Corpus Christi
Monición de entrada:
Hermanos, ¡Paz y Bien!
Hoy solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, cobra todo su relieve el mandato del Señor:
"Haced esto -la Eucaristía- en conmemoración mía"-
¡Alegrémonos todos en el Señor, comensales suyos!
¡Entremos en su Presencia, dándole gracias!
En esta jornada de Caridad, pidamos por los voluntarios de Cáritas, que con su entrega a los necesitados, manifiestan la oblación
-ofrecimiento- de Cristo.
Celebremos con gozo el sagrado banquete, memorial de Jesucristo, de su Pascua y prenda de vida eterna en el Reino Glorioso.
**********************
Sacerdote:
En esta solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, día eucarístico que prolonga de alguna manera el Jueves Santo, y que acentúa la exaltación de Cristo, vamos a volver a la esencia de nuestra vida cristiana, y a recordar que podemos participar en la Eucaristía porque estamos bautizados.
Vamos a hacerlo de una manera ezpresiva con la bendición y la aspersión del agua:
"¡Oh Dios, Creador de todas las cosas!, que por el agua y el Espíritu diste forma y figura al hombre y al universo.
Bendice y purifica a tu Iglesia.
"¡Oh Cristo!, que de tu costado abiertoen la cruz, hiciste manar sacramentos de salvación.
Bendice y purifica a tu Iglesia.
"¡Oh Espíritu Santo!, que del seno bautismal de la Iglesia nos hace renacer como nuevas criaturas.
Bendice y purifica a tu Iglesia.
"¡Oh Dios!, que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de la redención. Tú que vives y reinas en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Por Jesucristo nuestro Señor.
Por el Cuerpo y la Sangre de Cristo entramos también de una manera muy especial con su Palabra; de hecho la Misa tiene dos mesas:
La mesa de la Palabra
Y la mesa del Sacrificio
Comulgar del Cuerpo y la Sangre de Cristo, es lo más fundamental, que como veremos en la homilía, no siempre se podrá.^Por eso también comulgamos de una manera realmente, cuando escuchamos con atención la Palabra, que es alimento.
Homilía
"El camino que el Señor, tu Dios, te ha hecho recorrer".
Un camino que en medio de leones, dragones y alacranes no se puede recorrer sin alimento y sin bebida; este es el símil
-comparación- de la vida cristiana.
Cuando San Ildefonso escribe un tratado sobre la vida cristiana, escribe sobre los bautizados, se denomina el itinerario por el desierto. Y aquí surge la necesidad de un viático -viático significa comida para el camino- .
Es la experiencia de Elías:
"Levántate y come, porque el camino que tienes por delante, aún es arduo -trabajoso y difícil-", y es el mismo Dios el que da alimento al pueblo.
El pueblo del cual formamos parte, el pueblo que es continuación del que anduvo por el desierto en la experiencia del Éxodo, el pueblo que tuvo que enfrentarse con el duro peregrinar desértico hacia la tierra prometida, y en la dificultad, siempre en la dificultad, Dios se hace presente proporcionando un alimento extraordinario y desconocido, un alimento que es pura gracia, un alimento espiritual; Eucaristía y Espíritu Santo van íntimamente unidos.
No habría Eucaristía si no invocásemos la presencia del Espíritu Santo.
Un alimento que nosotros -como antiguamente los israelitas- llamamos "un Pan del Cielo", porque no viene únicamente del fruto de la tierra y del trabajo del hombre. Usamos el fruto de la tierra y del trabajo del hombre, el pan y el vino, para que Dios haga su obra.
Y así, el cuarto evangelista nos presenta hoy a Jesús, afirmando un auténtico Pan
No hay comentarios:
Publicar un comentario