Significado de la Cuaresma
La cuaresma es un período de cuarenta días que la Iglesia ha fijado como preparación a la Pascua.
Comprende desde el Miércoles de Ceniza hasta antes de la eucaristía vespertina del Jueves Santo.
Podemos hablar de dos etapas en la historia de la cuaresma.
Antes que la cuaresma fuera Instituída formalmente por la Iglesia, ya existían en el pueblo de Israel “prácticas cuaresmales” de penitencia, ayuno y oración:
+ A.T. El ayuno de Moisés (Ex. 34, 28).
El precepto de la ley (Lv. 16, 29-31).
La penitencia de Nínive (Jo. 3, 1 ss).
+ N.T. Jesús modelo de ayuno y oración (Mt. 4, 1-2).
La primitiva comunidad (Hech. 14, 23).
San Ireneo en el siglo II y la “Didascalia” en el siglo III nos hablan de ayunos precuaresmales, pero son únicamente algunos días, o bien sólo durante Semana Santa.
Fue hacia fines del siglo IV cuando la Iglesia instituye formalmente este período de cuarenta días como tiempo de preparación a la Pascua.
+ Los penitentes públicos: se preparaban a la reconciliación del Jueves Santo con obras y ritos especiales.
+ Los catecúmenos: se preparaban para recibir el bautismo mediante una participación más intensa en las instrucciones y celebraciones propias.
+ Todos los fieles: se preparaban a la Pascua llevando a cabo obras penitenciales y caritativas, y sosteniendo con su ejemplo y oración a los penitentes públicos y a los catecúmenos.
Existía entonces la piadosa costumbre de las “Misas de estaciones”, que daban comienzo con la celebración del Miércoles de Ceniza y se llevaban a cabo en dos templos: el templo de reunión y el templo de estación, en el camino de uno a otro, los fieles, catecúmenos y penitentes públicos organizaban procesiones cantando y rezando.
Además de estas celebraciones dominicales, los cristianos se reunían los miércoles y viernes, en recuerdo de la captura y muerte del Señor. La finalidad de estas reuniones era dedicarse con más atención y empeño a la escucha de la Palabra de Dios y la oración.
SENTIDO ACTUAL DE LA CUARESMA
Según la reforma del Concilio Vaticano II, la cuaresma tiene dos sentidos:
1) Sentido Bautismal: la cuaresma nos recuerda nuestro bautismo y prepara a los catecúmenos a recibirlo.
2) Sentido penitencial: la cuaresma es tiempo de hacer penitencia individual y social:
+ Individual: aborrecer el pecado y recurrir con más frecuencia al sacramento de la confesión.
+ Social: llevar a cabo obras de caridad.
Los principales temas que la liturgia cuaresmal nos ofrece son:
1) La Cruz: significa hacer morir en nosotros al hombre viejo inclinado a los placeres de la carne para renacer a una vida nueva según el espíritu y la conducta de hijo de Dios.
2) Penitencia: reconocimiento de nuestro propio pecado y pobreza para buscar con sinceridad nuestra conversión.
3) Bautismo: volver a nacer por el agua y el Espíritu a una vida nueva, e insertarnos a la Iglesia pueblo de Dios.
4) Ayuno: ascésis física.
5) Oración: más frecuente, fervorosa, humilde, confiada y nutrida de la palabra de Dios.
6) Caridad fraterna.
7) Escucha de la Palabra de Dios.
LA PENITENCIA
La penitencia, traducción latina de la palabra griega metanoia que en la Biblia significa la conversión (literalmente el cambio de espíritu) del pecador, designa todo un conjunto de actos interiores y exteriores dirigidos a la reparación del pecado cometido, y el estado de cosas que resulta de ello para el pecador. Literalmente cambio de vida, se dice del acto del pecador que vuelve a Dios después de haber estado alejado de Él, o del incrédulo que alcanza la fe.
“La penitencia interior del cristiano puede tener expresiones muy variadas. La Escritura y los Padres insisten sobre todo en tres formas: el AYUNO, la oración, la limosna, que expresan la conversión con relación a sí mismo, con relación a Dios y con relación a los demás. Junto a la purificación radical operada por el Bautismo o por el martirio, citan, como medio de obtener el perdón de los pecados, los esfuerzos realizados para reconciliarse con el prójimo, las lágrimas de penitencia, la preocupación por la salvación del prójimo, la intercesión de los santos y la práctica de la caridad “que cubre multitud de pecados” (1 Pedro, 4,8.).” (Catecismo Iglesia Católica, n.1434).
“Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por la ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia.” (Código de Derecho Canónico, cánon 1249).
“En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma.” (Código de Derecho Canónico, cánon 1250).
En recuerdo del día en que murió Jesucristo en la Santa Cruz, “todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.” (Código de Derecho Canónico, cánon 1251).
AYUNO Y ABSTINENCIA
Consiste en hacer una sola comida al día, aunque se puede comer algo menos de lo acostumbrado por la mañana y la noche. No se debe comer nada entre los alimentos principales, salvo caso de enfermedad.
Obliga vivir la ley del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que tengan cumplido cincuenta y nueve años. (cfr. CIC, c. 1252).
Se llama abstinencia a privarse de comer carne (roja o blanca y sus derivados). Pescado es posible comer.
La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años en adelante.(cfr. CIC, c. 1252).
“La Conferencia Episcopal de cada País puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad.” (Código de Derecho Canónico, cánon 1253).
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