ventana

ventana

Sean bienvenidos

Sean bienvenidos

Invitación y bienvenida

Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.

Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.

Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!

Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.

Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...

Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.

Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.

No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad. Les saluda atentamente: Mª Ángeles Grueso (Angelita)

lunes, 5 de octubre de 2020

Comentario al Evangelio: El Buen samaritano. Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia. Lunes, 5 - Octubre - 2020

 "Ventana abierta"

Comentario al Evangelio
Hna. Macu Becerra O.P.
Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia



¿Cuántas veces has escuchado la parábola del buen samaritano? ¿Cuántas veces te has identificado con cada uno de los personajes que aparecen en ella? Cada uno de ellos tiene una enseñanza diferente, no hay una única moraleja, porque es como sacar una foto de un paisaje depende del ángulo desde el que la tomes la imagen será diferente aunque el paisaje sea el mismo.

Están los más “insignificantes” de la historia: el que fue atracado y los ladrones, pero ellos tienen su propia cuota de pantalla, ya que uno iba solo por el camino, por lo tanto ante los ladrones estaba en desventaja, llevaba dinero, mercancía… o cualquier material que era goloso para los ladrones, sufre las consecuencias de la maldad de aquellos que no respetan la vida de los otros, estos representan a los que van buscando su beneficio sin tener en cuenta el daño que pueden hacer a los demás.

El siguiente personaje es el sacerdote, alguien que ha elegido una vida de servicio a los demás que transmite la Palabra de Dios y da testimonio de entrega a la voluntad de Dios, esta es la teoría, pero su actitud no muestra nada de esto, deja al hombre en el suelo y desvía su camino para no rozarse con él.

Otro viene detrás, el levita, conoce muy bien la norma, la ley, la cumple a rajatabla, tanto que no le da importancia al dolor de la persona sino a no acercarse por miedo a incumplir alguno de los preceptos y contaminarse.

Llega después otro personaje, aquel que por ser de donde era no se esperaba que ayudara al pobre hombre apaleado y al que habían robado, venía del “otro lado” y se esperaba que siguiera de largo porque no era lo normal atender a quien no era de su pueblo. Pero como nuestra justicia no es la de Dios, justo fue el que se paró, socorrió y llevó al hombre a un lugar seguro, pagando todos los gastos.

Hay otro personaje, el del hombre que lo acoge en la posada y se hace cargo de él por encargo del samaritano, es verdad que lo hace sabiendo que cobraría lo que gastara, pero sin comentarse nada se da por hecho que lo hará.

¿Con qué personaje nos identificamos más? ¿Hemos actuado alguna vez como el sacerdote o el levita? ¿Nos caracterizamos por no mirar de dónde ni cómo es el otro sino por ayudar y ya está?

No hay comentarios: