ventana

ventana

Sean bienvenidos

Sean bienvenidos

Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 21 de julio de 2011

Cambiando rumbos.

 María Florencia Vallée, escritora argentina. 


Al final de aquel salón, con luces medianamente bajas, espera una mujer. Lleva puesto, lo que ella considera, su mejor vestido. De negro satén, resplandece mientras repica sus delicados dedos sobre el mantel rojo. Un poco nerviosa, un tanto impaciente, siente que parte de su vida cambiaría de alguna forma aquella noche. A pesar de muchos involucrados con distintos pensamientos, decide no ceder a la tentación de seguir un consejo amigo.
Mira rápidamente su entorno: risas en combinación de una torta de cumpleaños que avanza por una esquina, con dirección a una mesa llena de multitud… Y la mujer sigue esperando. Cada minuto, un siglo. La taquicardia va desapareciendo. Después de esto, se da cuenta que sólo quince minutos habían trascurrido desde su llegada.
Finalmente la odisea termina. Un hombre de traje oscuro avanza por el salón con caminar elegante, saluda con un dulce beso a su amada y se sienta junto a ella. “¿Qué celebramos cariño?”, pregunta curioso él.
Enseguida dos copas de champagne son apoyadas en la mesa; el hombre levanta una de ellas en señal de brindis, a la espera de que la mujer haga lo mismo. Al no ver este gesto realizarse, el hombre nota lágrimas en los ojos de ella. “¿Estará pensando lo mismo?” se pregunta la mujer. “¿Hice algo que te decepcionó?” ya nervioso plantea él.
Ella niega con la cabeza y levanta su mirada. Alza una copa de agua, que esperaba su momento junto a las demás y seguido a esto esboza una sonrisa. Finalmente esperanzada, dice “lo logramos cariño, ¡estoy embarazada!”

Fin


No hay comentarios: