"Ventana abierta"
P. Leonardo Molina
Noches mágicas en el año
José Lorenzo Ferrer, escribió:
Qué contradictorios y qué necesarios, la
noche y el día, aunque quizá los contradictorios seamos los humanos y nuestras
distintas percepciones de una misma realidad.
Para muchos la noche trae miedo, inseguridad,
la zozobra de la oscuridad, de la inseguridad, puede que de la soledad; y recobran
vida, ánimo, con las primeras luces del amanecer. Para otros la noche es
descanso, un “mundo” lleno de sueños en el que incluso el amor puede encenderse
hasta la pasión; y el día les vuelve de nuevo a la realidad de lo cotidiano,
con sus luchas y dificultades.
Hay varias noches mágicas en el año.
Nochebuena y noche de Reyes alcanzan su sentido real a la mañana, cuando se puede contemplar que el Niño es una realidad y no una ensoñación de unos cuantos pastores; cuando el niño ve que sus sueños, reflejados en su carta a los Magos, se han hecho realidad.
En cambio la nochevieja no encuentra el momento de
acabar, y a veces trata de prolongarse a costa del día, antes de aceptar que
está hecha para ser efímera. Y, en la noche de San Juan, “el sol nos dice que
llegó el final”.
Este año pasado no ha habido noche, de San Juan, por lo que el pobre y el rico no se han podido dar el abrazo anual y, ahí siguen, el “pobre en su pobreza y el rico en su riqueza”.
Pero antes de que Serrat nos recuerde lo que no ha sido, y ya que estamos contemplando una hermosa mañana, no está de más que la utilicemos para “tocar algún corazón, para transmitir ánimo a quien pueda necesitarlo”, porque el amanecer siempre nos trae “el privilegio de dar todo lo que está en nuestras manos”.
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