"Ventana abierta"
Los cinco minutos del Espíritu Santo
Mons. Víctor Manuel Fernández
El Espíritu Santo nos llama, a
cada uno de nosotros, a llevar el Evangelio a los demás. Pero nuestra debilidad
siempre nos lleva a poner excusas y a seguir en la comodidad. Por eso es bueno
que hoy recordemos a San Francisco Javier, para descubrir hasta qué punto el
Espíritu Santo nos puede sacar de la comodidad.
Francisco Javier fue uno de los siete primeros integrantes de la comunidad de
San Ignacio de Loyola que luego se llamaría Compañía de Jesús.
Viajó a Venecia con la intención de embarcarse para llegar a Tierra Santa. Allí
se dedicó a atender enfermos en el hospital de incurables, donde transmitía el
amor y el consuelo de Dios con una deslumbrante piedad. No pudo viajar a
Jerusalén debido a la guerra de Venecia con los turcos. Pero realizó su
incontenible deseo de evangelizar ofreciéndose al Papa para evangelizar en Asia.
El Papa lo nombró legado suyo para todo el extremo Oriente. Se embarcó, y en el
viaje no perdió tiempo. Convirtió a toda la tripulación.
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