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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 27 de octubre de 2011

Dos caballos.

"Ventana abierta"


Cerca de mi casa hay un terreno de pasto.
Dos caballos viven allí.


De lejos, parecen caballos normales... pero cuando uno se acerca y mira con detenimiento, puede observar que uno de ellos está ciego.

Aún así, el dueño no se deshizo de él y le consiguió un amigo, un caballo más joven.
Esto ya es de admirar.
Y si prestas atención, oirás el sonido de una campana.




Buscando de dónde viene el sonido, verás que cuelga del cuello del caballo joven.
De esta manera, el caballo ciego sabe siempre donde está su compañero y sigue tras él.


Ambos pasan el tiempo comiendo brotes tiernos de hierba, y al finalizar el día, el caballo ciego sigue a su compañero hasta el establo, donde se guarecen de la noche.


El caballo que porta la campana vuelve de vez en cuando la cabeza, como si quisiera asegurarse de que su compañero ciego le sigue.


Mientras el caballo ciego, que se guía por el sonido de la campana, avanza confiado de que va por buen camino.


Como el dueño de esos dos caballos, no deberíamos deshacernos de aquellos que no son tan perfectos, como quisiéramos.
Y cuidar de la misma forma, que nos hubiera gustado que lo hicieran  con nosotros, de haber ocupado su lugar.

Algunas veces somos el caballo ciego guiado por el sonido de alguien, que se acerca a nuestra vida.
Otras veces somos el caballo que guía y ayuda a otros a encontrar su camino.

Así son los buenos amigos, no necesitas verlos, porque siempre están cuando los necesitas.

¡Por favor, oye mi campana,
que yo también escucharé la tuya!

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