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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

jueves, 27 de mayo de 2021

El purificador. ¿Qué se hace con el 'purificador' después de limpiar el cáliz y la patena tras la misa? Jueves, 27 - mayo - 2021

 "Ventana abierta"

Purificador, pañito litúrgico para limpiar

En la mesa eucarística todo debe resplandecer. La belleza nos lleva a Dios, resplandor máximo.

El purificador es un pequeño paño rectangular que usa el sacerdote en la Misa para limpiar el cáliz, la patena y sus dedos. También sirve para limpiar la cruz cuando es besada.

Suele tener una cruz o símbolo litúrgico estampada en el centro.

En la primera parte de la Misa (antes del ofertorio), el purificador se coloca entre el cáliz y la patena. Una vez usado, debe tratarse con mucho cuidado hasta que haya sido lavado, porque lo más seguro es que hayan quedado impregnadas las especies consagradas (hostias y/o vino).

Al lavarlo, el primer enjuague lo hace un clérigo a mano, y esa agua usada se la arroja en tierra natural, por si han quedado partículas del Santísimo Sacramento sobre él.

¿Qué se hace con el 'purificador' después de limpiar el cáliz y la patena tras la misa?

El purificador es un paño cuadrado con el que se limpian el cáliz, la patena y los dedos del sacerdote después de la consagración y la comunión

Aleluya

Por REDACCIÓN RELIGIÓN

Ha llegado el momento culmen en la misa. El sacerdote levanta la Hostia y solo se escucha el silencio. "Este es el sacramento de nuestra fe". Y los asistentes responden pidiéndole a Jesús que venga. Caminando hacia el cura, haciendo la fila con respeto, dando cada paso sabiendo que es uno más cerca de Jesús. Él está ahí, en ese cáliz y en esa patena... esperándote.

Todas las partes de la eucaristía tienen un sentido muy concreto, y son muy importantes. Aunque sin duda, el momento álgido es el momento de la consagración y la comunión. Nuestra fe nos dice, que es el preciso instante en el que Dios se hace presente y 'comulga' con nosotros. Y para un cristiano eso es lo más importante que puede ocurrir. En una relación, 'unirnos' al otro, acercarnos a él, recibirle... es la clave; si no puede resultar más difícil.

Tras este punto vital de la Santa Misa -y de nuestra vida- llega el momento de la purificación. No todo el mundo se fija ya que son los instantes posteriores a la comunión, y es un buen momento de silencio para rezar. Pero mientras lo haces, el sacerdote limpia con un paño rectangular, el cáliz, sus dedos y la patena donde ha estado Jesús.

¿Qué pasa después?

La idea de este acto es que no se pierda ni una sola partícula, y asegurar que Jesús está solo donde tiene que estar: en nosotros. Por eso es curioso la forma en la que se trata este momento y también los instantes anteriores. Durante la consagración se pone un 'mantelito' debajo de la copa y la patena, y posteriormente se limpian bien los elementos de la liturgia. Y después, ¿qué pasa con ellos?

Los purificadores se lavan con agua, a mano y después ese agua se derrama en la tierra de un lugar sagrado. No se trata como si fuera una prenda más y con el fin de limpiarlo, si no que se tiene en cuenta todo el rato, la presencia de Dios en la Eucaristía.

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