"Ventana abierta"
Dominicas Lerma
Comentarios a la Palabra de Dios
DOMINGO DE RAMOS
CICLO B
Is. 50, 4-7
4 El Señor Yahveh me ha dado
lengua de discípulo, para que haga saber al cansado una palabra alentadora.
Mañana tras mañana despierta mi oído, para escuchar como los discípulos;
5 el Señor Yahveh me ha abierto
el oído. Y yo no me resistí, ni me hice atrás.
6 Ofrecí mis espaldas a los que
me golpeaban, mis mejillas a los que mesaban mi barba. Mi rostro no hurté a los
insultos y salivazos.
7 Pues que Yahveh habría de
ayudarme para que no fuese insultado, por eso puse mi cara como el pedernal, a
sabiendas de que no quedaría avergonzado.
- Se abre la
Semana Santa con el recuerdo de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, que
sucedió el domingo antes de la Pasión. Acepta ser reconocido como rey, pero con
unas características inconfundibles: humilde y manso y entra en la ciudad santa
montado en un asnillo. Sólo en el madero de la cruz aceptará que se ponga su
título de rey y ante los tribunales, que le juzgaron, antes no. La misa nos
introduce en el tiempo de la Pasión con las lecturas de Is., Fp. y la Pasión
según San Lucas.
- Este texto
corresponde al tercer Poema del Siervo de Jahvé (son cuatro).
Aquí habla el propio siervo.
(v.
4) - Posee una lengua de
“discípulo”,
añadiendo su falta de habilidad para hablar. El tema de la lengua inhábil es
propio de los grandes profetas, llamados a hablar en nombre de Dios (Jer. 1, 6;
Ex. 4, 10). Por eso mismo, por su misión, son capaces de consolar a
los agobiados.
(v.
5) - Jahvé es sólo el
que nos abre el corazón por el oído para acoger su
palabra, por eso no se ha
(v.
6)
“echado atrás” y comienza a describir las injurias que ha sufrido durante su
misión (Mt. 24, 9-10), tomando rasgos de la vida de otros profetas (Is. 51, 23;
Ez. 21, 14; Ez. 16, 52; Job 14, 20; 30, 10), pero convencido de que el Señor le
salvará, no se queja siquiera de los ultrajes (Jer. 1, 18).
- Por sus
sufrimientos, el servidor paciente sustituye a la gran muchedumbre que habría
tenido que sufrir por sus propios pecados. Este sufrimiento expiatorio permite
al siervo establecer con Dios una nueva alianza de un alcance universal.
- El tema del
Siervo explica la necesidad del Salvador de pasar por el sufrimiento y la
muerte para realizar sus designios.
Fp. 2, 5-11
5 Tened entre vosotros los mismos
sentimientos que Cristo:
6 El cual, siendo de condición
divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios.
7 Sino que se despojó de sí mismo
tomando condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en
su porte como hombre;
8 y se humilló a sí mismo,
obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz.
9 Por lo cual Dios le exaltó y le
otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre.
10 Para que al nombre de Jesús
toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos,
11 y toda lengua confiese que
Cristo Jesús es SENOR para gloria de Dios Padre.
- Dentro del
texto de esta carta, deja fluir un “Himno a Cristo”, el “Himno
Pascual de la KENOSIS” (Col.
1, 15-20) (I Tim. 3, 16) (Jn. 1, 1-16); otros himnos a Cristo acuñados con
anterioridad.
- Las palabras
y las ideas, así como la estructura de las estrofas, no son de Pablo, pero
Pablo lo hace suyo y a través de él, expresa su propios pensamiento y añade
expresas reflexiones personales (los himnos se cantaban en las asambleas
litúrgicas de la Comunidad).
I PARTE
- Acaba de hablar de la necesidad de la humildad y
sigue adelante con la exhortación de que han
(v.
5) de
tener todos los mismos sentimietnos que tuvo Cristo Jesús. No alude
simplemente al ejemplo de Cristo, sino que los cristianos que han aceptado la
fe y se han bautizado, entran en unas nuevas relaciones con Cristo y por tanto
con Dios: estar en Cristo (ser cristiano), están bajo el
dominio del KYRIOS = Señor.
- Tiene dos
estrofas con el Camino de Cristo:
a) su ser en Dios,
anterior al mundo
b) el mundo humano
c) nuevamente el
dominio en Dios.
(v.
6) - Comienza expresando
lo inefable: no indica ningún otro dios existente, sino que habla de Dios
mismo. Su actuación tuvo un motivo: la libertad. No se vió
obligado, lo emprendió por libre decisión: se despojó a sí mismo.
(v.
7) - Esta acción es algo
inexplicable e inconcebible, no retuvo su ser como una presa y
en lugar de la condición divina aparece la condición de esclavo,
justamente porque así lo quiso. Esta oposición Dios-esclavo implica unos
términos tan insalvables que no se puede pensar en otro mayor. Se trata de
presentarlo a la inteligencia en toda su confusión: es un misterio.
- El himno
quiere reconocer el acontecer único de que Dios se hizo hombre. Se hizo
verdadero hombre, no mera apariencia y tomó su forma esencial y su apariencia
exterior. Y como hombre, esclavo, esclavitud para Dios es ser hombre.
- En este
mundo nuestro de miedo e inseguridad entra el Unico libre y entra revelando que
la ley de libertad del cristiano y de Cristo mismo es la obediencia.
(v.
8) - Su obediencia es
inimitable en toda su grandeza y es así porque viene del mundo de Dios del que
nadie ha venido como él. Su obediencia descansa en sí mismo y la libertad de su
obediencia es más poderosa que cualquier otra obediencia que el hombre ejercite
libremente.
- A su despojo se
sigue la humillación de sí mismo con obediencia hasta la muerte.
Este es el punto de destino emprendido en libertad (sólo para El es un acto
libre). La muerte es el destino que une a todos. Nada tan alejado de Dios como
la muerte, pero se insiste en la muerte en cruz (Pablo aquí
introdujo esta adición). La cruz es para Pablo el centro de su mensaje,
es muerte salvífica (I Cor. 1, 18) (Gal. 6,14)
II PARTE -
Dios entra en el plan y es el protagonista de la acción y toma la
iniciativa que se orienta al obediente.
(v.
9) - Una de las
experiencias de la religiosidad bíblica es que Dios humilla y ensalza
al justo para reconocerle como suyo, pero aquí se añade no el valor
ético de esta pedagogía sino la revelación
de la obediencia y el
puesto que en el cosmos ocupa el obediente. Y se explica con la concesión de un
Nombre (es su esencia).
(v.
10) - Se inserta aquí una frase
de (Is. 45, 23b): “ante mí se doblará toda rodilla....” Aquí son los pueblos
que habían hostilizado duramente a Israel, los que reconocerán y se someterán
al Dios único. En el himno es el cielo, la tierra y los abismos:
perspectiva cósmica. No se habla de hombres, sino de Potestades:
las que tienen la humanidad esclavizada. Si se postran ante Cristo es que ha
habido en el cosmos un cambio de dominio.
(v.
11) - Es Cristo el Señor del
universo, éste es el nombre dado por Dios y la más antigua confesión de fe
cristiana (Rom. 10, 9).
- El sentido del mundo es Jesucristo y el acontecer
salvífico finaliza en la gloria de Dios Padre: es la Comunidad la
que confiesa a Dios Padre (Rom. 8, 15), no las potestades, éstas confiesan al
Kyrios.
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