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Sean bienvenidos

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Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

martes, 15 de diciembre de 2020

Tercera Semana de Adviento. "Las provisiones de la Ardilla". Martes, 15 - Diciembre - 2020

 "Ventana abierta"

Tercera Semana de Adviento

Las provisiones de la Ardilla

La ardilla había juntado abundante reservas de nueces. Las había escondido acá y allá y las había recubierto cuidadosamente de ramas, de tierra y de hojas.

Era importante que las provisiones estuvieran en un lugar seguro, protegidas y bien escondidas. Pero he ahí que la ardilla era incapaz, ella misma, de encontrar sus escondrijos. ¡Que pena!, la naturaleza le había ofrecido una mesa ricamente provista, y ahora, estaba sin nada. La ardilla no encontraba más que viejos restos. Y a pesar de sus provisiones, sufría de hambre. Esto era bien fastidioso, sólo podía hacer una cosa, una cosa que no le gustaba nada: tenía que aventurarse a ir a las casa de los hombres en busca de algún alimento.

Fue así como un día la ardilla fue testigo de una triste escena. Unas personas pobres habían golpeado a la puerta de un albergue para pedir ayuda. La posadera fue a abrir, los injurió y los echó a grandes gritos. La ardilla percibió sus rostros tan tristes y se sintió tan mal. En su corazoncito deseaba ayudarles. ¡Si por lo menos pudiese volver a encontrar sus provisiones!

Salió saltando hacia el bosque y se puso a buscar una vez más. Y de repente se hizo bien fácil. No era que le había vuelto la memoria, sino que allí donde había escondido las nueces le parecía ver pequeñas lucecitas. La ardilla fue ahí a escarbar y volvió a encontrar sus reservas. Llenó sus carrillos de nueces y fue a encontrar a los viajeros. Estaba un poco temerosa, pero su timidez se fundió bajo las dulces miradas de María y José.

Con presteza, saltó cerca de ellos y dejó en el camino 2 nueces para cada uno de ellos. Dirán sin duda alguna: ¡Dos nueces es muy poco para un estómago vació ¡ Pero lo que se da con amor siempre es más de lo que parece. María y José le agradecieron a la ardillita. Comieron sus nueces y su hambre quedó calmada.

Desde ese día, la ardilla tuvo la vida más fácil. Cuando se ponía a buscar sus provisiones escondidas, el suelo se iluminaba suavemente por los lugares donde estaban y nunca más escarbó en vano.

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