El Crisma -como sabemos- es aceite mezclado con perfume.
Cuando recibimos el 2º sacramento: Bautismo y Confirmación, están en orden a la Eucaristía, están en orden a entregarnos con Cristo, a entrar en comunión -común unión- plena y definitiva con Cristo.
Aquellos apóstoles van a Samaria, imponen las manos, rezan, y así esa oración se hace plena con la celebración eucarística: "Aclama al Señor tierra entera".
No querían que la Palabra continuase. Han matado a Esteban. Y sin embargo, la muerte del diácono Esteban, hace posible el comienzo de la misión, es un movimiento de expansión y de comunicación, que marca una nueva etapa en el ministerio de Cristo; porque Cristo ya no es visible, pero no es por ello menos real su presencia, y eso, la presencia de Cristo, provoca en Samaria, como provocará en todos los sitios, una auténtica explosión de alegría, porque la alegría es la presencia ya del Espíritu.
De este Espíritu, nos habla Jesús, de una manera hoy interesantísima en el Evangelio.
Primero lo llama Paráclito, ¡qué palabra tan especial!, casi no se puede traducir en nuestra lengua.
...Y recuerda aquella señora del pueblo que decía: "El Espíritu Santo Paralítico".
¡Paráclito, no Paralítico!
Paráclito significa Defensor.
Paráclito significa Intercesor.
Paráclito significa Abogado.
Interesante dos cosas:
Una que dice "Otro Defensor, otro Paráclito". Luego el primer Paráclito es Cristo mismo, ¿eh?
Otro Paráclito, aunque no está aquí física, visiblemente presente, Él está presente con toda la fuerza:
Él es el que sostiene, Él es el que intercede, Él es el que aboga, Él es el que defiende.
Pues bien, en esta conversación del Evangelio de hoy, que se mantiene en la sobremesa de la Última Cena, el texto de hoy está situado históricamente en el Jueves Santo; Él habla a los apóstoles, y hablando a los apóstoles, habla a toda la Iglesia, diciendo:
"No me veréis físicamente, pero yo estaré, y estaré por la fuerza del Espíritu.
Otro Paráclito, otro defensor.
Defensor significa, que habrá ataques, ¿eh?.
Si es un apoyo significa que habrá debilidad.
Si es Intercesor, significa que habrá alguien que acuse.
En definitiva, no faltará acusador día y noche acusándonos.
Pero ante el acusador, el príncipe de la mentira, está el Espíritu de la Verdad, el que nos lo vaya recordando todo., el que haga que sea posible que la Iglesia no olvide lo fundamental que es hacer memoria de Cristo en hombres que somos vulnerables.
Él nos ha pedido permanecer en su amor, pero no va a ser fácil esa permanencia ni la práctica de los mandamientos -como dice el Evangelio- porque somos débiles, y para ayudar a esta debilidad, Jesús promete una ayuda: El Defensor, y está para todos los cristianos, no para algunos.
Los dones y carismas serán como Él quiera, y a quienes Él quiera, pero Él es para todo el pueblo de Dios. El Espíritu nunca ha dejado de actuar en la Iglesia para el bien del mundo. El Espíritu cuenta con todo.
Es tremendo el clericalismo.
Teóricamente todos estamos de acuerdo en que en que no tiene que haber clericalismo en la Iglesia, pero a la hora de mojarnos, de comprometernos, de dar la cara, decimos:
"Para eso están los pastores, que hablen de ellos, o para eso está el cura".
O por parte de los clérigos:
"Que los fieles no lo sepan, que los fieles no se enteren". Como si fueran de 2ª división.
Y el Espíritu Santo, sin embargo, se da a todos.
Hemos sido todos consagrados.
Cualquier persona que tenemos delante, está consagrada, dedicada.
Cualquier persona bautizada es sagrada, porque el Espíritu se da a todos, para la edificación común.
¡Qué magnífica reflexión ésta, preparándonos a celebrar Pentecostés ya dentro de quince días!
Y es que la Iglesia, después de la fiesta de Pentecostés, no hay ninguna acción sacramental que no sea pentecostal, no hay nada que no tenga la efusión del Espíritu; y esto es el dinamismo.
Cuando hay apatía, cuando hay tristeza, cuando hay inmovilismo, ¡ay! qué terrible es eso, ¿eh? porque es que no hay Espíritu, no hay, porque es que donde no hay alegría, donde no hay fortaleza, hay que pedirlo.
El Espíritu se recibe por la imposición de las manos sacramentalmente y se renueva por la oración.
Acabando el mes de mayo, referencia obligada a María.
"Perseveraban en la oración con María, la Madre de Jesús y los hermanos de Éste".
Perseveremos en la oración y pidamos para todos -para todos sin excepción- la Fuerza del Espíritu Santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario