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BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II

Navarro-Valls destaca en COPE "el optimismo" y "la alegría" de Juan Pablo II

Cope

RELIGIÓN. El Director de la oficina de prensa de la Santa Sede, desde 1984 hasta el año 2006, Joaquin Navarro-Valls en COPE, ha querido resaltar como cualidades de Juan Pablo II "su optimismo y su alegría".

Navarro-Valls junto a Juan Pablo II. (Foto: Web Navarro-Valls)

El portavoz del Papa Juan Pablo II, Joaquin Navarro-Valls ha destacado el optimismo y la alegría del Papa. "Era optimista incluso cuando se trabajaba sobre temas difíciles y dramáticos", ha matizado.

Navarro-Valls ha sido el primer y único seglar elegido portavoz del Vaticano, preguntado por ello, el que fue director de prensa de la Santa Sede ha señalado que Juan Pablo II "rompió moldes en tantos ámbitos que no se podrían enumerar" pero la base de esta elección y de muchas otras fue el "gran sentido de la profesionalidad que tenía". "Era un hombre nada clerical, que creía en la profesionalidad de las personas y le hacía buscar a las personas que podrían ayudarle en su tarea", ha afirmado.

"El se fiaba, reflexionaba en voz alta, condividía pensamientos pero sobretodo, condividía su alegría, era un hombre alegre y hemos reído mucho junto a él", ha subrayado en una entrevista durante el programa especial de COPE con motivo de la beatificación del Pontífice.

Además, Navarro-Valls ha contado que el Papa "no quería estar aislado dentro de una estructura" y "compartir el almuerzo o la cena con sus amigos era muy importante para él".

Según ha señalado Navarro-Valls, Juan Pablo II "era metódico pero al mismo tiempo era capaz de improvisar", porque "todo estaba muy claro en su mente". De esta forma, ha explicado que "no sabía perder un minuto, y simultáneamente nunca tenía prisa". "Sabía controlar su tiempo, sabía el valor que un minuto tiene, pero al mismo tiempo te daba la sensación de que nunca tenía prisa y que dedicaba a cada cosa el tiempo que era necesario", ha afirmado.

Preguntado por la humanidad de Karol Wojtyla, Navarro Valls ha vuelto ha incidir en "su alegría y su buen humor". "Era una delicia trabajar con él porque el clima era optimista incluso cuando se trabajaba sobre temas difíciles y dramáticos". Según ha explicado, ésto va más allá del carácter,  era una persona que se creía muy enserio las dos líneas con las que comienza el Génesis: "Dios creo al hombre a su imagen y semejanza". Sé que la apariencia de tragedia termina en un final feliz porque Dios no puede fallar a esa criatura que él ha creado. "Eso estaba en la base de su optimismo y de su alegría", ha destacado.

De Juan Pablo II, Navarro-Valls también ha contado que "expresaba sus emociones, el cansancio se le veía" y ha recordado las conversaciones que mantenían durante las largas caminatas que realizaban por la montaña "en las pocas semanas que tenía de descanso". "A veces me tenía que recordar a mí mismo que estaba hablando con el Papa, porque él no te hacía pensar que era el Papa", ha contado.

Según ha contado, cuando Juan Pablo II fue ordenado sacerdote "ya había perdido a todas las personas a las que había podido amar en su vida". "El sufrimiento fue muy precoz en su vida, pero el dolor físico lo conoció de modo brutal, el día del atentado de 1981", ha afirmado.