"Ventana abierta"
La Buena Semilla
Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele
estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano… Señor, ¿cuántas
veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo:
No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Mateo 18:15, 21-22
¿Cómo perdonar?
Los versículos citados hoy me enseñan la
conducta que debo seguir cuando alguien cercano peca contra mí. ¿Me aferraré a
mi dignidad, o me consideraré la víctima, esperando que el que me ofendió venga
a confesarme su falta y a pedirme perdón? ¿Informaré rápidamente a otros para
que me den la razón y se pongan en contra de mi hermano? ¡De ninguna manera! El
Señor me pide dar el primer paso, avanzar para tratar de “ganar” a mi hermano,
sin reproches, sin enojo, solo con el deseo de restablecer una relación de
confianza.
Solo podré dar este paso con la fuerza que me
da Dios, pues mi naturaleza no me mueve a ello, al contrario. Pero será más
fácil si recuerdo que mi Salvador me perdonó. Es la enseñanza que Jesús nos da
en Mateo 18: 21-35. ¿Qué comparación hay entre la ofensa que pudo hacerme
mi hermano y la que yo he hecho a Dios? ¿Entre una pequeña herida a mi amor
propio y lo que Jesucristo soportó cuando pagó el precio de mi perdón mediante
su muerte en la cruz?
Me será más fácil perdonar si soy consciente de
que mi hermano es “aquel por quien Cristo murió”, del mismo modo que murió por
mí (Romanos 14:15). Y recordaré la respuesta de Jesús a Pedro: no solo 7
veces, sino hasta 490 veces, es decir, tantas veces como sea necesario, con
amor y paciencia.
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