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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 31 de octubre de 2011

Gracias, Padre.

"Ventana abierta"


Gracias, Padre.


¡Gracias Padre, porque cada amanecer me trae la esperanza de un nuevo día y nuevos sueños que cumplir!

¡Gracias Padre, porque me has regalado la bendición de amar y ser amada!

¡Gracias Padre, por mis hijas, esposo, madre y padre, hermanos... por tener la dicha de verme en sus ojos y reconocerme en sus sonrisas!

¡Gracias Padre, por haberme hecho nacer y crecer en el seno de una familia maravillosa!

¡Gracias Padre, por mis nietos y por todos los niños del mundo, porque ellos me recuerdan cada día que la inocencia, autenticidad, alegría, travesuras y capacidad de asombro no debo perderlas jamás!

¡Gracias Padre, porque todos los días nos hemos podido ganar, unos y otros, el pan por tu bondad y por el don de la salud, para poder salir adelante también con el esfuerzo y el sudor de nuestra frente!

¡Gracias Padre, por cada una de las maravillosas personas que han pasado por mi vida, y por quienes se han quedado para trascender en ella!


¡Gracias Padre, por mis amigos/as, y la enorme bendición que son su presencia y amistad en cada uno de mis días, y en quienes he descubierto el más grande tesoro!


¡Gracias Padre, por cada una de mis esperanzas e ilusiones, porque me dan fuerzas para seguir adelante!

¡Gracias Padre, por cada error cometido y por cada fracaso, porque me han enseñado a buscar el camino correcto y me han ayudado a crecer como ser humano!

¡Gracias Padre, por cada obstáculo que se presenta en mi vida, porque me demuestra lo fuerte o débil  que puedo llegar a ser y la capacidad que Tú me das para superarlos!

¡Gracias Padre, por mis manos, mis piernas, mi cuerpo...!

¡Gracias Padre, por mis ojos, que sirven de ventana a mi alma y me permiten disfrutar del mundo que me rodea!

¡Gracias Padre, por tener la oportunidad de satisfacer mis necesidades, las de los míos, y te suplico por las de toda la humanidad, porque no nos falte nunca el alimento, pero sí, te necesito y te imploro salud, que es uno de los dones más importantes que Tú nos concedes, y del que ésta tu humilde hija escasea; porque sólo y únicamente en Ti vivimos, nos movemos y existimos!

¡Gracias Padre, por mi corazón que aún late con fuerza y es capaz de amar y de recibir amor!

¡Gracias Padre, por la vida que me has ofrecido, y porque entre todos, podamos contribuir a que toda la humanidad pueda disfrutar de ella también, y aunque a pesar de que alguna vez  he podido tener  carencias económicas y necesidades, supiste llevarme por el buen camino!

¡Gracias Padre, por la vida, porque en cada instante descubro lo mucho que me falta para llegar a ser la buena persona que quiero y desearía ser!

¡Gracias Padre, por el arco iris, por las flores, por las rosas y por las espinas!

¡Gracias Padre, por la bondad que has puesto en mi corazón, y en la de todo ser humano!

¡Gracias Padre, por la sombra de los árboles, por el olor a tierra mojada y por el refrescante sabor de una limonada!

¡Gracias Padre, por las tortas de chocolate y los dulces, las caricias de mis seres amados y los mimos de todos los míos!

¡Gracias Padre, por cada uno de tus dones y envíanos las señales que nos permitan descubrir nuestra misión en este mundo!

¡Gracias Padre, por la capacidad para recordar los hermosos momentos vividos con mis seres queridos, y aunque algunos de ellos ya se han marchado al Cielo, haces que pueda sentir su cercanía, su presencia y su compañía constante!

¡Gracias Padre, por esta simple muestra de beneficios que aquí te presento, pero más importante aún por la inmensa lista de todos aquellos dones de los que disfruto y por lo que tengo que agradecerte tanto en mi vida!



Para papá.

Hoy el humor viene en forma de imagen.
Me lo mandaron sacado de internet el otro día y me provocó una  sonrisa.
“For  Dad..  (para papá)”

Nos hace gracia a los mayores, ¿verdad?,
pero ¡cuidado! con el mal ejemplo que damos a nuestros hijos, parece que los pequeños no se enteran, ¡pero vaya si se enteran! 


 ”Dear  God, this year please send clothes for all those poor  ladies  in  Daddy’s computer,
Amen.”
(Querido Dios, este año por favor envía vestidos para todas esas pobres mujeres que hay en el ordenador de papá. Amén)

¿A que sonríes….?
Lo sabía.
¡Feliz inicio de semana!




Niños de la calle.

"Ventana abierta"


Por los niños de la calle

Jesús, mi buen Amigo,
te quiero pedir hoy
por todos los niños
 que viven en la calle:
que están solos,
que están abandonados,
desprotegidos,
sin un papá o una mamá
que los cuide y los quiera.
Ayúdame a descubrir tu rostro
en cada niño que sufre,
y enséñame a ser solidario;
porque puedo y quiero ayudar,
que no viva yo indiferente.
Dame fuerzas para vivir
un Amor Grande como el Tuyo,
que no me quede en palabras
como les pasa a tantos adultos.
 ¡Enséñame a amar de verdad!


La esposa de Dios.

"Ventana abierta"


Un niño de diez años estaba parado frente a una tienda de zapatos en el camino, descalzo, mirando a través de la ventana y temblando de frío.
Una señora se acercó al niño y le dijo:
"Mi pequeño amigo,¿qué estás mirando con tanto interés en esa ventana?".
"Le estaba pidiendo a Dios que me diera un par de zapatos", fue la respuesta del niño.







domingo, 30 de octubre de 2011

La alegría mala.

"Ventana abierta"


La alegría mala

Todos buscamos estar alegres, y no cualquier clase de alegría, sino aquella que surge espontánea de la felicidad interior.
La alegría es una cosa sana -nos expone aquí el sacerdote dominico
Fco. J. Rodríguez Fassio- hoy se habla de la risoterapia, la terapia de la risa como modo también de conseguir un bienestar mayor físico y síquico.
La alegría nos hace abrir los ojos al mundo de otra manera, ser más acogedores con las cosas, los acontecimientos, pero sobre todo con las personas.
La alegría sana busca comunicarse, compartirse, disfrutarse juntos; por eso, cuando nos sentimos alegres, nos sentimos vivos, nos sentimos bien, nos sentimos sanos, nos sentimos precisamente sin miedo, capaces de relacionarnos.

Pero, ¿existe la alegría mala?
Pues sí, también existe la alegría mala, que consiste en la alegría que produce el mal del otro.
Esta alegría mala es fruto de un alma mezquina, es hija del rencor, quizá ha venido por un dolor que uno ha sufrido, pero es un dolor que se ha gangrenado, que se ha convertido en algo permanente que nos está consumiendo por dentro como un tumor y se ha convertido en rencor, incluso en odio; a veces lo disfrazamos como sentimiento de necesidad de justicia, de compensación ante el mal sufrido real o supuesto, pero se nos ve el plumero, porque el que busca la justicia o la compensación, busca sobre todo también recuperar a la otra persona, al ofensor, busca establecer una nueva relación que no se quede en la ofensa; mientras que aquel que tiene rencor, de alegría mala, lo que quiere es hundir al otro, poder decirse:
"¡Más grande y más dura  será la caída!".
Necesita el regodeo íntimo de ver al otro por los suelos.

Es curioso, porque este tipo de alegría mala también busca cómplices, gente que me estimule, que me ayude, me dé la razón, me ayude a pisar al otro.
Y cuando ya se trata de grupos o masa, todavía es más terrible; cuando la masa se enfurece, odia, o tiene rencor, entonces se convierte en un monstruo agresivo que genera espiral de odio y de violencia.
Esta alegría mala, es curioso, porque hace más daño al que la tiene, que a aquel que quiere ofender; ya decían los antiguos moralistas de los tiempos de los romanos y de los griegos, y después los medievales, que:
"Todo mal que se hace, repercute en primer lugar a la persona ofendida, excepto la envidia y el odio, porque la envidia y el odio al primero que hace mal es a la persona que lo hace".
El odiado, el envidiado, puede quedarse la mar de tranquilo, puede ser que no le afecte lo que nosotros pensamos sobre él, lo que nosotros hablamos de él, incluso lo que le hacemos; pero el odiador y el envidioso, verdaderamente se degrada como persona.
Quizá nos hace falta una terapia de saneamiento interior, también saber reconocer nuestros sentimientos y ver los que nos hacen bien y los que nos hacen mal a nosotros mismos y a los demás.
Y la alegría mala es síntoma de que las cosas no funcionan, porque además nos hacen peores que los animales; los animales no sienten odio, no sienten envidia, no sienten rencor, no se alegran del mal del otro.
¿Qué tipo de seres vivos seremos cuando ni siquiera nos acercamos al nivel de la animalidad? 
Por eso, quizá sea un buen examen preguntarnos:
¿Qué te alegra?
Porque:
 "Dime qué te alegra y te diré quién eres".


jueves, 27 de octubre de 2011

La campanilla.


La Campanilla
Parecen caballos comunes, y actúan con toda naturalidad, pero me extrañaba que anduvieran siempre juntos. Por eso un día me acerque a ellos para observarles de cerca y me di cuenta que uno llevaba una campanilla y el otro era ciego.
Como su dueño en ese momento estaba cerca de allí, me acerque y le pregunte por qué había colocado una campanilla en el caballo más joven. El hombre me explicó que el caballo ciego, no podía valerse por si mismo y no tenía muchas posibilidades de sobrevivir. De hecho, le habían aconsejado sacrificarlo, pero que de pronto se le ocurrió colocarle una campanilla al caballo más joven con la esperanza de que el caballo ciego le seguiría a todas partes

Y así fue, el caballo ciego se acostumbró al sonido de la campanilla y seguía a su compañero. De esta manera los dos caballos empezaron a andar juntos, pastar, corretear y hacer una vida normal.
Si por alguna circunstancia el caballo ciego se alejaba y no sabía como regresar al establo por la noche, al oír el sonido de la campanilla se acercaba y de esta manera regresaba a su lugar.
Así ambos pasaban los días, el caballo ciego pudo vivir y hacer una vida normal, sabiendo que la campanilla le marcaba el rumbo y el punto exacto donde debería estar en todo momento.

Hay momentos en que cada persona en que nos vendría muy bien poder escuchar una campanilla. Si, ya se que no estas ciego.          ,
 Esta historia nos deja una muy buena lección, todos nosotros necesitamos escuchar una campanilla que nos indique el rumbo. Tú me dirás, para que la necesito si yo puedo ver muy bien. Si, exacto, pero hay muchas cosas en la vida que no se pueden ver con la vista, necesitan verse con los ojos del corazón.
¿Cuantas veces nos despistamos y perdemos el rumbo?
¿Cuantas veces nos confundimos por que solo estamos mirando con nuestros ojos naturales?
¿Cuantas veces nos alejamos de las cosas que son realmente importantes en la vida?
¿Cuantas veces no sabemos que camino tomar ante una encrucijada?

Pero quiero decirte, que en nuestra conciencia hay una campanilla, que funciona todo el tiempo, tiene la función de avisarnos cuando algo anda mal, cuando estamos entrando en zona peligrosa, o cuando estamos yendo en una dirección equivocada.
Tu mismo habrás tenido impresiones que no se pueden explicar ni razonar, pero que te hacen sentir incómodo ante una decisión, un viaje, un negocio. No sabes por qué pero estas intranquilo, sin paz.  
Ahí los tienes, esos pensamientos o intuiciones, o como quieras llamarles no son otra cosa que la “Campanilla de Dios”
Si porque Dios ha colocado en cada ser humano esa "Campanilla" para advertirte. Simplemente porque el desea que todo te vaya bien, y que no te metas en problemas. Esa campanilla tiene el propósito de que te detengas por un momento y seas  capaz de escuchar la voz de Dios.

 “Si sientes que tu corazón no puede ver y tu vida anda en tinieblas agudiza los oídos del alma y deja que Dios te lleve por el camino que El eligió para ti. De esta manera, nunca te vas a equivocar”
de la red

Dos caballos.

"Ventana abierta"


Cerca de mi casa hay un terreno de pasto.
Dos caballos viven allí.


De lejos, parecen caballos normales... pero cuando uno se acerca y mira con detenimiento, puede observar que uno de ellos está ciego.

Aún así, el dueño no se deshizo de él y le consiguió un amigo, un caballo más joven.
Esto ya es de admirar.
Y si prestas atención, oirás el sonido de una campana.




Buscando de dónde viene el sonido, verás que cuelga del cuello del caballo joven.
De esta manera, el caballo ciego sabe siempre donde está su compañero y sigue tras él.


Ambos pasan el tiempo comiendo brotes tiernos de hierba, y al finalizar el día, el caballo ciego sigue a su compañero hasta el establo, donde se guarecen de la noche.


El caballo que porta la campana vuelve de vez en cuando la cabeza, como si quisiera asegurarse de que su compañero ciego le sigue.


Mientras el caballo ciego, que se guía por el sonido de la campana, avanza confiado de que va por buen camino.


Como el dueño de esos dos caballos, no deberíamos deshacernos de aquellos que no son tan perfectos, como quisiéramos.
Y cuidar de la misma forma, que nos hubiera gustado que lo hicieran  con nosotros, de haber ocupado su lugar.

Algunas veces somos el caballo ciego guiado por el sonido de alguien, que se acerca a nuestra vida.
Otras veces somos el caballo que guía y ayuda a otros a encontrar su camino.

Así son los buenos amigos, no necesitas verlos, porque siempre están cuando los necesitas.

¡Por favor, oye mi campana,
que yo también escucharé la tuya!

miércoles, 26 de octubre de 2011

Los hijos y los nietos.

"Ventana abierta"


Puesto que los abuelos son parte fundamental en esta tarea de todos en formar "buena gente" para el futuro, aquí os dejo esto que me mandó una abuela... mi madre.
Espero que os guste.
Ana María Díaz.


Leopoldo Abadía (Zaragoza, 1933) es un profesor y escritor español conocido por su análisis de la crisis económica actual  Leopoldo Abadía (autor de " La crisis Ninja ") dice en su artículo:
Me escribe un amigo diciendo que está muy preocupado por el futuro de sus nietos.
Que no sabe qué hacer: si dejarles herencia para que estudien o gastarse el dinero con su mujer y que "Dios les coja confesados".
Lo de que Dios les coja confesados es un buen deseo, pero me parece que no tiene que ver con su preocupación.
En muchas de mis conferencias, se levantaba una señora (esto es pregunta de señoras) y decía esa frase que me a mí me hace tanta gracia: 
"¿Qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos?"
Ahora, como me ven mayor y ven que mis hijos ya están crecidos y que se manejan bien por el mundo, me suelen decir:
"¿Qué mundo les vamos a dejar a nuestros nietos?"
Yo suelo tener una contestación, de la que cada vez estoy más convencido:
"¿Y a mí, qué me importa?!"
Quizá suena un poco mal, pero es que, realmente, me importa muy poco.
Yo era hijo único. 
Ahora, cuando me reúno con los otros 64 miembros de mi familia directa, pienso lo que dirían mis padres, si me vieran, porque de 1 a 65 hay mucha gente. Por lo menos, 64.
Mis padres fueron un modelo para mí
Se preocuparon mucho por mis cosas, me animaron a estudiar fuera de casa (cosa fundamental, de la que hablaré otro día, que te ayuda a quitarte la boina y a descubrir que hay otros mundos fuera de tu pueblo, de tu calle y de tu piso), se volcaron para que fuera feliz. 
Y me exigieron mucho.
Pero, ¿qué mundo me dejaron? 
Pues mirad, me dejaron:
1. La guerra civil española.
2. La segunda guerra mundial.
3. Las dos bombas atómicas.
4. Corea.
5. Vietnam.
6. Los Balcanes.
7. Afganistán.
8. Irak.
9. Internet.
10. La globalización.
Y no sigo, porque ésta es la lista que me ha salido de un tirón, sin pensar. Si pienso un poco, escribo un libro.
¿Vosotros creéis que mis padres pensaban en el mundo que me iban a dejar? 
¡Si no se lo podían imaginar!
Lo que sí hicieron fue algo que nunca les agradeceré bastante:
Intentar darme una muy buena formación
Si no la adquirí, fue culpa mía.
Eso es lo que yo quiero dejar a mis hijos, porque si me pongo a pensar en lo que va a pasar en el futuro, me entrará la depre y además, no servirá para nada, porque no les ayudaré en lo más mínimo.
A mí me gustaría que mis hijos, y los hijos de ese señor que me ha escrito, y los tuyos, y los de los demás, fuesen gente responsable, sana, de mirada limpia, honrados, no murmuradores, sinceros, leales. Lo que por ahí se llama "buena gente".
Porque si son buena gente harán un mundo bueno.
Por tanto, menos preocuparse por los hijos y más darles una buena formación:
Que sepan distinguir el bien del mal.
Que no digan que todo vale.
Que piensen en los demás.
Que sean generosos...
En estos puntos suspensivos podéis poner todas las cosas buenas que se os ocurran.
Al acabar una conferencia la semana pasada, se me acercó una señora joven con dos hijos pequeños. Como también aquel día me habían preguntado lo del mundo que les vamos a dejar a nuestros hijos, ella me dijo que le preocupaba mucho qué hijos íbamos a dejar a este mundo. 
A la señora joven le sobraba sabiduría, y me hizo pensar. Y volví a darme cuenta de la importancia de los padres.
Porque es fácil eso de pensar en el mundo, en el futuro, en lo mal que está todo, pero mientras los padres no se den cuenta de que los hijos son cosa suya y de que si salen bien, la responsabilidad es un 97% suya y si salen mal, también, no arreglaremos las cosas.
Y el Gobierno y las Autonomías se agotarán haciendo Planes de Educación, quitando la asignatura de Filosofía y volviéndola a poner, añadiendo la asignatura de Historia de mi pueblo (por aquello de pensar en grande) o quitándola, diciendo que hay que saber inglés y todas estas cosas.
Pero lo fundamental es lo otro: los padres. 
Ya sé que todos tienen mucho trabajo.
Que las cosas ya no son como antes.
Que el padre y la madre llegan cansados a casa.
Que mientras llegan, los hijos ven la tele basura.
 Que lo de la libertad es lo que se lleva,
Que la autoridad de los padres es cosa del siglo pasado.
Lo sé todo. TODO. Pero no vaya a ser que como lo sabemos todo, no hagamos NADA.
Leopoldo Abadía

P. D .
1. No he hablado de los nietos, porque para eso tienen a sus padres.
2. Yo, con mis nietos, a merendar y a decir tonterías y a reírnos, y a contarles las notas que sacaba su padre cuando era pequeño.
3. Y así, además de divertirme, quizá también ayudo a formarles.

Buenas noches.




Oración. "Señor mío, Sabio de los sabios". Miércoles, 26 - Octubre - 2011

"Ventana abierta"


ORACIÓN

Señor mío, Sabio de los sabios,
 
Padre de toda la Creación,
Pon la dulzura en mis labios
Y la fe en mi corazón.

Sol de amor que me conduce,
En la vida en que me agasajo,
Llena mis ojos de luz
Y mis manos de trabajo.

Dame fuerzas en el camino,
Para luchar y vencer,
Transformando todo espino
En flores de mi deber.

Padre, no Te olvides de mí,
En las bendiciones de la compasión,
Guárdame en Tú corazón
De paz y de amor sin fin.

Extraido del libro"Jardin de Infancia" del espíritu
Juan de Dios.

Frases de Sabiduría.

"Ventana abierta"


Gotas de Sabiduría.


"Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes".
Albert Einstein.

"Piensa en verde para que la tierra siga siendo azul".


"El signo más evidente de que se ha encontrado la verdad es la paz interior".
Amado Nervo.


"Hay personas que por mucho que envejezcan, jamás pierden su belleza; sólo se les pasa de la cara al corazón".
Martín Buxbaum.


"Lo que haga hoy es importante, porque estoy utilizando un día de mi vida en ello".


"Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño,
así una vida bien usada causa una dulce muerte".
Leonardo Da Vinci.


"Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo".
Marco Tulio Cicerón.


"Los mejores momentos de la vida vienen por sí solos, no tiene sentido esperarlos".
Thorton Wilder


"El instante mágico es aquel momento en el que un sí o un no, pueden cambiar toda la existencia".
Paulo Coelho.


"A veces no nos dan a escoger entre las lágrimas y la risa, sino sólo entre las lágrimas, pero hay que saber decidirse por las más hermosas".
Maurice Maeterlinck


"La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar".
Thomás Chalmers


"Equilibra tus necesidades a tu riqueza y no serás pobre ni rico, sino simplemente afortunado".
Chilón de Lacedemonía


"No siento el menor deseo de jugar en un mundo en el que todos hacen trampa".
Francois Mauriac


"Si deseas olvidar algo inmediatamente, escríbelo en una nota como si fuera algo que tienes que recordar".
Edgar Allan Poe


"El secreto para vivir en paz con todos consiste en el arte de comprender a cada uno según su individualidad".
Federico Luis Jahn


"Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar y lo mejor de todo, despertar".
Antonio Machado


"Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo".
León Tolstoi


"La mejor forma de hacer que los niños sean buenos, es hacerlos felices".
Oscar Wilde


Caballos

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