La periodista Raquel Caldas nos habla de las familias que acogen a los peregrinos que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud.
"Pues ya estamos en la cuenta atrás. Comienza ese tiempo de descuento para la J.M.J. y la familia de nuevo vuelve a ser un pilar fundamental para este evento.
Más de 4.000 familias van a acoger durante estos días a los peregrinos que llegan, y que están llegando ya de todas partes del mundo.
En Madrid, muchos de ellos dejarán sus propias casas, para que los peregrinos puedan descansar durante la visita a Madrid del Papa.
Se marchan a sus casas que tienen en la sierra, en la playa, o incluso a casa de familiares, para dejarles un plato caliente, o una ducha, o una cama a los jóvenes que vienen a ver al Papa.
Conozco al gunas familias, que también me han comentado, que al igual que ellos en otras Jornadas Mundiales de la Juventud fueron acogidos en otras familias extranjeras, ahora son ellos los que quieren hacer el mismo gesto, devolver aquel favor que ellos recibieron; quieren devolver esa experiencia que a ellos, años atrás, les cambió la vida.
Vienen jóvenes, pero también muchas familias, familias jóvenes que quieren compartir con sus hijos esta experiencia, familias recién formadas, o jóvenes que en Jornadas como estas deciden que quieren compartir sus vidas, y formar sus propias familias.
Familias que acogen a peregrinos dejándoles su cama, aunque estén apretados en casa.
Familias que ponen colchones o sacos de dormir para extender en un salón que se va a convertir en un polideportivo improvisado.
Son familias de acogida, que no sólo ofrecen su casa, también su cariño cristiano durante estos días, en los que muchos de estos jóvenes están lejos de sus casas.
La familia, como podemos ver, vuelve a ser así un pilar la Jornada Mundial de la Juventud.
Yo, como joven y como madre de familia, espero y deseo que las familias disfruten de esta fiesta de fe, que den un testimonio al mundo de cuál es la familia cristiana y cuál es su papel tan necesario hoy día en el mundo.
No olvidemos que los millones de jóvenes que seguirán este encuentro, serán familias del futuro.
Así que démosles ejemplo y oremos por ellos".
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