"Ventana abierta"
De la mano de María
Héctor L. Márquez
(Conferencista católico)
Comentario sobre las recientes
declaraciones atribuidas al Papa Francisco
Un texto, fuera de contexto, se
convierte en un pretexto.
Ayer leíamos un titular que se viralizó en las
redes sociales, causando confusión, y toda clase reacciones entre católicos y
no católicos:
“El Papa alienta unión civil para
parejas homosexuales, un cambio de postura del Vaticano”.
Me extraña que medios noticiosos serios hayan
publicado ese titular, basado en una interpretación errónea que, a su vez, está
basada en una cita sacada de contexto. Se trata de un comentario hecho por el
Papa en una entrevista para un documental que la mayoría de los que lo comentan
no han visto.
Examinemos las citas que se le atribuyen al
Santo Padre:
“Las personas homosexuales tienen derecho a
estar en una familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia.
No se puede echar de una familia a nadie, ni hacerle la vida imposible por eso“.
Esto es de aplicación tanto a la familia
nuclear como a la gran familia de la Iglesia, el Pueblo de Dios. La doctrina de
la Iglesia es clara sobre este particular. “Toda persona, independientemente de
su tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto”
(Amoris Laetitia 250).
“Lo que tenemos que hacer es una ley de
convivencia civil, tienen derecho a estar cubiertos legalmente. Yo defendí
eso”.
Lo primero que hay que aclarar es que, en sus
declaraciones, el Papa en ningún momento alienta las
uniones civiles para parejas homosexuales. Lo que hace es reconocer el hecho de
que existen y, por tanto, necesitan protección legal civil en
asuntos como herencia, comunidad de bienes, cuidado médico, y otros.
Al hacerlo, el Santo Padre reconoce la dignidad
de estas personas como hijos de Dios, entendiendo que, desde la
perspectiva pastoral, hay que respetar sus decisiones, aunque sean
contrarias a la doctrina de la Iglesia, e igualmente proteger sus derechos como
hijos de Dios. Esto es cónsono con la Doctrina Social de la Iglesia,
que se basa en la dignidad de todo ser humano por ser imagen de Dios.
Sobre este particular, hay que señalar que los
que citan las palabras atribuidas al papa Francisco, pasan por alto lo que la
misma noticia indica antes de la cita que las palabras del Papa se recogen en
un fragmento del documental que reflexiona sobre el cuidado pastoral para
aquellos que se identifican como LGBTTQIA.
No podemos confundir la doctrina de
la Iglesia establecida por su Magisterio, con el cuidado pastoral.
Este último se basa en la lógica del Evangelio, que es el amor, la
misericordia, la acogida, el acompañamiento; sin juzgar. Es la Ley
del Amor que Cristo nos enseñó.
Por otro lado, los que hablan de un “cambio de
postura del Vaticano”, o lo hacen a propósito, para confundir, o ignoran cómo
se pronuncia el Magisterio de la Iglesia.
Les aseguro que lo que el Papa haya podido
decir en una entrevista para un documental no constituye un pronunciamiento del
Magisterio de la Iglesia.
En el reciente documento del Magisterio, Amoris
Laetitia (2016), la Iglesia ha expresado claramente su postura, y
esta no ha cambiado:
“La Iglesia hace suyo el comportamiento del Señor
Jesús que en un amor ilimitado se ofrece a todas las personas sin excepción.
Con los Padres sinodales, he tomado en consideración la situación de las
familias que viven la experiencia de tener en su seno a personas con tendencias
homosexuales, una experiencia nada fácil ni para los padres ni para sus hijos.
Por eso, deseamos ante todo reiterar que toda persona, independientemente de su
tendencia sexual, ha de ser respetada en su dignidad y acogida con respeto,
procurando evitar «todo signo de discriminación injusta», y particularmente
cualquier forma de agresión y violencia. Por lo que se refiere a las familias,
se trata por su parte de asegurar un respetuoso acompañamiento, con el fin de
que aquellos que manifiestan una tendencia homosexual puedan contar con la
ayuda necesaria para comprender y realizar plenamente la voluntad de Dios en su
vida (250); y
“En el curso del debate sobre la dignidad y la
misión de la familia, los Padres sinodales han hecho notar que los proyectos de
equiparación de las uniones entre personas homosexuales con el matrimonio, «no
existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera
remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el
matrimonio y la familia […]»” (251).
Como podemos apreciar, el papa Francisco no ha
hecho ningún pronunciamiento contrario a la doctrina de la Iglesia; tampoco
ha alentado las uniones civiles entre homosexuales, ni
ha habido un cambio de postura del Vaticano sobre el
asunto.
Muchos se preguntan si el Vaticano hará alguna
declaración al respecto. La contestación es sencilla: No tiene que hacerlo.
Un pensamiento final: No se conformen
con leer los titulares. Vayan a las fuentes.
Hermoso y bendecido día a todos.
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