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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 24 de mayo de 2021

Una meditación para cada día. ¡Jóvenes, oren! Lunes, 24 - Mayo - 2021

  "Ventana abierta"

La Buena Semilla

Me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica.

Salmo 66: 19

En el día que temo, yo en ti confío.

Salmo 56: 3

¡Jóvenes, oren!

“Martín, si te encuentras en una dificultad, ¡ora a Dios!”, dijo hace años una madre a su hijo que partía a alta mar. Hasta ese momento el joven nunca había aceptado someterse a la dirección de Dios. Su madre, preocupada, pensaba: “¡Si al menos pensara en Dios cuando tenga momentos difíciles!”.

Martín, lleno de energía como muchos jóvenes de su edad, no veía la necesidad de orar. De todos modos, quería decidir por sí mismo sobre su vida.

Sin embargo, desde la primera travesía, se vio obligado a orar. Solo en la cubierta del barco, mientras hacía una tarea ordinaria, que no hubiese hecho perder el equilibrio a un marinero experimentado, fue arrojado por la borda debido a una sacudida brusca e inesperada.

“¡Oh Dios, si existes, sálvame!”, gritó antes de sumergirse en las aguas.

Dios estaba atento. En ese momento un marinero fue a buscarlo, y al no ver a nadie en la cubierta, miró hacia abajo y vio la cabeza de Martín que salía del agua. Con mucho esfuerzo logró salvarlo in extremis. Martín, ya seguro a bordo, habló de su corta oración, pero nada cambió en su vida.

Sin embargo, cuando volvió a casa después de aquella travesía, pensaba que Dios existía y se lo había demostrado claramente. ¿Cómo podía permanecer insensible? Una voz interior le decía: “¡Martín, no resistas más!”. Arrepentido, confesó a Dios que a menudo había despreciado sus llamados. Recibió el perdón y la paz mediante la fe en Jesucristo.

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