como una antigua magnífica cerámica
caer con su bramido de roja singladura
sobre Beirut.
¿Es verdad que el miedo se espesa
hasta hacer coraza de la piel ardida?
significa Israel partida por la rabia?
¿Se puede medir la gravedad del miedo,
la profundidad de la sangre?
¿Cómo se dice: ¡Basta! para que se entienda?
donde también se apilan desmemorias!
conducen sólo a una gran tumba abierta?
¿Han sobrevivido las muchachas que resplandecían
detrás de los inmensos ojos negros?
¿Va de cadáver en cadáver la poesía
que abrió las ventanas del Líbano
a paisajes de andamios y de pájaros?
¡Dónde!
¡Dónde están los niños!
de banderas, secuaces del imperio:
¡dónde están los niños!
lloran gotas de respuestas rotas, el aire
es espada que destroza la mano que la empuña.
cuando todo pedía por el canto?
¿Junto a los huesos de sus padres en las cárceles
y los centros de tortura?
¿Bajo la lluvia de plomo a mansalva?
¿En las orillas de las ciudades sitiadas por el odio?
se repiten imbéciles, ciegamente imbéciles
sobre plazas, mercados, aulas y cocinas,
sobre los niños del Líbano y Palestina,
también caen ahora sobre mi casa.
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