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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 24 de diciembre de 2020

REFLEXIÓN PARA EL JUEVES, 24 - DICIEMBRE - 2020 - FERIA PRIVILEGIADA DE ADVIENTO

 "Ventana abierta"

De la mano de María

Héctor L. Márquez (Conferencista católico)

REFLEXIÓN PARA EL JUEVES,  24 - DICIEMBRE - 2020 - FERIA PRIVILEGIADA DE ADVIENTO

“Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos”…

La liturgia propia de hoy, 24 de diciembre, casi siempre pasa inadvertida, diluyéndose en el barullo de la celebración de la Vigilia la Natividad del Señor. No obstante, resulta conveniente que contemplemos las lecturas, pues completan una historia que culmina el tiempo de Adviento y nos coloca en el umbral de la Navidad propiamente.

La primera lectura (2 Sam 7,1-5.8b-12.14a.16) nos presenta al rey David, que ha logrado unificar las tribus, trayendo paz y estabilidad al pueblo, convirtiéndose en el primer rey que efectivamente reina sobre los reinos del Norte y del Sur. Habiendo terminado la etapa de las peregrinaciones, quiere construirle un templo a Dios: “Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda”. Pero Dios le deja saber por medio del profeta Natán que no será él quien le construya el templo (eso le tocará a su hijo Salomón). En cambio, le promete una descendencia, que siempre ha sido interpretada como un anuncio del rey mesiánico: “el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre” (Cfr. Lc 1,32).

El Salmo (88) exalta la misericordia de Dios que se refleja en su fidelidad, y afianza la promesa hecha a David de un linaje perpetuo: “Sellé una alianza con mi elegido, jurando a David, mi siervo: ‘Te fundaré un linaje perpetuo, edificaré tu trono para todas las edades’”.

La lectura evangélica (Lc 1,67-69) nos presenta el cántico de Zacarías. Zacarías había quedado mudo por dudar de la palabra del ángel que le anunció que su esposa Isabel iba a concebir y tener un hijo. El pasaje de hoy se da dentro del contexto de la presentación de su hijo en el Templo según mandaba la Ley. Cuando fueron a ponerle nombre al niño, Zacarías confirmó la petición de Isabel, escribiendo en una tabilla: “Juan es su nombre” (Lc 1,63). Ante el asombro de todos los presentes, a Zacarías “se le soltó la lengua” y comenzó a alabar a Dios.

Ayer escuchábamos de boca de María el canto del Magníficat. Hoy escuchamos el Benedictus, que es un canto de alabanza a Dios que nos anuncia el cumplimiento de todas las profecías del Antiguo Testamento en la persona de Jesús que va a nacer en “la Casa de David, su siervo”. Esto porque Dios ha sido fiel a su Alianza, visitando y redimiendo a su pueblo.

Lleno del Espíritu Santo, Zacarías anuncia que su hijo irá “delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados”.

Hoy es víspera de Navidad, y este cántico nos llena de alegría, y sirve de culminación al tiempo de Adviento, en el cual hemos estado esperando, anticipando, preparándonos para el nacimiento, ya inminente, del Niño Dios.

Ya en unas horas habrá nacido la salvación del mundo. Entonces podremos exclamar: ¡Feliz Navidad!

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