D. Vicente Medina.
arroyás y pegás a la tierra;
pa ver los sarmientos rüines y mustios
y esnüas las cepas,
sin un grano d'uva,
ni tampoco siquiá sombra de ella...
Pa ver el barranco,
pa ver la laera,
sin una matuja... ¡Pa ver que se embisten,
de pelás, las peñas!...
Anda tú, si quieres,
que a mí no me quea
ni un soplo d'aliento,
ni una onza de fuerza,
ni ganas de verme,
ni de que me mienten, siquiá la cosecha...
Anda tú, si quieres, que yo pué que nunca
pise más la senda,
ni pué que la pase, si no es que entre cuatro,
ya muerto, me llevan...
Anda tú, si quieres...
No he d'ir, por mi gusto, si en crus me lo ruegas,
por esa sendica por ande se fueron,
pa no volver nunca, tantas cosas buenas...
esperanzas, quereres, suöres...
¡To se fue por ella!
Por esa sendica se marchó aquel hijo
que murió en la guerra...
Por esa sendica se fué la alegría...
¡Por esa sendica vinieron las penas!...
No te canses, que no me remuevo;
anda tú, si quieres, y éjame que duerma,
¡a ver si es pa siempre!... ¡Si no me espertara!...
¡Tengo una cansera!...
"Cansera" es sin duda, el ejemplo más representativo del desaliento y las adversidades que sufre el huertano. Por ello viene a ser el resumen de todo lo que Medina ha querido encerrar en su libro, como representación de las gentes de un lugar y de un tiempo.
La primera edición de "Aires Murcianos" fue la de Cartagena de 1898, prologada por José Martínez Ruíz, "Azorín". Posteriormente se realizaron dos ediciones pequeñas en Madrid, con dibujos de su primo, el pintor Medina Vera, que tuvieron un gran éxito.
NAVIDAD EN LA HUERTA DE MURCIA
“EL CONSUELO DE LA SIERRA”
(SELECCIÓN DE POEMAS DE VICENTE MEDINA)
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