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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

domingo, 28 de enero de 2018

A nuestra nietecita Carmen en el día de su Bautismo. 28 - Enero - 2018

"Ventana abierta"


En el día de tu Bautismo 


Nuestra Bebita linda, comienzas a vivir bajo los ojos de Dios, "tu Creador", sus manos te dan la bienvenida a este nuevo mundo.
Señor, Tú que dejaste a los pequeños que se acercaran a Ti cuando estabas en la tierra y los bendecías. Bendice también a nuestra hija.

Señor, te damos gracias porque podemos decirte: esta es nuestra hija, fruto a la vez de tu vida y nuestra vida, de tu amor creador y nuestro amor de padres. Nos llenaste de alegría cuando supimos que llegaba, le hemos querido antes de conocerla y lo hemos vivido desde que la sentimos viva. Dale ahora, Señor, vida abundante: que crezca sana, que su cuerpo se desarrolle con el vigor de la nueva naturaleza; y que, desde la gratuidad de lo que le das, sepa estimar y proteger siempre a los más débiles. Amén.

Señor, Padre nuestro: Tú nos has dado amor para tener esta hija; guárdanos en el amor. Que la vida de familia sea para ella la costumbre del cariño. Ayúdanos a hacer de la casa un sitio de tu reino, donde nuestro hijo y nuestra hija vayan encontrando lo que nos diste con Jesús: que aprendan a llamarte Padre desde nuestra imagen de padres, que se abran a la fraternidad cristiana desde el amor de sus hermanos y que puedan entender el mundo como lugar de la convivencia humana desde el acogimiento y la paz de nuestra casa. Amén.


Señor, con qué palabras te daremos gracias: gracias por sus ojos y sus manos, gracias por sus pies y por su piel, gracias por su cuerpo y alma. En tus manos de ternura la depositamos para que Tú la cuides y la mimes y la llenes de dulzura Padre Santo, pon un ángel a su lado para que cierre el paso a la enfermedad y a todo mal, y la guíe por el sendero de la salud y el bienestar. El bien, la paz y la bendición del Señor la acompañe todos los días de su vida. Amén.


Hoy, Señor, presentamos ante Ti, todo lo que somos y todo lo que tenemos, nuestra hija. Deseamos ponerla ante Ti con un corazón abierto como el de María y así conocer tus designios. Dale fuerza suficiente para qué pierda los miedos y pueda ver claro el proyecto de vida que le tienes. Y a nosotros danos la sabiduría para poderla guiar.

Dios eterno, que todo lo puedes, ponemos ante tu presencia a nuestra hijita Carmen.



Te pedimos la sostengas en tus brazos de amor y le des el don de tu Santo Espíritu. Que al crecer en años crezca también en la gracia y el conocimiento de Cristo como su Señor y Salvador. Que mediante la fuerza renovadora de tu Espíritu sea siempre fiel hija tuya.

 

Guía y sostén a sus padres y padrinos para que mediante su amoroso cuidado, sus sabios consejos y el ejemplo de sus vidas, puedan cumplir los votos que han hecho hoy, para guiarla en el camino de Cristo; en cuyo nombre te lo pedimos. Amén.

En este día especial, la luz de Dios se encenderá en tu corazón… para iluminar todo el camino.


Nuestra pequeña y linda Carmen, con los cariñosos deseos de tus padres, padrinos y de toda la familia, te dedica estas oraciones y este escrito, tu abuelita que mucho te quiere. Mª Ángeles Grueso (Angelita)


Oración de Comunión Espiritual. Jornada de la Infancia Misionera. 28 - Enero - 2018

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Oración de Comunión Espiritual


Jornada de la Infancia Misionera


Llega el momento de la Comunión. Todos los amigos y amigas que entren aunque sea sólo de puntillas, y todos aquellos amigos y amigas seguidores habituales de este sencillo blog, pues podemos hacer juntos la Comunión Espiritual, es nuestro deseo también de recibir a Cristo, el Señor, el que nos enseña con autoridad, Él que es el Santo de Dios.
Ponemos hoy en nuestros labios y en nuestro corazón esta oración de los niños misioneros:
"Ya sé que para los mayores todavía soy muy pequeño, pero Tú, Jesús, hoy me dices ¡atrévete a ser misionero! Yo me fío de Ti y me lanzo.
Contigo se me pasa el miedo, porque eres Tú quien me da fuerza, ¡atrévete a ser misionero!
Enséñame a ser generoso, haz que en casa y en el colegio ponga amor al cumplir tu encargo, ¡atrévete a ser misionero!
Dame un corazón, que rece por los niños del mundo entero, y que sepa invitar a todos, ¡atrévete a ser misionero!
Amén"


Ángelus del Papa: Jesús es nuestro Maestro, poderoso en obras y palabras. 28 - Enero - 2018

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20 - Enero - 2018
Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano

El último domingo de enero el Pontífice meditó sobre el evento del exorcismo en el "día de Cafarnaúm", cuando Jesús se presentó como un poderoso profeta.

En la soleada mañana invernal del 28 de enero, como todos los domingos, el Papa Francisco se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para rezar junto con los fieles presentes en la plaza de san Pedro la oración mariana del Ángelus. 
El Santo Padre meditó sobre la liturgia del día, que presenta el ingreso de Jesús a la ciudad de Cafarnaúm, la predicación en la sinagoga y la expulsión de un demonio.

Jesús, un poderoso profeta en obras y palabras


En primer lugar el Papa recorrió el ingreso de Jesús en la sinagoga donde, según la narración del evangelista Marcos, «Enseña de una manera nueva, llena de autoridad»:
“Él entra a la sinagoga de Cafarnaúm en el sábado y se pone a enseñar; las personas quedan sorprendidas por sus palabras, porque no son palabras comunes, no se parecen a lo que generalmente escuchan. Los escribas, de hecho, enseñan pero sin tener una propia autoridad: se basan en la tradición, en lo que dijeron antes de ellos Moisés y los profetas. Jesús, por otra parte, enseña como alguien que tiene autoridad, revelándose a sí mismo como el Enviado de Dios, y no como un simple hombre que debe fundar su enseñanza en tradiciones precedentes. Jesús tiene plena autoridad”.
Pero Jesucristo, prosiguió diciendo Francisco, no sólo enseña "de modo nuevo y con autoridad plena", sino que al mismo tiempo “se revela poderoso también en las obras”:
“En la sinagoga de Cafarnaúm hay un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se manifiesta gritando estas palabras: « ¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios». (V.24). Este espíritu inmundo conoce el poder de Jesús y también proclama su santidad. Jesús lo increpa diciéndole: «Cállate y sal de este hombre». (v. 25). Estas pocas palabras de Jesús son suficientes para obtener la victoria sobre Satanás,  que sale de ese hombre « lo sacudió violentamente, y gritando en alta voz» (v. 26)”.

Cristo, nuestro Maestro y amigo


Francisco constató sucesivamente que el aquí arriba descrito, es un hecho que “impresiona mucho a los presentes”. Todos están asustados y se preguntan: «¿Qué es esto? [...] da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!».
“El poder de Jesús confirma la autoridad de su enseñanza. Él no pronuncia sólo palabras, sino que actúa. Así manifiesta el plan de Dios con las palabras y con el poder de las obras. De hecho, en el Evangelio vemos que Jesús, en su misión terrenal, revela el amor de Dios sea con la predicación que con innumerables gestos de atención y ayuda a los enfermos, a los necesitados, a los niños y a los pecadores”.
De este modo, Su Santidad explicó cómo el Evangelio del día nos muestra que Jesús es nuestro Maestro, poderoso en palabras y en obras:
“Jesús nos comunica toda la luz que ilumina las calles, a veces oscuras, de nuestra existencia; también nos comunica la fuerza necesaria para superar dificultades, pruebas, tentaciones. ¡Pensemos en la gran gracia que es para nosotros haber conocido a este Dios tan poderoso y tan bueno! Un maestro y un amigo, que nos indica el camino y cuida de nosotros, especialmente cuando lo necesitamos”.
Con esta invitación a pensar en la gracia de conocer a Cristo, el Romano Pontífice concluyó su alocución previa al rezo del Ángelus, elevando su plegaria a la Reina de los Cielos:
“Que la Virgen María, mujer de la escucha, nos ayude a hacer silencio alrededor y dentro nuestro, para escuchar, en el estruendo de los mensajes del mundo, la palabra con más autoridad que existe: aquella de su Hijo Jesús, que anuncia el sentido de nuestra existencia y nos libera de toda esclavitud, también de aquella del Maligno”.


Carta pastoral del Arzobispo de Sevilla con motivo de la Jornada de la Infancia Misionera 2018

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Carta pastoral del Arzobispo de Sevilla con motivo de la Jornada de la Infancia Misionera 2018


Queridos niños y niñas de nuestra Archidiócesis:
El próximo domingo 28 de enero, celebraremos la Jornada de la Infancia Misionera con el lema “ATRÉVETE A SER MISIONERO”. Es un lema audaz y valiente. ¿Quién puede atreverse a ser misionero? A veces imaginamos al misionero como un hombre o una mujer jóvenes y vigorosos que emprenden una vida difícil y dura en tierras lejanas. Muchas veces es así. Pero la llamada a la misión a la que nos invita Jesús no es exclusivamente para los jóvenes. Todos, cualquiera que sea nuestra edad y condición, estamos llamados a comprometernos valientemente en el anuncio de Jesucristo. Pero no sólo en tierras lejanas, sino también en nuestro entorno. También vosotros, queridos niños y niñas, estáis invitados a ser aquí misioneros valientes.
El Papa Francisco nos recuerda en su exhortación apostólica Evangelii gaudium que “en virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero (cf. Mt 28,19)”. Por tanto, todos los bautizados estamos invitados a ser misioneros. Es una exigencia de nuestro ser cristiano.
Atreverse a ser misionero significa atreverse a anunciar a Jesucristo, su vida y mensaje como una buena noticia. Y qué mejor noticia que decir a nuestros amigos, vecinos o compañeros de estudio, que Dios es Amor, que nos quiere y nos ama inmensamente, y que la expresión máxima de ese amor es que se encarnó en Jesucristo para salvarnos, para llenarnos de vida, de ilusión, de esperanza.
Atreverse a ser misionero es atreverse a construir un mundo mejor para todos, más fraterno, en el que hombres y mujeres, niños y niñas, sintamos que somos igual de importantes para Dios, vivamos solidariamente entre nosotros y sintamos que Dios es la fuente de ese amor que nos une y dignifica a todos.
Atreverse a ser misionero es atreverse a compartir una caricia, un beso, un apretón de manos con aquel que se siente solo o sufre por cualquier causa. Cuántas veces, queridos niños y niñas, habéis experimentado el amor y cariño de vuestros padres cuando os habéis sentido tristes. Ese amor os ha dado vida y os ha animado a seguir. Pues mucho más grande es el Amor que Dios nos tiene a todos. Atreverse a ser misioneros es mostrar, aunque sea tímidamente, ese amor a quienes estando cerca de nosotros, en el barrio o en el colegio se sientan tristes. Dios nos mira y nos ama con pasión. Atrevámonos a compartir esa experiencia amorosa con los demás. Eso es ser también misioneros.
Al igual que los misioneros y misioneras llevan el Evangelio a todos los rincones del mundo y su mensaje está lleno de amor y esperanza, también vosotros, queridos niños y niñas, podéis anunciar la Buena Noticia del Amor de Dios a vuestros amigos y compañeros de colegio e incluso a vuestros familiares. Una manera de ayudar a los misioneros y misioneras que están en tierras lejanas e incluso de ser vosotros mismos misioneros es rezando, pidiendo a Dios por los misioneros, por las personas a quienes atienden, y de manera especial por niños y niñas de esos países, pidiendo a Dios que nos dé a todos un corazón sensible y solidario con los sufrimientos de los demás. Rezar así es muy importante y lo podéis hacer solos o en compañía de vuestros padres, o con los compañeros de colegio o de catequesis. Rezando juntos, en comunión, es también un modo precioso de ser misioneros.
También podéis ser misioneros aportando algo de vuestros ahorros a la colecta de esta Jornada y animando a otros a hacerlo. Así prolongaréis vuestra participación, durante la última Navidad, en la operación SEMBRADORES DE ESTRELLAS, en la que regalabais con una sonrisa en la calle preciosas estrellas de Navidad que anunciaban el mensaje de Jesús. Este gesto seguro que ha provocado sonrisas en la gente, y ha ayudado a tomar conciencia del auténtico espíritu navideño. De esta manera, vosotros mismos pasáis a formar parte de la gran familia misionera, generosa y solidaria con los más necesitados. Adultos, jóvenes y niños, todos estamos invitados a atrevernos a ser misioneros, y juntos, lo haremos mejor.
Concluyo con estas palabras del papa Francisco en la que nos invita a ser misioneros: “Discípulos misioneros que saben ver, sin miopías heredadas; que examinan la realidad desde los ojos y el corazón de Jesús, y desde ahí juzgan. Y que arriesgan, que actúan, que se comprometen. […] [Que] la intercesión de nuestra Madre nos acompañe en nuestro camino de discípulos, para que, poniendo nuestra vida en Cristo, seamos siempre misioneros, que llevemos la luz y la alegría del Evangelio a todas las gentes”.
Que la Santísima Virgen os ayude a todos, queridos niños y niñas, a ser valientes y a comprometernos en la misión. Para todos vosotros y para todos los que os han acompañado de una forma o de otra en la bella tarea de colaborar con los misioneros y misioneras, mi abrazo fraterno y mi bendición.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla



miércoles, 24 de enero de 2018

La visita al Santo Sufí

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La visita al santo sufí


Un turista visitó a un santo sufí.
Se quedó muy sorprendido cuando vio que la casa del sufí era una sola habitación.
Los únicos muebles que habían eran una alfombra y una lámpara de keroseno.
- Turista: "Sufí, ¿dónde están tus muebles?"
- Sufí: "¿dónde están los tuyos?
- Turista: "¿los míos? Pero yo sólo soy un visitante aquí!!"
- Sufí: "Yo también".


La oración. Anthony de Mello

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La Oración

Anciano sufí en el mausoleo del santo sufí Moinuddin.
Ajemeri en India - Cortesís de Nacho Castellano

Un santo sufí partió en peregrinación a La meca. Al llegar a las inmediaciones de la ciudad, se tendió junto al camino, agotado del viaje. Y apenas se había dormido, cuando se vio bruscamente despertado por un airado peregrino:

- "¡En este momento en que todos los creyentes inclinan su cabeza hacia La Meca. se te ocurre a ti apuntar con tus pies hacia el sagrado lugar...! ¿Qué clase de musulmán eres tú?

El sufí no se movió; se limitó a abrir los ojos y a decir:

- "Hermano, ¿querrías hacerme el favor de colocar mis pies de manera que no apunten hacia el Señor?"

Anthony de Mello



martes, 23 de enero de 2018

Oración de Comunión Espiritual. 31 - Diciembre - 2017

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Oración de Comunión Espiritual


María y José llevaron a Jesús al templo y lo presentaron al Señor, como mandaba la ley.
Ahora este Jesús se presenta ante nosotros como alimento de Vida eterna.
También nosotros queremos recibir a este Jesús, nuestro Salvador.
Hagamos juntos nuestra Comunión Espiritual, mis amig@s seguidores, y aquellos amigos que entren casi de puntillas a él y deseen unirse.
Lo vamos a hacer con la oración que nos propone para este día de la Sagrada Familia, la Conferencia Episcopal Española:
"Jesús, María y José, en Vosotros contemplamos el esplendor del amor verdadero. A Vosotros nos dirigimos con confianza..Sagrada Familia de Nazaret, haz que también nuestras familias sean lugares de comunión y cenáculos de oración, auténticas escuelas del Evangelio y pequeñas iglesias domésticas.
Sagrada Familia de Nazaret, que nunca más en las familias se vivan experiencias de violencia, cerrazón y división, que todo el que haya sido herido o escandalizado conozca pronto el consuelo y la sanación.
Jesús, María y José, escuchad y atended nuestras súplicas.
Amén.


domingo, 21 de enero de 2018

Oración de Comunión Espiritual. Por la Unión de las Iglesias. 21 - Enero - 2018

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Oración de Comunión Espiritual


Por la Unión de las Iglesias


En el momento de la Comunión, todos aquell@s amig@s seguidores de este blog, y si así lo desean, pongamos nuestras necesidades ante el Señor, pidiéndole que rompa las cadenas que nos esclavizan y que nos una con lazos de amor y de comunión.
"Dios de Amor, que nos has hecho a tu imagen y nos has redimido en Cristo; quédate con nosotros ahora, y danos la fuerza para amar a nuestro prójimo, y para acoger al que nos necesita.
Dios de Paz, que te mantienes fiel a tu alianza, aunque nosotros nos alejemos de Ti, y en Cristo nos reconcilias Contigo; quédate con nosotros ahora, y pon en nosotros un nuevo espíritu y un nuevo corazón, para que podamos rechazar la violencia, y ser en cambio siervos de tu Paz.
Dios de Gloria, que en Cristo quisiste que tu hogar fuera una familia humana, y que en las aguas del Bautismo nos has adoptado como hijos; quédate con nosotros y ayúdanos a mantenernos fieles a nuestros compromisos familiares y a nuestras responsabilidades comunitarias, y fortalece los lazos de comunión con nuestros hermanos y hermanas en Cristo.
Dios Uno y Trino, que en Cristo nos has hecho uno Contigo y con los demás; quédate con nosotros, y por el poder y el consuelo del Espíritu Santo, líbranos del egocentrismo, la arrogancia y el miedo, que nos impiden caminar hacia la plena unidad visible de tu Iglesia; pon tu mano sobre nosotros, Señor, para que tengamos Vida".


jueves, 18 de enero de 2018

Semana por la unidad de los cristianos. 18 enero 2018

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Semana de Oración 
por la unidad de los cristianos



Desde hace 110 años, del 18 al 25 de enero se celebra la Semana de oración por la unidad de los cristianos, una iniciativa ecuménica instituida en 1908 por el Rev. Paul Wattson en Graymoor (Nueva York), entre la fiesta de San Pedro y la de la conversión de San Pablo. En el hemisferio sur, en cambio, se celebra en los días de Pentecostés.
La iniciativa tuvo una primicia aproximadamente en 1740, en Escocia: un predicador evangélico-pentecostal invitó a un día de oración por la unidad. La misma invitación fue dirigida desde la primera asamblea de obispos anglicanos en Lambeth (1867) y por el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Joaquín III (1902). En 1894 también el Papa León XIII promovió un "Octavario de oración por la unidad". La Iglesia Católica, con el Concilio Vaticano II, subrayó que la oración es el alma del Movimiento ecuménico.
En 1966 el Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de las Iglesias establecieron que prepararían conjuntamente los textos oficiales para la Semana de oración, un trabajo que, desde hace treinta años, se confía todas las veces a un grupo ecuménico local distinto. Para el 2018 fueron elegidas las Iglesias del Caribe, y un grupo ecuménico compuesto por católicos, bautistas, anglicanos, metodistas, presbiterianos y de Iglesias unidas, para editar el subsidio.
El Movimiento de los Focolares está comprometido en promover la Semana, según la oración de Jesús “Que todos sean una sola cosa” (Jn. 17, 21).

Orar y trabajar por la unidad. Octavario. 18 - Enero 2018

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Orar y trabajar por la unidad
Mons. En­ri­que Be­na­vent



Cada año, del 18 al 25 de enero, las igle­sias y co­mu­ni­da­des cris­tia­nas de todo el mun­do nos uni­mos para ce­le­brar el oc­ta­va­rio de ora­ción por la uni­dad de los cris­tia­nos. Al pe­dir a Dios el don de la uni­dad, no ha­ce­mos otra cosa que unir­nos a la ora­ción que Cris­to le di­ri­gió al Pa­dre en la úl­ti­ma Cena y ha­cer­la nues­tra: "Te pido, Pa­dre, que to­dos vi­van uni­dos. Como tú, Pa­dre, es­tás en mí y yo en ti, que tam­bién ellos es­tén en no­so­tros. De este modo el mun­do cree­rá que tú me has en­via­do" (Jn 17, 21).
Esta ora­ción co­mún es un signo de hu­mil­dad por nues­tra par­te. Es­ta­mos re co­no­cien­do que no so­mos ple­na­men­te fie­les a lo que Cris­to qui­so que fue­ra su Igle­sia, y que la di­vi­sión, que tie­ne su ori­gen en nues­tros pe­ca­dos, es un an­ti­signo por­que di­fi­cul­ta la fe en Cris­to y la unión de to­dos los hom­bres en­tre sí. Pero tam­bién es un ges­to con el que es­ta­mos di­cien­do al mun­do que, a pe­sar de las di­vi­sio­nes exis­ten­tes en­tre no­so­tros y las di­fi­cul­ta­des con­cre­tas y reales para al­can­zar la uni­dad, los cris­tia­nos que­re­mos ser obe­dien­tes a la vo­lun­tad del Se­ñor, que quie­re que, en me­dio de un mun­do en el que hay tan­tos en­fren­ta­mien­tos y rup­tu­ras en­tre las per­so­nas y los pue­blos, la Igle­sia sea, en pa­la­bras de san Agus­tín, “mun­do re­con­ci­lia­do”. Por ello, este de­seo de Cris­to no se po­drá rea­li­zar ple­na­men­te mien­tras haya se­pa­ra­cio­nes en­tre quie­nes cree­mos en Él. Cuan­to más uni­dos es­te­mos, más efi­caz será la mi­sión de la Igle­sia, que con­sis­te en tra­ba­jar para que toda la fa­mi­lia hu­ma­na lle­gue a ser una úni­ca fa­mi­lia de los hi­jos de Dios.
Si mi­ra­mos lo que nos fal­ta para al­can­zar la uni­dad, tal vez nos po­de­mos des­ani­mar: te­ne­mos la sen­sa­ción de que el ca­mino re­co­rri­do has­ta hoy por el mo­vi­mien­to ecu­mé­ni­co ha con­se­gui­do po­cos re­sul­ta­dos. En cam­bio, te­nien­do una pers­pec­ti­va his­tó­ri­ca am­plia, des­cu­bri­mos que las re­la­cio­nes en­tre las gran­des con­fe­sio­nes cris­tia­nas han me­jo­ra­do mu­cho y que, poco a poco, se van su­peran­do mu­chos pre­jui­cios. Por ello, no po­de­mos de­jar de pre­gun­tar­nos qué es lo que po­de­mos se­guir ha­cien­do para avan­zar en el ca­mino ha­cia la uni­dad.
En pri­mer lu­gar he­mos de orar. La ora­ción no es ma­ni­fes­ta­ción de la im­po­ten­cia hu­ma­na para al­can­zar un ob­je­ti­vo. Es el re­co­no­ci­mien­to de que todo don vie­ne de lo alto: tam­bién el lo­gro con­su­ma­do de que la uni­dad de la Igle­sia solo pue­de ve­nir de Dios y no pue­de ser obra nues­tra. La ora­ción es un ges­to de hu­mil­dad. Esa hu­mil­dad la vi­vió Cris­to cuan­do oró pi­dien­do al Pa­dre el don de la uni­dad.
Pero no ol­vi­de­mos que la uni­dad no se al­can­za­rá sin no­so­tros. Por ello he­mos de tra­ba­jar tam­bién es­for­zán­do­nos por avan­zar en el ca­mino de la san­ti­dad por la unión con Dios; es­ta­ble­cien­do re­la­cio­nes fra­ter­nas con los cris­tia­nos de otras igle­sias que co­noz­ca­mos; y pro­fun­di­zan­do en el co­no­ci­mien­to de la fe y en el por­qué de las ver­da­des cris­tia­nas. Esto no di­fi­cul­ta, sino que ayu­da en el dia­lo­go en­tre las igle­sias.
Con mi ben­di­ción y afec­to.
+ En­ri­que Be­na­vent Vidal 
Obis­po de Tor­to­sa


domingo, 14 de enero de 2018

Oración de Comunión Espiritual. Jornada del Emigrante y del Refugiado. 14 - Enero - 2018

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Oración de Comunión Espiritual


Jornada del Emigrante y del Refugiado


Estimad@s amig@s, ahora puede ser buen momento para hacer nuestra Comunión Espiritual, si así lo desean y se quieren unir, para mostrar el deseo de recibir a Cristo, al Mesías, al que encontramos en el Pan y en el Vino de la Eucaristía.
"Señor, sé dónde vives, no hace falta que te pregunte, vives en el Pan y el Vino tras las palabras del sacerdote en la Consagración.
Vives en cada Sagrario donde una pequeña luz me dice que estés en casa.


Vives en el otro, hoy en el extranjero, el emigrante, el refugiado, en el que no reza como yo, ni tiene el mismo color de piel, en el que busca un futuro lejos de su tierra, de su casa, de su familia, al que a veces miro con cierto recelo, allí vives.
Vives en el dolor y el sufrimiento del enfermo, del anciano, del que está solo, del que necesita mi cercanía.
Vives en tu Palabra, que oigo y no escucho, que me llama y no entiendo, que pronuncia mi nombre y no sigo; y quiero, Señor, que vivas en mí, a pesar de mis pecados, de mis infidelidades, mis lejanías. 
Quiero ser siempre templo donde Tú habites, Señor."


sábado, 13 de enero de 2018

Cuando estemos viejos

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Cuando estemos viejos

Cuando estemos solos
 Que se nos achique el tiempo
y el sol del invierno
se nos ponga flojo,
y nos cachetee
la cara el espejo.


Cuando estemos viejos
y tiemblen mis manos
al tomar las tuyas.
Y nos falte el llanto,
la risa y la bulla,
de estos tres diablillos
que ya estarán lejos.


Cuando estemos viejos...
cuando estemos solos...
cuando no haya nada
y nos duela todo.


Cuando sólo exista
la casa vacía
y anden en silencio
tu sombra y la mía.


Nos querremos tanto
que nuestro cariño
llenará la ausencia
de estos tres diablillos.


Cuando estemos viejos
yo te lo prometo
compañera mía,
serán nuestros años
plenos de dulzura,
serán nuestras horas
llenas de alegría.


Andaremos juntos,
viejitos inquietos,
las cuatro estaciones
de un mundo de nietos
Y verás, mi vida,
que miente el espejo
pues seremos novios
cuando estemos viejos...


y seremos novios...
cuando estemos viejos.

Jorge Falcón