"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Jesús… nos libra de la ira venidera.
1 Tesalonicenses 1: 10
(Jesús dijo:) Y no queréis venir a mí para que
tengáis vida.
Juan 5: 40
Creo; ayuda mi incredulidad.
Marcos 9: 24
Incredulidad fatal
Durante el reinado de Joram (siglo 9 antes de Cristo), el poderoso ejército sirio rodeó a Samaria, capital del norte del reino de Israel, para sitiarla. La hambruna alcanzó así proporciones indescriptibles (2 Reyes 7).
Repentinamente, Dios envió un mensaje de esperanza por medio del profeta
Eliseo. Este se puede resumir así: mañana habrá alimento en abundancia.
Un oficial del ejército, sobre cuyo brazo el
rey de Israel se apoyaba y quien había vivido todo ese sitio muy de cerca, oyó
la palabra del profeta. Pero en vez de creer lo que el profeta decía, se burló,
diciendo: Si Dios hiciere “ventanas en el cielo”, ¿se cumpliría esta palabra?
Para él, librar tan rápido a Samaria de los sirios era imposible.
Pero, como siempre, la Palabra de Dios se
cumplió. Dios hizo que los asaltantes escuchasen un ruido de carros y de
caballos… Imaginaron que un ejército llegaba y huyeron para salvar su vida,
abandonando en su campamento sus caballos y sus provisiones. Al día siguiente,
cuando el pueblo salió para saquear el campamento abandonado, el oficial que se
había burlado fue pisoteado en la puerta de la ciudad y murió. Aunque vio la
liberación, no pudo disfrutar la bendición que Dios había enviado a su pueblo.
Hoy Dios hace anunciar su mensaje de salvación
a toda la humanidad: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hechos 16: 31). ¿Lo creemos o lo ponemos en duda, como lo hizo el oficial del rey? Estimado
lector, reciba el Evangelio, para que no sea testigo de la salvación de otros
mientras usted mismo sigue perdido.
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