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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 8 de septiembre de 2020

REFLEXIÓN PARA LA FIESTA DE LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. MARTES, 8 - SEPTIEMBRE - 2020

"Ventana abierta"


De la mano de María
Héctor L. Márquez (Conferencista católico)

REFLEXIÓN PARA LA FIESTA DE LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA. 


Hoy celebramos el cumpleaños de nuestra Mamá, María la Madre de Dios y madre nuestra. Y como todo cumpleaños, es motivo de alegría y de fiesta. La fiesta coincide con el cumplimiento del término de nueve meses desde la fiesta de la Inmaculada Concepción que celebramos el 8 de diciembre.

Esta es una de solo tres fiestas litúrgicas que conmemoran el nacimiento de alguien (las otras dos son el nacimiento de Jesús, y el de San Juan Bautista). Y con razón, pues con el nacimiento de María ya entra en la historia la que estaba predestinada a ser la madre del Mesías anhelado, de ese que iba a liberarnos del pecado y de la muerte. María, la nueva Arca de la Alianza, la “primera custodia” que llevó dentro de sí por nueve meses nada más ni nada menos que al mismo Dios encarnado; ese que hizo saltar de alegría al precursor en el vientre de su madre cuando María fue a visitarle.

Con el nacimiento de María comienza la culminación de la divina revelación en la persona de Cristo Jesús. Es el umbral de la “plenitud de los tiempos”. No debemos olvidar que María concebiría sin ayuda de varón. Por tanto, la sangre de Jesús, derramada en la Cruz, fue la misma sangre de María; la composición genética humana de Jesús, que le dio carne al Verbo, fue la misma de María. Por eso se dice que el nacimiento de María constituye una especie de “prólogo” de la Encarnación. Es en este punto que comienza propiamente el Nuevo Testamento.

María es la “llena de gracia”, aquella virgen que habían anunciado los profetas, según nos refiere Mateo en la conclusión de lectura evangélica de hoy (Mt 1,1-16.18-23): “Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa ‘Dios-con-nosotros’.” Por eso celebramos con alegría su cumpleaños.

“…La liturgia no acostumbra celebrar el nacimiento terreno de los santos (la única excepción la constituye San Juan Bautista). Celebra, en cambio, el día de la muerte, al que llama dies natalis, día del nacimiento para el Cielo. Por el contrario, cuando se trata de la Virgen Santísima Madre del Salvador, de aquella que más se asemeja a Él, aparece claramente el paralelismo perfecto existente entre Cristo y Su Madre. Y así como de Cristo celebra la concepción (Anunciación) el 25 de marzo y el Nacimiento el 25 de diciembre, así de la Virgen celebra la Concepción el 8 de diciembre y su Nacimiento el 8 de septiembre, y como celebra la Resurrección y la Ascensión de Jesús, también celebra la Asunción y la realeza de la Virgen. San Andrés de Creta, refiriéndose al día del Nacimiento de la Virgen, exclama: ‘Hoy, en efecto, ha sido construido el Santuario del Creador de todas las cosas, y la creación, de un modo nuevo y más digno, queda dispuesta para hospedar en Sí al Supremo Hacedor’.” (De la Homilía del Cardenal J. Ratzinger – papa emérito Benedicto XVI) La fiesta de la plenitud y el alivio publicada en el libro El Rostro de Dios, de Editorial Sígueme).

¡FELIZ CUMPLEAÑOS, MAMÁ!

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