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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 7 de abril de 2011

Tú eres la vida


Estaba muerto y estoy vivo.
Estaba aprisionado por la losa del sepulcro,
y me has sacado afuera.
Estaba vendado y me desataron.
Dicen que ya olía a podrido.
Vuelvo a oler a vida.
Dicen que olía mal.
Y vuelvo a oler a perfume de vida.
Señor no llegaste a tiempo para sanarme.
Ni siquiera llegaste para mi entierro.
Y has llegado a tiempo para resucitarme.
No has llegado a tiempo cuando estaba enfermo.
Y has llegado a tiempo ahora que estoy muerto.
Señor, que siempre llegas tarde.
Y siempre llegas a tiempo.
Siempre llegas tarde para nuestras prisas.
Y siempre llegas a tiempo para tus esperas.
Que lleva ya cuatro días de muerto.
Yo me olvidé cuando fue la última vez que estuve vivo.
Que nadie se atreve abrir mi sepulcro.
Y tú mandas rodar la piedra que me encierra.
Dicen que lloraste su muerte.
Porque le amabas y querías.
Era tu amigo.
¿Cuántas lágrimas has derramado ya sobre mí?
Porque sé que también me amas y me quieres.
Porque sé que también eres mi amigo.
Y me quieres aunque todavía esté muerto.
Y me quieres para que también yo viva.
Eres mi amigo.
Y me quieres para que también en mi vida muerta,
“Se manifieste la gloria del Padre”.
Ordena que se suelten mis ataduras.
Las tuyas quedaron como recuerdo en tu sepulcro.
Ordena que recupere mi libertad.
Tú la recuperaste al resucitar.
Ordena que vuelva a andar.
Hay muertos que huelen mal.
Hasta que tú los llamas. Y los mandas salir afuera.
Y mandes les den de comer.
Y les mandas comiencen de nuevo a caminar.
Hoy quiero escuchar tu voz de amigo:
“Hermano, sal afuera”.
Sal del sepulcro de tu muerte espiritual.
Sal del sepulcro de muerte de tus resentimientos.
Sal del sepulcro de muerte de tus odios y rencores.
Sal del sepulcro de muerte de tu falta de esperanza.
Sal del sepulcro y comienza a vivir de nuevo.
Sal del sepulcro y comienza a andar otra vez.
Porque “tú eres la vida”.
Eres la esperanza de todos los que estamos muertos.
La próxima semana tú serás el muerto.
Y el que experimentarás la oscuridad del sepulcro.
Pero entonces será tu Padre quien grite en tu tumba:
“¡Hijo, resucita!”.
Y tu sepulcro volverá a quedar vacío.
Y los tuyos desconcertados por tu ausencia.
La ausencia llena de presencia.
No. No serás el jardinero que te ha levantado del sepulcro.
Serás tú mismo volviendo a llamarnos por nuestro nombre.
Serás tú el que te aparecerás y de nos devuelvas la alegría
De tu PASCUA.
Clemente Sobrado C.P.www.iglesiaquecamina.com
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