"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
Isabel Orellana Vilches
PUJ: «ANTORCHAS ENCENDIDAS» HACIA
UN MUNDO MEJOR
Cuando el amor envuelto en metáforas se propone
la trascendencia, supera toda barrera imaginable en la traslación de los más
grandes sueños. Las palabras cobran vida; están fraguadas en la confianza, en
la alegría, en la certeza de que un mundo más excelso es factible con el
trabajo y el esfuerzo de todos. El amor crea; no destruye. Su máxima es el otro
por encima de todo.
El fin de semana pasado jóvenes de diversos
lugares del mundo congregados por los miembros del comité responsable del
Parlamento Universal de la Juventud (PUJ) escuchaban emocionados al P. Jesús
Fernández Hernández, presidente de los misioneros identes, que les decía
online, entre otras cosas: «sois profetas del gesto», «antorchas encendidas».
Les recordaba los tres pilares sobre los que se erige un proyecto que numerosos
jóvenes de cuatro continentes llevan materializando desde hacía varias décadas:
honestidad, transparencia y responsabilidad, subrayando las dos alas que
espolean a todos: la fe y la esperanza.
Quien suscribe estas líneas pudo constatar la
belleza de un momento marcado por el entusiasmo, la alegría y la esperanza, el
empuje de jóvenes formados, auténticos líderes convencidos de la grandeza de la
persona humana y de todas las potencialidades que posee para construir una
sociedad dialogante, inclusiva, respetuosa. Una juventud que por encima de todo
se compromete a vivir su personal restauración, eliminando toda barrera que le
impide relacionarse con los demás, para poder ofrecer a otros jóvenes de forma
honesta y coherente ese tesoro que han recibido. Un mundo que valora la
diferencia porque todos, con independencia de creencias, culturas y razas,
conforman la sociedad universal y tienen como raíz común el anhelo de recibir y
dar amor.
Fernando Rielo, fundador de los misioneros
identes, creó el Parlamento Universal de la Juventud en 1981. Creyó siempre en
la riqueza de los jóvenes, en el magnetismo que los ideales tienen a esas
edades, al punto de avenirse a ponerlos en marcha de inmediato, sin prejuicios,
sin descanso, reconociendo los valores que aporta cada persona. Rielo soñó con
poner los cimientos de una nueva civilización que persigue la verdad, que sea
dadora de paz. Y es que la historia muestra todo el bien que una sola persona
puede hacer. Ahí están los ejemplos de los grandes hombres y mujeres,
científicos, descubridores, creativos, que impulsaron las grandes gestas; ahí
está el fecundo universo de los santos. Secundando este gran proyecto, unos
cientos de jóvenes de cuatro continentes firmaron la Carta Magna del PUJ en la
O.N.U. el 13 de agosto de 2010.
Los wypers (World Youth
Parliament) se aglutinan para trabajar en común, en Institutos y universidades,
sugerentes cuadernos de trabajo que les instan a la reflexión, a la vivencia
personal de valores que se han venido proponiendo a través de diversos temas:
las relaciones interpersonales, la educación, la paz, el perdón… que han
valorado recapitulando las conclusiones de todos los grupos en Roma, Nueva
York, Pekin, Berlín, Salamanca… teniendo como objetivo 2022 en Ecuador. El reto
de esta ocasión es la libertad de expresión. En todas las ofertas realizadas ha
estado presente el sesgo antropológico. Hay que ir a la raíz del ser humano, a
su origen, ya que como decía Fernando Rielo: «La forma en que se defina al
hombre proporciona a éste la medida de su ser y de su actuar». Teniendo
presente el peso que cada uno tiene en la materialización de este sueño, los
jóvenes dejan atrás la simple apreciación teórica, para trasladarla a la
práctica sin descuidar la creatividad artística. Todo ello conformado por una
labor permanente personal y grupal.
El PUJ está al alcance de quien lo desee. Cuenta con toda la información: objetivos, historia, metodología, materiales de trabajo…, en la web.
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