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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

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Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

domingo, 17 de abril de 2011

En la Cruz

Por José María Zandueta Munárriz


En la Cruz
¡Cómo abruma, Señor, tanto pecado
en esa Cruz que Tú llevaste a cuestas!
¡Cuántas culpas y acciones deshonestas
hirieron el dintel de tu costado!
¿Cuántas veces, Jesús, me has perdonado
y en amargo silencio me amonestas?
¿Qué más preguntaré? ¡Cuántas respuestas
nos da esa Cruz en la que estás clavado!
Cristo Jesús, mi corazón doliente
va meditando al par de tus dolores
todo el amor que en tu Pasión me inspiras.
De rodillas me postro reverente
y te pido el perdón de mis errores
desde esa Cruz, donde colgado expiras.


Plegaria
Sí, mi Señor… Abierta está la herida
del estilete atroz de la lanzada.
Lanza asesina, que tu pecho horada,
hierro cruel que cercenó tu vida.
Fue Longinos la mano deicida
que exterminó el fulgor de tu mirada,
pero a su vez fui yo la fuerza airada
y el brazo ejecutor y fratricida.
Sí, mi Señor, que yo también he sido
verdugo y centurión, lanza cobarde
que hirió tu corazón y tu costado.
Perdóname otra vez, si arrepentido,
postrándome ante Ti, vengo esta tarde
a llorar mi maldad y mi pecado.


Hora sexta
Señor, vas a morir… Míranos antes.
Abrásanos con una llamarada
de tu perdón en la postrer mirada
de tus ojos sin luz, agonizantes.
De rodillas venimos suplicantes
para ungir esa carne desgarrada,
pidiendo, por la sangre derramada,
el perdón de tus labios deprecantes.
Todo se ha consumado… Tus heridas
serán perenne luz, sangrienta aurora,
amanecer de un nuevo amor fecundo.
Lo das todo. Tus llagas encendidas,
el precio de tu sangre redentora,
todo lo das por redimir al mundo.


Bendito sea aquel día
que en la Cruz nos redimiste
y que al pecador quisiste
perdonar en tu agonía.
Se cumplió la profecía
de tu Muerte y tu Pasión.
Bendito sea el perdón
que otorgaste al mundo entero
tras el lanzazo certero
que horadó tu corazón.


Mater Dolorosa
Se va y se vuelve a Cristo por María,
la Virgen Dolorosa y Madre nuestra,
que en el ritual de la Pasión se muestra
sufriendo ante la Cruz lenta agonía.
Tus dolores sintamos noche y día,
ya que tu amor de Madre nos demuestra
que no hay pena en el mundo como vuestra
triste aflicción y dolorosa vía.
Por ti vamos a Cristo. Tus dolores
se asocian en la cumbre del Calvario
al valor de su sangre generosa.
Muriendo por nosotros, pecadores,
nos da Dios en legado hereditario
a su Madre, la Virgen Dolorosa.



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