"Ventana abierta"
La Buena Semilla
En aquel tiempo estabais sin Cristo… sin esperanza.
Efesios 2: 2
(Jesús dijo:) Os he hablado, para que mi gozo
esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este es mi mandamiento: Que os
améis unos a otros, como yo os he amado.
Juan 15: 11-12
No me hacía preguntas
Testimonio
“Trataba de no pensar mucho en el sentido de mi
vida, pues me daba miedo. Vivía como todo el mundo, siguiendo la moda. Después
de todo, no era tan mala…
En el año 2003 mi familia albergó a una joven
estudiante canadiense de 18 años
llamada Jillian. Ella era cristiana; por primera vez conocí a alguien que vivía
una relación con Dios. Nos hicimos buenas amigas, aunque nuestras
conversaciones sobre la fe no me interesaban.
Un día Jillian fue al culto con una familia del
pueblo. La acompañé por curiosidad. El sábado siguiente fui invitada con los
jóvenes de la iglesia. Me impresionó el gozo y el cariño que había entre ellos.
Me hablaron de la manera cómo Dios había cambiado sus vidas, y continué yendo a
la congregación para saber si todo eso era cierto.
Empecé a leer la Biblia. Entonces comprendí que
Jesús no era un personaje legendario, sino que había vivido realmente. Había
muerto en la cruz por nuestros pecados, ¡era el Hijo de un Dios que existía
verdaderamente!
¿Cómo podía Dios cambiar mi vida? Comprendí que
no se necesitan grandes ceremonias, que bastaba orar a él. Le pedí que
perdonase mi incredulidad y que entrase en mi vida. La transformación fue
progresiva. Poco a poco Dios me mostraba el mal que yo hacía. Empecé realmente
a detestar todo aquello, y Dios me cambió. Ahora, ¡Dios forma parte de mi vida!
Puedo hablarle libremente, pues sé que siempre me escucha. Me sostiene mediante
su presencia”.
Claire
No hay comentarios:
Publicar un comentario