerza,
guárdanos por siempre en tu presencia;
Tú eres Verdad, Tú eres la paz.

Jesús está entre nosotros,
Él vive hoy y su espíritu a todos da.
Jesús, razón de nuestra vida,
es el Señor, nos reúne en pueblo de amor.

Rompe las cadenas que nos atan,
llénanos de gracia en tu Palabra;
gracias, Señor, gracias, Salvador.

Jesús está entre nosotros,
Él vive hoy y su espíritu a todos da.
Jesús, razón de nuestra vida,
es el Señor, nos reúne en pueblo de amor.

Nuestras existencias hoy te alaban,
nuestros corazones te dan gracias;
Tú eres Amor, eres canción.

Jesús está entre nosotros,
Él vive hoy y su espíritu a todos da.
Jesús, razón de nuestra vida,
es el Señor, nos reúne en pueblo de amor.





La Salve

Ventana abierta"


La Salve (Salve Regina)

 

Dios te salve, Reina y Madre
de misericordia,
vida, dulzura
y esperanza nuestra;
Dios te salve.

A ti llamamos
los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.

 

 Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos;
y después de este destierro,
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.




 

 ¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María!

Ruega por nosotros,
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.


Amén.






El árbol de los problemas

"Ventana abierta"

El árbol de los problemas


El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer año de trabajo. 
Su cortadora eléctrica se dañó y le hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar. Mientras lo llevaba a su casa en mi automóvil, permaneció en el más absoluto silencio. 
Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.

Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. 
Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.

Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. 
Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta el coche. 

Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que había visto hacer un rato antes. "Oh, ese es mi árbol de los problemas" contestó:
Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura, los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a nuestros hijos. 
Así que simplemente, cada noche cuando llego a casa, le digo al Señor:
 "Te dejo colgados mis problemas en este árbol. Ayúdame por favor, Señor, a afrontarlos de la manera más adecuada". 

Luego por la mañana los recojo otra vez diciendo:
 "Señor, recojo nuevamente mis problemas. Ayúdame por favor a resolverlos". 
Lo maravilloso es, dijo sonriendo, que cuando salgo por la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior, gracias a Dios.
  

Qué bueno es tener un árbol para colgar nuestros problemas y no llegar a casa cargados con ellos, de mal humor, haciendo infelices a los que nos rodean. 
Los problemas de nuestros trabajos no deben afectar nuestra vida familiar, hay que "desconectar" al llegar al hogar.
 ¡Que bonita moraleja! 



A partir de ahora, procuraros vuestro "árbol de los problemas" notareis la diferencia.