"Ventana abierta"
La Buena Semilla
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que
en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos
por manos humanas.
Hechos 17: 24
Dios estaba ausente en mi vida
Testimonio
“Cuando yo era muy joven, mi familia vino de
Ankara (Turquía) para vivir en Francia. Criado en la fe musulmana, no estaba
satisfecho con lo que me enseñaban. Busqué, me interesé en otras religiones
como el budismo... pero Dios estaba ausente en mi vida. Yo
buscaba a un Dios vivo. Cierto día me encontré con un cristiano y hablamos de
Dios. Me di cuenta de que él tenía un conocimiento que yo no poseía. Lo
acompañé a una reunión. Allí sentí una presencia poderosa y bienhechora.
Ahora entiendo que era la presencia de Jesús.
Fui varios domingos seguidos a escuchar la predicación. Siempre hablaba de Jesús. Entonces me dije: “Esto es algo concreto;
no es filosofía”. Era justo lo que buscaba. Necesitaba a un Dios vivo, pero no
quería dejar que se me acercara. Sin embargo, Jesús me habló. No oí
directamente la voz del Señor, no me refiero a eso, pero habló a mi corazón, y
creí en él. ¡Tuvo compasión de mí! Esto es lo que se llama una conversión.
Fueron necesarios seis meses más para que el
Señor me liberara de todo lo que me destruía: el alcohol y la droga. Ahora
puedo testificar que, si desde lo más profundo de nuestro corazón creemos en
Jesús, le pertenecemos y nos libera. Amarlo y creer en él es la puerta de
entrada hacia una vida nueva. Ahora Jesús es mi pastor. ¡Me ama y cuida de
mí!”.
T.C.
“Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre” (Salmo 79: 9).
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