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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

domingo, 2 de mayo de 2021

Homilía. YO SOY LA VID VERDADERA Y MI PADRE ES EL VIÑADOR. Domingo Quinto de Pascua. 2 - Mayo - 2021

"Ventana abierta"

Quinto Domingo de Pascua

Mons. Bittschi: 

YO SOY LA VID VERDADERA Y MI PADRE ES EL VIÑADOR

Por Pamela Arnez 

Queridos oyentes, las lecturas y el Evangelio de este Domingo de Pascua contienen como tema principal la UNIDAD. Los discípulos de Jesús que seguirán con la misión del Hijo de Dios deben vivir en la comunión con Cristo y por Cristo con el Padre, y a ejemplo de Dios guardar la unidad entre ellos. El lazo que une a Dios también unirá a los discípulos y es el Espíritu Santo, el AMOR de DIOS en persona.

La primera lectura de los HECHOS de los APÓSTOLES relata la incorporación de Saulo convertido por el mismo Señor en la comunidad de los Apóstoles. Aquel tiempo “la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría… progresaba en la fidelidad al Señor y se multiplicaba animada por el ESPÍRITU SANTO”.

El Salmo responsorial proclama también la UNIDAD al cantar: “volverán al Señor hasta de los confines de la tierra; en su presencia se postrarán las familias de los pueblos”.

La segunda lectura de la primera Carta del Apóstol San Juan anima a amar “con obras y según la verdad” recordando el mandamiento de Dios: “que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio”.

El EVANGELIO retoma la palabra clave PERMANECER. Jesús desarrolla la COMUNIÓN de los discípulos con Él usando la imagen de la VID y de las RAMAS. La viña era conocida en la Tierra Santa y descrito muchas veces en la Sagrada Escritura. Esta vez Jesús compara al viñador con su Padre celestial, Él mismo es la vid o parral y las ramas son sus discípulos. Las ramas unidas a la vid producen un milagro: reciben la savia de la vid y la transforman en las uvas. Así unidos al parral, las ramas producen uno de los más dulces frutos para comer o también para exprimir y hacer fermentar el vino, la bebida “que alegra el corazón” (Salmo 104,15). Jesús, comenzando en la Última Cena, transforma el vino en cada eucaristía en su Sangre preciosa por obra del Espíritu Santo, la oración del sacerdote legítimamente ordenado y permaneciendo en comunión con el Obispo y el Papa. La multitud de las uvas unidas en el cáliz representa la unidad de los discípulos. Para tener el vino las uvas deben ser trituradas como Jesús en su Pasión y Muerte.
El trabajo del VIÑADOR, Dios Padre en esta imagen, consiste en podar las ramas que producen, y cortar las ramas secas, recogerlas y echarlas al fuego. La poda es dolorosa pero necesaria para poder producir fruto. Así las cruces en nuestra vida, dolor corporal o espiritual, fracasos, decepciones, rechazo, falta de comprensión, soledad, lágrimas son parte de nuestra vida del que Dios sabe sacar fruto.

Jesús, la verdad en persona, dice bien claro que hay dos posibilidades: producir fruto o ser echado al fuego y quemado. La decisión es de cada uno, pero con nuestras oraciones y sacrificios podemos interceder. “Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se les concederá” (v. 7).

El Papa Francisco pide que en este mes de mayo toda la Iglesia pueda invocar la intercesión de la Bienaventurada Virgen María para el fin de la pandemia y, de manera particular, invita a elevar súplicas por los más afectados. Oremos con el Papa: Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita! Amén. Meditemos también cada día el SANTO ROSARIO y pidamos por la conversión de todos los pecadores y sigamos orando por las familias y las vocaciones y por nosotros para PERMANECER EN CRISTO, porque esto es indispensable para producir fruto. “El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto”. Jesús nos da la garantía que nuestra vida es fructífera y tiene sentido si nos entregamos en sus manos y nos dejamos guiar por el Espíritu de Dios. No importa si no podemos ver los frutos o parece un fracaso como la vida del mártir Pedro Chanel, que celebrábamos el miércoles pasado, o de padres de familia que se esforzaron en educar a sus hijos, hoy alejados de Dios. Sus obras de caridad, las oraciones y los sacrificios traen su fruto.
El fruto que Dios espera de nosotros según el Evangelio de hoy es la UNIDAD en la familia, en la Iglesia, en la Patria y también en nuestro corazón. El lazo que nos quiere unir con Dios y entre nosotros es, como les dije al inicio, el Espíritu Santo, el AMOR de DIOS en persona. En dos semanas celebraremos su fiesta, PENTECOSTES. Les invito ya ahora invocar al Espíritu Santo cada mañana para iniciar nuestro día, nuestra oración y trabajo con su luz y su entusiasmo.

El Papa declaró este año un AÑO SANTO en honor a SAN JOSÉ, el custodio de las vocaciones, y también AÑO SANTO de la FAMILIA. Para conseguir las indulgencias hay que confesar, comulgar y rezar por la Iglesia y el Papa. El Evangelio es alegría. ¡Anúncialo! Y la Bendición de Dios: del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre ustedes y sus familias y les siga acompañando en este tiempo de la PASCUA. El Señor ha resucitado. Aleluya. Aleluya.

Mons. Adolfo Bittschi

Obispo Auxiliar de Sucre

Obispo resp. de Misiones CEB 

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