"Ventana abierta"
La Buena Semilla
(Cristo) aunque fue crucificado en debilidad, vive por el poder de Dios.
2 Corintios 13: 4
(El cuerpo del creyente) se siembra en
debilidad, resucitará en poder.
1 Corintios 15: 43
La debilidad y el poder
Sorprendentemente la expresión “en debilidad”
es aplicada a Jesucristo. El Señor de gloria (1 Corintios 2: 8). fue
“crucificado en debilidad”. Su camino en la tierra fue marcado por su
humanidad: “Estando en la condición de hombre” (Filipenses 2: 8). Esa
condición humana estuvo caracterizada por la debilidad, cuya máxima
manifestación fue su muerte en la cruz.
Pero la debilidad de ningún modo debe ser
confundida con un defecto. El Señor Jesús “no conoció pecado”; “no hay pecado
en él” (2 Corintios 5: 21; 1 Juan 3: 5). Para salvar a los hombres, Jesús
se hizo verdaderamente hombre en la tierra; por eso sintió cansancio, hambre,
sed… ¡Y luego aceptó morir en nuestro lugar! Su cuerpo fue puesto en una tumba.
Todo esto muestra la humillación del Hijo de Dios, quien se hizo “semejante a
los hombres” (Filipenses 2: 7), con toda la debilidad que eso implica. Pero
ahora, vive por el poder de Dios.
Cuando los creyentes mueren, su cuerpo es
colocado en la tierra como una “semilla”, así lo expresa la Escritura: “se
siembra en debilidad”. La muerte es el punto final de la fragilidad humana. Pero
dice: “se siembra”. Y, por la fe, esto implica una esperanza de vida, pues el
versículo continúa diciendo: “resucitará en poder”. Cuando nuestro Señor Jesús
venga, el poder que lo resucitó actuará también sobre “el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya” (Filipenses
3: 21).
¡Qué poder tiene Dios! ¡Que triunfó ante toda
la debilidad e incapacidad que todavía nos caracteriza!
No hay comentarios:
Publicar un comentario