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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

miércoles, 29 de diciembre de 2010

"Señor, ven a mi puerta".


SEÑOR, VEN A MI PUERTA.
Autor desconocido.

Ven a llamar a mi puerta, Jesús Divino,
antes que el sueño de la muerte venga
y me cubra de silencio y de frío...

Cierto es, que a veces, en forma de un anciano,
solo y triste llegaste a mi puerta,
y al verte ahí,

apoyado la mano en tu cayado,
con polvo del camino y tan cansado,
¡no te abrí!

A veces eras niño con hambre y mucho frío,
y ni un trocito de pan, menos de cariño,
¡tuve para Ti!

Y en aquella otra ocasión, un pobre enfermo
reflejaba el dolor en su semblante;
y llamando con mano vacilante,
una limosna por amor rogaba.

Esta vez al abrir, sentí de pronto,
el horror que aquel hombre me causaba,
las llagas de su cuerpo supuraban;
y al pensar que su mal me contagiara,
¡cerré la puerta de golpe y en su cara!

En forma de un mendigo o de un lisiado,
¡cuántas veces SEÑOR habrás llamado!,
y yo me he hecho sordo a tu llamada.

Buscaste caridad donde no había,
un poco de calor y no lo hallabas;
sólo hubo mezquindad y en  mi osadía
negaba todo a AQUEL que me lo daba.

Si al corazón contrito y humillado,
por tu inmensa bondad has perdonado,
¡perdóname SEÑOR, ven a mi puerta!
Hay tanta soledad y está desierta...



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