"Ventana abierta"
Una Navidad atípica
A mis nietos y nieta
Digo que ha sido atípica esta Navidad, queridos nietos y nieta, porque ha sido diferente a todas cuantas hemos celebrado en todos los años de nuestra vida hasta ahora.
Apareció esta terrible pandemia de Covid, a poco de terminar el año 2019, y poco tiempo después de comenzar el 2020, como recordaréis. Ahora vamos a entrar en el año 2021 que ya está llamando a la puerta, y aún continuamos con este horror, un año entero sin tener contacto con familiares, y menos aún con amistades, todo se está celebrando en la más rigurosa intimidad, muy bien aconsejado por los sanitarios, para evitar posibles contagios durante esta atroz pandemia, que azota al mundo con infinidad de pérdidas humanas y contagios masivos.
Ha sido un año de mucho dolor y sentimientos encontrados: por un lado con muchísimas ganas de abrazarnos, tanto los abuelos, como los hijos y los nietos; y por otro lado, por temor al contagio, todos con mascarillas y guardando las distancias de seguridad, sin podernos acercar, acariciar, ni besar, como lo hacíamos antes de suceder esto.
Una Navidad tan pobre de familiares cercanos, como rica en sentimientos, al ponernos, ahora sí, en la piel de la Sagrada Familia que recibieron a su Hijo Jesús en solitario y en la más estricta pobreza, pero con el más preciado cariño por parte de sus padres José y María que lo esperaban con el más puro amor.
Luego vendrían la alegría de los pastores, y los Magos buscando y aclamando al Rey del Universo.
Ahora le pedimos a este Rey Omnipotente, que aparte de todas las familias del mundo esta pandemia, poniendo fin a esta Covid 19 que está asolando la población a nivel mundial, causando tantos estragos y rompiendo en pedazos a tantas familias con tantas bajas, y con tal cantidad de enfermos imposible de cuantificar, al mismo tiempo sin disponer de suficientes hospitales porque todos se encuentran colapsados, y con los sanitarios exhaustos, al borde de la extenuación y el agotamiento.
Pedimos por las víctimas, que el Señor las haya acogido en su seno y descansen en la paz de su amor, y por sus familias que están sufriendo su inesperada y dolorosa pérdida.
Señor, Padre nuestro, ten piedad de nosotros en el recuerdo de tu primera navidad, y que nosotros recordamos, celebrando tu nacimiento para bien y salvación de la humanidad.
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