"Ventana abierta"
RINCÓN PARA ORAR
SOR MATILDE
YO SOY EL PAN DE VIDA
35 Les dijo Jesús: « Yo soy el pan de la
vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca
sed.
36 Pero ya os lo he dicho:
Me habéis visto y no creéis.
37 Todo lo que me dé el
Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera;
38 porque he bajado del
cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
39 Y esta es la voluntad
del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo
resucite el último día.
40 Porque esta es la voluntad
de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que
yo le resucite el último día. » (6, 35-40)
El hambre y la sed, los dos problemas mundiales de la
pobreza en este mundo. El pan, alimento primario del que nadie tendría que
carecer para saciar su hambre; y el agua, bebida también prioritaria para la
sed. Y Jesús se compara al pan y al agua. Jesús no es como el maná que sació el
hambre del pueblo de Israel en el desierto, pero no les llevo a la Tierra
Prometida: es el pan material que acaba en sí mismo, por ello es transitorio.
El “Pan del cielo”, que es Jesús, sacia sin dar hartura, porque da vida eterna,
es la prenda de la resurrección de nuestro cuerpo, junto con Jesús, el primer
resucitado de entre los muertos. En Él quedan saciados todos los anhelos del
corazón del hombre de “ser como Dios”. Y en Él lo seremos, con tal que nos
adhiramos a Él de todo corazón y con toda el alma...
¿Y cómo podrá ser esto?... No sabemos, pero la Palabra
de Jesús nos lo asegura y Ella no puede engañarnos porque es la Verdad de Dios:
Cristo en persona. Él no habla por su cuenta, sino que nos transmite fielmente
la voluntad de su Padre, que es introducirnos en la vida de la Trinidad, donde
todo es Amor y donación al que crea y busque a Jesús como su verdadero amor.
Por esto, “el Pan del cielo” y el Amor se identifican en
Jesús. Porque también es “el Amado del Padre”... ¿Y quién no busca el amor en
su vida como lo único necesario?: esto es sensatez y sin embargo “me habéis
visto y no creéis”... ¡Qué misterio este que el hombre ve y busca el Amor y
acaba adhiriéndose a otros dioses, a otros amores que no se pueden llamar
tales!...
Pero los elegidos por el Padre, en su Misterio de
predilección, que siempre serán los pequeños y los pobres, son entregados a
Jesús en posesión: “son suyos” y los cuida y los une a Sí para que “donde esté
Él, estemos también nosotros” para recibir la vida eterna:¡Ninguno de éstos se
va a perder porque están sellados por la gracia del Espíritu de Amor y ya no se
poseen sino que son “los que el Padre le ha entregado a Jesús” al precio de su
Sangre. Los compró con su Sangre... ¿Cómo no van a ser suyos?...
¡Seamos muy celosos de ser “de los de Jesús”, de los que
le buscan en todos los acontecimientos de su vida!; ¡de los que “sin ver creen”
porque quieren ser de sus bienaventurados, de los que se fían de que sus vidas
están bien guardadas en “el zurrón de Dios” y no pueden perderse, aunque a
veces la cruz que Jesús nos envía, para unirnos más a Él, nos resulta
incomprensible y el Enemigo quiera hacernos tropezar en ella, como piedra de
escándalo, para apartarnos de Jesús!...
¡Qué importante la oración continua a nuestro Dios, el estar bajo su gracia, como un manto que me cubre y protege de todo mal!.... ¡Oremos y confiemos, que Dios nunca nos defrauda!...
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