Rodéame en medio del mar de injusticia,
Y en los pasos angostos, retorcidos y tortuosos,
Mantén mi barquilla, manténla siempre.
Sé una llama brillante delante de mí,
Sé una estrella que me oriente encima de mí,
Sé un suave sendero delante de mí,
Y sé un benévolo pastor detrás de mí,Hoy, esta noche y siempre.Estoy cansado y soy extranjero,Condúceme a la tierra de los ángeles;Pues es tiempo de ir al hogarA la corte de Cristo, a la paz del Cielo.
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