ventana

ventana

Sean bienvenidos

Sean bienvenidos

Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

viernes, 11 de marzo de 2011

Jugar con fuego.


Reflexiones -  Jugar con Fuego 

Con cada fósforo que encendían, mayor era la exaltación.
El pequeño chisporroteo inicial, y luego la llamita amarillenta, hacían brillar los ojos.
Para los cuatro niños era un juego apasionante.  

A fin de aumentar el efecto, los niños se metieron en el guardarropa grande del dormitorio de los padres. La oscuridad hacía brillar más la luz de los fósforos, y allí encendieron los cerillos.
En muy poco tiempo ocurrió lo inevitable.
El fuego pasó a la ropa colgada y pronto todo estuvo envuelto en llamas.
Fue tan intenso y rápido el incendio que no hubo tiempo para escapar.
Unos vecinos advirtieron el humo que salía por debajo de las puertas.
Pero Josué, de cuatro años; Jesse, de tres; José, de dos; y Jeremías, de uno; más el tío de los niños, José Arriola, de veintiún años, murieron en el incendio.
¿Por qué tuvieron que sufrir esta horrible tragedia?
 Por jugar con fuego.

Jugar con fuego. La frase se ha hecho proverbial.
¿Cuántas personas no juegan con fuego?
Y aunque por algún tiempo escapan a las consecuencias, a la larga el desastre siempre se produce.

El elegante y próspero hombre de negocios, de gran prestigio social, que se propone conquistar a su secretaria, juega con fuego.
El incendio está a la mano y el desastre es inminente.
 Matrimonio, hogar e hijos tarde o temprano quedan destruidos.

La mujer joven y bella, madre con varios hijos, que se deja cortejar por un hombre guapo, también juega con fuego.
En poco tiempo se queman ella y toda su familia.
Bien lo dice el refrán:
"El hombre es fuego, la mujer estopa; viene el diablo, y sopla."

La gran verdad es que nunca se debe jugar con fuego.
El incendio siempre anda cerca de la persona que ha puesto a un lado sus convicciones.
 Esa persona, sea quien sea, por jugar con fuego, se quema.

Por eso dice el sabio Salomón:
¿Puede alguien echarse brasas en el pecho sin quemarse la ropa?
¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies?
Pues tampoco quien se acuesta con la mujer ajena puede tocarla y quedar impune. (Proverbios 6:27-29).
Sólo Jesucristo nos da la fuerza moral y la firmeza de voluntad para huir de todo fuego sensual.
 Sólo Él nos dota de una moral firme y sólida, capaz de resistir las tentaciones de nuestra naturaleza pecaminosa.
Cristo es nuestra única seguridad.
Hermano Pablo.
Un mensaje a la Conciencia.



No hay comentarios: