"Ventana abierta"
Que la Estrella de los Magos nos lleve al encuentro con Jesús.
Nosotros no entregamos oro, incienso y mirra, como los Magos, sino que abrimos el cofre de nuestro corazón, y ofrecemos nuestros regalos a este Niño que es Luz y Guía, los regalos de nuestro vivir cotidiano.
Epifanía del Señor
Dios se ha hecho visible para todos los pueblos en su Hijo encarnado, en Jesús de Nazaret. Esto es lo que celebramos en esta fiesta. El Hijo se manifestó primero a los pastores, los vecinos del lugar donde nació, pobres, sin estudios ni prestigio, y que no tenían importancia en aquella sociedad.
Después se manifestó a los Magos, extranjeros, de una formación y rango social que les posibilitaban hacer un viaje largo y ser recibidos en el palacio real.
Los pastores se comprometen con Jesús hablando, comunicando a todos la buena noticia del nacimiento.
Los Magos se comprometen callando, regresando a su tierra por un camino distinto, pues comprenden las malas intenciones de Herodes.
Nuestro desafío hoy es descubrir a Jesús presente en toda realidad, y buscar la manera de comprometernos con él, con su reino que crea un mundo nuevo.
A veces lo servimos con la "profecía de la palabra" y del canto, como los pastores, y en otras ocasiones, con la "profecía del silencio", como los Magos.
Unos y otros acompañan la gestación lenta e inadvertida de su reino, que es vida, amor, verdad y paz.
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