"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Consideraos muertos al pecado.
Romanos 6: 11
Todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo
lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre… en esto
pensad.
Filipenses 4: 8
Malos pensamientos
¿El diablo es el que hace nacer los malos
pensamientos en el creyente?
No, no es el diablo, sino la naturaleza pecaminosa
que todavía está en el creyente.
El Señor Jesús dijo: “Del corazón salen los
malos pensamientos” (Mateo 15: 19). La fuente de nuestros malos
pensamientos todavía está en nosotros. Pero el diablo tiene una gran
experiencia para actuar en los hombres, pues sabe cómo despertar nuestros
deseos, suscitar nuestra codicia y llevarnos a pecar. Sus ataques se centran en
los flancos en los cuales somos especialmente frágiles.
El solo hecho de tener malos pensamientos
debería ser la señal de alerta. Para ser librados, tengamos el reflejo de ir
sencillamente a Jesús, quien venció a Satanás. Con solo clamar a Jesús, el
diablo huirá. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como
león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes
en la fe” (1 Pedro 5: 8-9). “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y
huirá de vosotros” (Santiago 4: 7).
Leamos la Palabra de Dios; ella purificará
nuestra conciencia, la mantendrá despierta y la hará capaz de detectar todo
pensamiento impuro. La Biblia nos iluminará, alimentará nuestro espíritu con
cosas buenas y nos mostrará el buen camino. Si está presente en nuestro
corazón, será un arma eficaz para ahuyentar al enemigo. “En mi corazón he
guardado tus dichos, para no pecar contra ti… Lámpara es a mis pies tu palabra,
y lumbrera a mi camino” (Salmo 119: 11, 105).
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