No son sueños, José, no son sueños.
Sueños fueron los de Dios, allá en la primavera,
cuando decidió hacerse hombre, y un hombre cualquiera.
¿Qué son los sueños humanos, cuando es Dios el que sueña?
¿Qué son nuestros pensamientos, cuando es Dios el que piensa?
¿Qué son nuestros sentimientos, cuando es Dios el que siente?
¿Qué son nuestros proyectos, cuando es Dios el que proyecta?
Fue Dios el que soñó.
Y aquel día, el Angel me lo contó.
Fue Dios el que soñó con nacer.
Fue Dios el que soñó cunas.
Fue Dios el que soñó con niños jugando.
Fue Dios el que soñó madres vírgenes.
Fue Dios el que soñó vírgenes madres.
Fue Dios el que un día me soñó a mí.
Por eso me siento también yo, puro sueño de Dios.
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