Jesús es el Hijo de Dios.
Él vino al mundo para ser nuestro Salvador.
Nosotros necesitamos un Salvador porque todos hemos pecado.
Dios nos ama y quiere que estemos con Él en el Cielo.
Él envió a su Hijo, el Señor Jesús, para que cargara con el castigo por nuestros pecados.
Cuando llegó el tiempo de que Jesús muriera por nuestros pecados, Él fue llevado para ser crucificado.
Dos hombres más fueron llevados para ser crucificados junto a Jesús.
Aquellos dos hombres habían hecho muchas cosas malas. pero Jesús nunca había hecho nada malo.
Cuando ellos llegaron a un lugar llamado Calvario, clavaron en la cruz los pies y las manos de Jesús. Los otros dos hombres también fueron clavados a cruces.
Mientras Jesús estaba colgando de la cruz, Él oró por aquellos que lo trataban de manera tan cruel, Él dijo:
"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".
Ellos dejaron a Jesús colgado en la cruz hasta que murió.
Algunos amigos de Jesús bajaron su cuerpo de la cruz.
Lo envolvieron en una sábana limpia y lo sepultaron en una cueva que había sido escavada en la roca.
Usaron una gran piedra para cerrar la entrada de la cueva.
Tres días después, temprano por la mañana, dos mujeres vinieron al lugar donde Jesús había sido sepultado.
Ellas se encontraron, con que la gran piedra que cerraba la entrada de la tumba había sido quitada de su sitio.
Justo en ese momento ellas vieron un ángel.
El ángel les dijo:
"Jesús no está aquí. Él ha resucitado como les había dicho".
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