J.Leoz
Quiero, Virgen María,
un hogar cálido como el tuyo
para que Dios no pase de largo.
Quiero Virgen María,
un hogar sin puertas como el tuyo
para que el Ángel entre sin dificultades.
Quiero Virgen María,
un hogar sin techo,
para que, aún durmiendo,
pueda contemplar la inmensidad del cielo.
Quiero Virgen María,
un hogar sencillo y con maderos,
para que, ni la vida ni los problemas,
me alejen del espíritu de aquel esposo carpintero.
Quiero Virgen María,
un hogar con veleta apuntando hacia Dios,
un hogar con pozo de agua fresca,
un hogar con alma sencilla,
un hogar donde, cuando Jesús entre,
encuentre siempre la mesa puesta y el corazón dispuesto.
Quiero Virgen María,
un hogar con paredes blancas y corazones fuertes,
un hogar con fuego vivo y sábanas blancas
un hogar, donde el Evangelio,
sea escuchado, seguido y proclamado.
Así, Virgen María,
quiero que sea mi hogar.
AMÉN.
Amen.
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