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Sean bienvenidos
Invitación y bienvenida
Hola amig@s, bienvenid@s a este lugar, "Seguir la Senda.Ventana abierta", un blog que da comienzo e inicia su andadura el 6 de Diciembre de 2010, y con el que sólo busco compartir con ustedes algo de mi inventiva, artículos que tengo recogidos desde hace años, y también todo aquello bonito e instructivo que encuentro en Google o que llega a mí desde la red, y sin ánimo de lucro.
Si alguno de ustedes comprueba que es suyo y quiere que diga su procedencia, o por el contrario quiere que sea retirado de inmediato, por favor, comuníquenmelo y lo haré en seguida y sin demora.
Doy las gracias a tod@s mis amig@s blogueros que me visitan desde todas partes del mundo y de los cuales siempre aprendo algo nuevo. ¡¡¡Gracias de todo corazón y Bienvenid@s !!!!
Si lo desean, bajo la cabecera de "Seguir la Senda", se encuentran unos títulos que pulsando o haciendo clic sobre cada uno de ellos pueden acceder directamente a la sección que les interese. De igual manera, haciendo lo mismo en cada una de las imágenes de la línea vertical al lado izquierdo del blog a partir de "Ventana abierta", pasando por todos, hasta "Galería de imágenes", les conduce también al objetivo escogido.
Espero que todos los artículos que publique en mi blog -y también el de ustedes si así lo desean- les sirva de ayuda, y si les apetece comenten qué les parece...
Mi ventana y mi puerta siempre estarán abiertas para tod@s aquell@s que quieran visitarme. Dios les bendiga continuamente y en gran manera.
Aquí les recibo a ustedes como se merecen, alrededor de la mesa y junto a esta agradable meriendita virtual.
No hay mejor regalo y premio, que contar con su amistad.
sábado, 31 de octubre de 2020
Evangelio: San Lucas 14, 1.7-11. Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban esperando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en puesto principal... 30ª. Semana del T.O. Sábado, 31 - Octubre - 2020
Rincón para orar. SON BIENAVENTURADOS. Sábado, 31 - Octubre - 2020
"Ventana abierta"
Rincón para orar
Sor Matilde
SON BIENAVENTURADOS
1 Viendo la muchedumbre, subió al monte, se
sentó, y sus discípulos se le acercaron.
2 Y tomando la palabra, les
enseñaba diciendo:
3 « Bienaventurados los
pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
4 Bienaventurados los
mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
5 Bienaventurados los que
lloran, porque ellos serán consolados.
6 Bienaventurados los que
tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los
limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los que
trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los
perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los
Cielos.
11 Bienaventurados seréis
cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra
vosotros por mi causa.
12 Alegraos y regocijaos,
porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera
persiguieron a los profetas anteriores a vosotros. (Mt. 1, 5-12a)
Hoy Jesús, en este Evangelio, no propone a unos pocos la
felicidad eterna, un gozo inmutable e inmarcesible, sino que “vio a muchos”,
que querían escucharle... Entonces “subió al monte y se sentó”. Los maestros,
cuando impartían sus enseñanzas a los discípulos, se sentaban: “en la cátedra
de Moisés, se han sentado los escribas, haced lo que dicen, pero no hagáis lo
que hacen”… Jesús, lo que dice, ya lo he hecho, por eso su Palabra llega el
corazón de todos: “habla con autoridad”…
Se supone, que en lo alto de un montículo y ante un gran
gentío, su voz resonaría fuerte y potente para que todos, aún los más alejados,
le oyeran… Pero no sólo su Voz, sino que lo que les dice: ¡es muy importante,
son Palabras de vida eterna que salvan y llevan a unirse con Dios!:
“¡Bienaventurados los pobres en el espíritu… los mansos… los que lloran… los
que ansían la santidad… los limpios de corazón”… ¡Y todos, por causa de Jesús!.
Y al mirarle a Él, uno puede pronunciar estas palabras, ¡como un deseo, el más
fuerte en esta vida!, y no siente escándalo o impotencia para llevarlas a hacer
realidad y decir con San Pablo: “¡Todo lo puedo en Aquél que me conforta!”…
Estas Bienaventuranzas son puro Evangelio y no tienen
nada que ver con “mandatos moralistas”, por ello, el entrar en este clima es
pura gracia de Dios que regala a los que le buscan, como lo único necesario…
¡Al rico de bienes materiales, de poder, de ensimismamiento!, ¿se le puede
proponer el ser pobre de espíritu?… ¡Parece algo absurdo!… Primero, la vida, le
ha de despojar de todo para que perciba, que lo que no dura, no vale y que él
tiene un espíritu que no puede ser llenado sino por algo que no es de acá
abajo… ¡Entonces, se podrá abrir en su alma una rendija por donde Jesús puede
entrar con su Luz!…
También, la mansedumbre, nunca tuvo prensa en este
mundo: al manso el mundo lo asocia a “tonto”: no se defiende, no ataca al ser
agredido en palabras o en obras. Es como “una oveja modorra” que la llevan al
matadero, ¡y ni abre la boca!… ¡Pero todas estas imágenes que el mundo
desprecia, ya estaban profetizadas en Isaías hace muchos siglos!… ¡Y hablaba
del Mesías que Dios enviaría al mundo en pecado, para salvarlo con su silencio
y su dulzura envuelta en Amor Divino!… “¡Los pensamientos de Dios son más
sabios que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres!”…
Estos mansos, con Jesús a la cabeza, son los que de verdad poseen el cielo… Y
así todas las bienaventuranzas, que son como perlas caídas de la boca de Dios
en Jesús de Nazaret...
¿Y qué decir Señor de “los limpios de corazón”?: Pues
que sólo ellos verán a Dios, tal como es en Sí mismo… Los ojos de estos
bienaventurados son transparentes, claros y luminosos… No albergaron en su
corazón algo malo, por eso ven todo como Dios lo ve: ¡ven a Dios en todo!… La
Virgen María es el prototipo de éstos de corazón puro. Ella no conoció el
pecado. Siempre, desde su concepción, amó a Dios sobre sí y sobre todas las
cosas: era “la Esclava del Señor” que siempre le decía: “¡Señor, como Tú
quieras y lo que Tú quieras!”… Por esto, era “la Niña Amada de Dios, la
Purísima, la Inmaculada”…
¡Oh Señor, que cada bienaventuranza caiga en nuestro
corazón y con tu gracia fructifique en frutos de Santidad y Amor!…
¡Que yo comprenda, con tu Luz, lo que me has querido decir en cada una de ellas!... ¡Gracias Señor!…
REFLEXIÓN PARA EL SÁBADO DE LA TRIGÉSIMA SEMANA DEL T.O. (2) 31 - OCTUBRE - 2020
"Ventana abierta"
De la mano de María
Héctor L. Márquez
(Conferencista católico)
REFLEXIÓN PARA EL SÁBADO DE LA TRIGÉSIMA SEMANA DEL T.O. (2)
“Al contrario, el que es más grande, que se
comporte como el menor, y el que gobierna, como un servidor”
La primera lectura de hoy está tomada de la
carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (18b-26) que, como hemos dicho en
otras ocasiones, fue escrita mientras Pablo estaba en prisión en Roma. Este
pasaje nos presenta la actitud que debe tener el verdadero cristiano ante la
adversidad, confiado en que el Señor dispone todo para nuestro bien (Cfr. Rm 8,28), incluyendo la pérdida de lo más
preciado que tenemos: la libertad.
Por eso les dice a los de Filipos que se alegra
de estar en prisión, y de su posible martirio: “yo me alegro; y me seguiré
alegrando, porque sé que esto será para mi bien, gracias a vuestras oraciones y
al Espíritu de Jesucristo que me socorre”. ¡Y pensar que a veces nos quejamos y
apesadumbramos por nimiedades!
En el Evangelio (Lc 14,1.7-11), Jesús se
percata que los convidados a la fiesta a la que había sido invitado se estaban
peleando por los primeros puestos. En la cultura judía había todo un sistema de
jerarquías que determinaba el orden en que las personas iban a sentarse en
todos los lugares, desde el Templo hasta en la mesa de comer. ¡Cuántos de esos
tenemos aún hoy día en nuestras comunidades!
Jesús, como siempre, aprovecha la oportunidad
para proponerles una parábola: “Cuando te conviden a una boda, no te sientes en
el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú;
y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: “Cédele el puesto a éste.”
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto. Al revés, cuando te
conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te
convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba.” Entonces quedarás muy bien ante
todos los comensales. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que
se humilla será enaltecido”.
Esta enseñanza de Jesús está en la columna
vertebral de su doctrina, y es un corolario del Amor. “El que quiera ser el
primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos” (Mc 9,35; Mt
20,27)”. Él mismo la pondrá en práctica al lavarles los pies a sus discípulos
(Jn 13,4-9), tarea reservada a los esclavos o a los siervos en su tiempo. Luego
de la última cena, cuando los discípulos comienzan a discutir sobre quién debía
ser considerado más grande, Jesús les amonesta diciendo: “Al contrario, el que
es más grande, que se comporte como el menor, y el que gobierna, como un
servidor” (Lc 22,26).
Jesús nos invita a seguirle y hemos aceptado la
invitación. El verdadero discípulo sigue al maestro, pero sobre todo imita al
maestro. Jesús nos sienta la pauta. La pregunta obligada es: ¿Estás dispuesto a
seguirle?
Señor, líbranos de los falsos orgullos que nos
llevan a crear “grupos” entre nuestra comunidad parroquial que excluyen a otros
que consideran “inferiores”, ya bien sea por diferencias raciales, sociales,
económicas, intelectuales o profesionales. Por el contrario, haznos acoger con
sincera fraternidad a todos los miembros de nuestra comunidad, con el mismo
amor con que Jesús nos acoge a nosotros.
Lindo fin de semana a todos; y no olviden visitar la Casa de Padre, aunque sea de manera virtual. En su Mesa hay lugar para todos…
HOY EL RETO DEL AMOR ES TRAER A JESÚS A TU PRESENTE. Sábado, 31 - Octubre - 2020
"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES
TRAER A JESÚS A TU PRESENTE
Hola, buenos días, hoy Lety nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
SU CORAZÓN, TU REFUGIO
Ayer estuvimos de retiro, y este día lo dedicamos a
estar más con el Señor; tienes el día libre para poder orar, pasear, leer,
dibujar... en definitiva, lo que tengas en el corazón.
Estando en la oración le preguntaba al Señor cómo poder
descansar, porque es verdad que la situación que estamos viviendo es de
tensión, de incertidumbre, de desconcierto, y necesitamos descansar el corazón.
Cuando subí a mi celda, me encontré de frente un Sagrado
Corazón de Jesús que me regalaron hace un mes. Es Jesús niño mostrando su
corazón en su mano y con la otra abriendo su túnica, con una mirada serena y de
total certeza.
Cogí la imagen en la mano y me fui al Oratorio a
contemplarla con tranquilidad. Me di cuenta de que Jesús está ofreciéndonos un
refugio para esta situación: su corazón. Él ya lo ha dicho un montón de veces:
mi corazón protegerá tu corazón, deja que mi corazón sea tu escudo, en él
encontrarás tu refugio. Y Él nos lo entrega para que podamos vivir de su
corazón.
Hasta aquí todo va perfecto, pero ¿cómo le pongo patas?
Es muy bonita la teoría... la cuestión es cómo vivirla.
En realidad, solo tienes que traer a Jesús a tu
presente. Muchas veces lo tenemos en las nubes, allí arriba, o damos por hecho
que está, o piensas que para qué molestar a Dios, “si ya sabe lo que
necesito”... Pues todo esto son trampas que te hacen desviar la mirada de Él.
Si queremos que Jesús sea nuestro refugio lo que tenemos
que hacer es invocarle, traerle a nuestro presente. Cuando estés pasando por un
momento de miedo, dile: “Jesús, ven conmigo”; o, si pasas un momento de
incertidumbre, dile: “Jesús, ilumíname para tomar la decisión correcta”; o, si
es un momento de salir a la calle, dile: “Jesús, guíame”...
Es hacerte consciente de que Jesús está a tu lado para
todo lo que necesites. Él quiere ser tu refugio, pero necesita tu libertad,
necesita que tú le des la mano. Porque, sin tu libertad, no puede hacer nada.
Por ello, te invito a que cojas Su corazón, Él te lo está ofreciendo. Quiere
que vivas libre y feliz, que nada te quite la libertad.
Hoy el reto del amor es traer a Jesús a tu presente. Ora y dialoga con Él, verás que tu corazón descansará y todo cobrará un nuevo sentido.
VIVE DE CRISTO
PULSERA-DETENTE
Puedes solicitarla a contrarreembolso a través de este enlace:
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¡Feliz día!
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Prohibido cualquier reproducción para uso comercial.
Sólo se permite un uso para actividades de evangelización
siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
viernes, 30 de octubre de 2020
Archidiócesis de Sevilla. SERIE FRATELLI TUTTI (IV). LA PANDEMIA DE LA COVID-19. Viernes, 30 - Octubre - 2020
"Ventana abierta"
Archidiócesis de Sevilla
Mnuel Enrique Figueroa
SERIE FRATELLI TUTTI (IV). LA
PANDEMIA DE LA COVID-19
Seguimos comentando el contenido del capítulo
primero de la Encíclica: Las sombras de un mundo cerrado. La sombra
es lo contrario a la luz, como metáfora del bien y el conocimiento. En este
sentido, proyecta una sombra intranquilizadora la visualización de un mundo
cerrado, sin conexión real que lleve a la idea de pertenencia a un mundo que es
de todos y para todos. En este capítulo, el Papa Francisco también nos ilustra
sobre el problema de la pandemia de la COVID-19 y razona sobre nuestra
culpabilidad. Habla de la pandemia calificándola como uno más de los flagelos
de la historia. La segunda acepción de flagelo, de acuerdo con la RAE, lo
define como “cosa, hecho o suceso que tiene efectos muy negativos en una
persona o comunidad”. Es decir, el Papa nos insiste, empleando la idea de
“flagelo de la historia”, que la COVID-19 es un evento muy negativo que estamos
sufriendo, calificándolo como tragedia global, por lo que debemos analizar su
origen en relación con nuestra forma de vida y modelo existencial.
Dice el Papa que es verdad que una
tragedia global como la pandemia de la COVID-19 despertó durante un tiempo la consciencia
de ser una comunidad mundial que navega en una misma barca, donde el mal de uno
perjudica a otro. John Donne tiene una poesía que viene al caso, “Las
campanas doblan por ti”. Nos viene a decir que, actualizado al contexto de hoy:
“Nadie es una isla entera por sí mismo. Cada persona es una pieza del
continente, una parte del todo. Ninguna persona es una isla; la muerte de
cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso,
nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”. Es la idea del
Papa Francisco avisándonos del peligro de perder la consciencia de formar parte
de un todo. El planeta es un sistema donde todo está interrelacionado, como nos
recordaba el Papa en su Carta Encíclica Laudato Si´. Nunca preguntes por quién
doblan las campanas, doblan por ti. El Papa nos manifiesta que recordamos
que nadie se salva solo, que únicamente es posible salvarse juntos.
La globalización del virus con su oscuro
origen, no establecido de forma clara aún, nos conduce a la idea de que
cualquier cosa que ocurra en un determinado punto del mundo puede afectar a
toda la humanidad. El Papa Francisco dice que anteriormente a este documento
había expresado que la tempestad desenmascara nuestra vulnerabilidad y
deja al descubierto falsas y superfluas seguridades con las que habíamos
construido nuestras agendas, nuestros proyectos, rutinas y prioridades. Somos
muy vulnerables y nos pone de manifiesto nuestras superfluas y falsas
seguridades.
El Papa nos habla de consciencia. ¿Qué es la
consciencia? Para los neurocientíficos y psicólogos, la consciencia engloba una
amplia variedad de situaciones con un denominador común: el ser vivida e
informada por uno mismo. ¿Somos realmente conscientes de nuestra
responsabilidad ante el planeta y el mundo? Con la tempestad de la
pandemia, se cayó el maquillaje de estereotipos con los que
disfrazábamos nuestros egos siempre pretenciosos de querer aparentar y dejó al
descubierto esa bendita pertenencia común de la que no podemos evadirnos. Quizás
sea bueno recordar el concepto de ego, ya que más de una vez lo utilizamos. El
diccionario de la RAE en su primera acepción lo define como “valoración
excesiva de uno mismo”. Es la acepción más común. Una parte de los seres
humanos se ve superior a todo y a salvo de todo, y actúa en consecuencia
afectando a todos. En su segunda acepción el diccionario de la RAE nos explica
que: “En la teoría del psicoanálisis de Freud, parte parcialmente consciente de
la personalidad humana que controla la motilidad y media entre los instintos
del ello, los ideales del superego y la realidad del mundo exterior”. Una
difícil relación y equilibrio entre el ello, el superego y la realidad
exterior.
Nos recuerda el Papa que el mundo
avanzaba de manera implacable hacia una economía que, utilizando los avances
tecnológicos procuraba reducir los costes humanos y algunos pretendían hacernos
creer que bastaba la libertad de mercado para que todo estuviera
asegurado. De nuevo el Papa, como en la Encíclica Evangelii Gaudium,
nos alerta de los peligros de una tecnología (biotecnología) al margen del bien
común y al servicio de poderes financieros, económicos y políticos. Una
tecnología que puede hacer el bien, satisfaciendo necesidades, se puede
convertir para la humanidad en su conjunto.
Aún desconocemos el origen del SARS-COV-19. No
pienso en absoluto que sea un virus generado de forma intencionada y puesto en
circulación para acabar con la humanidad, pero no ha sido sólidamente
demostrado su origen natural, lo cual genera sombra de duda si ha podido ser un
accidente no deseado, ni previsto y menos aún deseado. Nuestras capacidades
tecnológicas son muy grandes y debemos tener mucho cuidado, ya que aunque estén
dirigidas al bien común pueden generar problemas de forma accidental, ya el
Papa Francisco nos ha avisado reiteradamente. Necesitamos una tecnología que
satisfaga necesidades, incluida la biotecnología, que puede salvar muchas
vidas. Los organismos patógenos para el ser humano se pueden generar en las
zonas que alteramos, especialmente en áreas de gran biodiversidad, generando
interfases antrópicas nosógenas y pueden pasar desde especies a las que no
afectan a otras que son vectores hacia el ser humano (el proceso se denomina
zoonosis) y afectarlo de forma muy grave, y expandirse con nuestra movilidad
globalizada. Quizás el SARS-COV-2 tenga este origen en la lejana Wuhan, pero se
ha expandido por todo el mundo con efectos sanitarios, económicos y sociales
muy graves.
Dice el Papa que el golpe duro e
inesperado de esta pandemia fuera de control obligó por la fuerza a volver a
pensar en los seres humanos, en todos, más que en el beneficio de
algunos. De nuevo el bien común, ausente hoy en una gran parte del
mundo debido a actuaciones egoístas y llenas de ambición. Para el Papa hemos
perdido el sentido de la fraternidad. Fraternidad a la que llama con
el documento que comentamos, la Encíclica Fratelli Tutti. Continua el Papa
Francisco diciendo que el dolor, la incertidumbre, el temor y la
conciencia de los propios límites que despertó la pandemia hacen resonar el
llamado repensar nuestros estilos de vida, nuestras relaciones, la organización
de nuestras sociedades y el sentido de nuestra existencia. Actualmente
se habla de cómo será el mundo después de la pandemia del coronavirus. La
incertidumbre se cierne sobre nuestra especie en relación con un virus que no
esperábamos. ¿Habremos aprendido algo tras la pandemia que nos permita caminar
hacia un mundo más justo y equitativo que piense en el bien común? También cabe
la posibilidad de que profundicemos aún más en nuestro egoísmo, generando aún
más descartes de seres humanos. Las pandemias se suceden a un ritmo cada vez
mayor por la acción negativa del ser humano en el medio natural. No es verdad
que los animales salvajes estén especialmente plagados de agentes patógenos
letales preparados para contaminarnos. El problema está en las transformaciones
humanas del medio natural con las que hemos dotado a estos microbios de medios para
llegar hasta los seres humanos, donde pueden convertirse en agentes patógenos
letales. Los seres humanos favorecemos la propagación de ciertos
microorganismos al desplazarnos desde los lugares fuente de los mismos, donde
hemos alterado el medio ambiente generando peligrosas interfases antrópicas.
Para el Papa es la realidad misma que gime y se rebela.
El Papa Francisco nos habla del futuro, y
manifiesta pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de
caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación
egoísta. Y vuelve el Papa a hablar de otros y nosotros: Ojala
que al final ya no estén los otros sino sólo un nosotros. El Papa pide que
la pandemia no sea solo de otro severo episodio de la historia del que no
hayamos sido capaces de aprender. (…) Ojalá tanto dolor no sea inútil. Pide
el Papa, tras un recuerdo a tantas personas mayores fallecidas en la pandemia,
personas quizás olvidadas en residencias algunas inadecuadas desde el punto de
vista sanitaria (¿Qué hemos hecho con nuestros mayores?), alguien debería
responsabilizarse de esto, que demos un salto hacia una forma nueva de
vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a
los otros.
El Papa Francisco hace una llamada a generar una comunidad de pertenencia y de solidaridad. Nos pide no caer en los errores que llevan a la nausea y el vacío. Necesitamos un mundo donde el bien común y la fraternidad sean una realidad, con una ciencia que genera ideas y una tecnología que satisfaga las necesidades de todos, una realidad donde se imponga el nosotros en el marco de la fraternidad universal.
Archidiócesis de Sevilla. Carta pastoral ‘Somos lo que tú nos ayudas a ser’. Día de la Iglesia Diocesana 2020. Viernes, 30 - Octubre - 2020. Para el 8 de Noviembre
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Carta pastoral ‘Somos lo que tú nos ayudas a ser’. Día de la Iglesia Diocesana 2020
Queridos hermanos y hermanas:
El próximo 8 de noviembre celebraremos el Día de la Iglesia Diocesana con el lema «Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo. Con tu tiempo, tus cualidades, tu apoyo económico y tu oración #SomosIglesia24Siete». Aprovecho esta circunstancia para reflexionar con vosotros sobre el ser más íntimo de la Iglesia.
La Iglesia es como la
encarnación continuada, el sacramento de Jesucristo, su prolongación en el
tiempo. La Iglesia es Cristo que sigue entre nosotros predicando, enseñando,
acogiendo, perdonando los pecados, salvando y santificando, hasta el punto de
que, si el mundo perdiera a la Iglesia, perdería la Redención.
La Iglesia no es el
intermediario engorroso del que uno trata de desembarazarse por inútil y
molesto. Al contrario, es el ámbito necesario y natural de nuestro encuentro
con Jesús y la escalera de nuestra ascensión hacia Dios. Sin ella, antes o
después, todos acabaríamos abrazándonos con el vacío, o terminaríamos
entregándonos a dioses falsos. Ella es el regazo materno que nos ha engendrado
y que nos permite experimentar con gozo renovado cada día la paternidad de
Dios.
Al sentirla como madre, hemos
de sentirla también como espacio de fraternidad. Junto con sus otros hijos,
nuestros hermanos, hemos de percibirla como nuestra familia, el hogar cálido
que nos acoge y acompaña, como la mesa en la que restauramos las fuerzas
desgastadas y el manantial de agua purísima que nos renueva y purifica. Su
Magisterio no es un yugo o una carga insoportable que esclaviza y humilla
nuestra libertad, sino un don, una gracia impagable, un servicio magnífico que
nos asegura la pureza original y el marchamo apostólico de su doctrina.
Hemos de vivir nuestra
pertenencia a la Iglesia con alegría y con inmensa gratitud al Señor que
permitió que naciéramos en un país cristiano y en el seno de una familia
cristiana, que en los primeros días de nuestra vida pidió a la Iglesia para
nosotros la gracia del bautismo. Si no fuera por ella, estaríamos condenados a
profesar la fe en solitario, a la intemperie y sin resguardo. Gracias a ella,
nos alienta y acompaña una auténtica comunidad de hermanos.
Hemos de vivir también nuestra
pertenencia a la Iglesia con orgullo, con la conciencia de ser miembros de una
buena familia, una familia magnífica, una familia de calidad, pues si es verdad
que en ella hay sombras y arrugas por los pecados de sus miembros, es también
cierto que la luz, ayer y también hoy, es más intensa que las sombras, y que la
santidad, la generosidad y el heroísmo de muchos hermanos y hermanas nuestros
es más fuerte que nuestro pecado y nuestra mediocridad.
Hemos de vivir además nuestra
pertenencia a la Iglesia con responsabilidad, de manera que nuestra vida sea
una invitación tácita a penetrar en ella, conocerla, vivirla y sentarse a su
mesa. Hemos de procurar, por fin, que lo que la Iglesia es para nosotros, lo
sea también a través de nosotros, es decir, regazo materno y cálido hogar,
puente, escalera, lugar de encuentro, mesa fraterna, manantial y, sobre todo,
anuncio incansable del Señor a nuestros hermanos.
En las vísperas del Día de la
Iglesia Diocesana, invito a todos a crecer en amor a nuestra Archidiócesis y a
colaborar con ella comprometidamente en el cumplimiento de su mission.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
Evangelio: San Lucas 14, 1-6. Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban expiando. Jesús se encontró delante un hombre enfermo de hidropesía y, dirigiéndose a los letrados y fariseos, preguntó: "¿Es lícito curar los sábados o no?"... 30ª. Semana del T.O. Viernes, 30 - Octubre - 2020
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Gota de Humor. Niña recibiendo la bendición.
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REFLEXIÓN PARA EL VIERNES DE LA TRIGÉSIMA SEMANA DEL T.O. (2) 30 - OCTUBRE - 2020
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De la mano de María
Héctor L. Márquez
(Conferencista católico)
REFLEXIÓN PARA EL VIERNES DE LA TRIGÉSIMA SEMANA DEL T.O. (2)
“Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los
principales fariseos para comer”…
Durante los próximos días estaremos
contemplando como primera lectura la carta del apóstol san Pablo a los
Filipenses. Esta es una de las cartas que Pablo escribe desde la cárcel (junto
con Efesios, Colosenses y Filemón). La lectura de hoy (Fil 1,1-11) nos presenta
el saludo, que es la primera parte de las cartas paulinas, y en él podemos
percibir el amor genuino que Pablo siente por esta comunidad, la primera
evangelizada por Pablo en el continente europeo (Hch 16,11-15): “Doy gracias a
mi Dios cada vez que os menciono; siempre que rezo por todos vosotros, lo hago
con gran alegría. Porque habéis sido colaboradores míos en la obra del
Evangelio, desde el primer día hasta hoy… os llevo dentro”.
Pablo no solo reconoce el trabajo que junto a
él los de Filipos desplegaron en la misión de evangelizar, sino que los alienta
y exhorta a mantenerse firmes: “Ésta es mi convicción: que el que ha inaugurado
entre vosotros una empresa buena la llevará adelante hasta el día de Cristo
Jesús”. Por eso termina el saludo diciendo: “Y ésta es mi oración: que vuestro
amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar
los valores”.
Dentro del mensaje de exhortación al amor
fraterno, Pablo reconoce la labor que han realizado y cuán importante han sido
para su tarea evangelizadora. Pablo nos está presentando un ejemplo que debemos
emular todos los que dirigimos o estamos encargados de algún ministerio, grupo
o movimiento dentro de la Iglesia (incluyendo la iglesia doméstica). No podemos atribuirnos el mérito de los
logros; tenemos que reconocer el trabajo de los demás componentes del grupo,
por mínimo que sea, pues eso les entusiasma a seguir contribuyendo, y tal vez
sea el estímulo que necesitan para aportar más al éxito de esa “empresa buena”.
El Evangelio (Lc 14,1-6) nos presenta a Jesús
aceptando una invitación a comer en casa de un fariseo, uno de sus
“adversarios” religiosos. Jesús aprovecha cada oportunidad para evangelizar, y
eso incluye sentarse a la mesa con sus adversarios, con el significado que ese
gesto tiene en la cultura de su tiempo. Una vez allí, ve a uno que sufría de
hidropesía y lo cura. Pero el milagro, del que se nos brinda poco detalle,
juega un papel secundario en la narración, cuyo tema es uno también recurrente
en Jesús: el verdadero sentido del sábado, y cómo los fariseos habían
tergiversado la Ley de Moisés incluyendo el curar entre las 39 tareas o
trabajos que estaban prohibidas en sábado. Jesús lo sabe, pero aun así, antes
de curar al hombre le formula a sus anfitriones la pregunta: “¿Es lícito curar
los sábados, o no?”
Ante el silencio de sus interlocutores, luego
de curar y despedir a hombre, les dijo: “Si a uno de vosotros se le cae al pozo
el burro o el buey, ¿no lo saca en seguida, aunque sea sábado?” De nuevo,
silencio.
El mensaje de Jesús es claro. La Ley no puede estar por encima de la caridad. A veces nosotros mismos ponemos toda clase de excusas para no ayudar a un hermano que lo necesita, incluyendo nuestras “obligaciones” para con la Iglesia. ¿Qué nos dirá Jesús?
HOY EL RETO DEL AMOR ES HACER ALGO QUE TE GUSTA APOSTANDO POR EL AMOR. Viernes, 30 - Octubre - 2020
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HOY EL RETO DEL AMOR ES HACER ALGO QUE TE GUSTA APOSTANDO POR EL AMOR
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
EN EL TALLER CON JESÚS
Ayer por la tarde me fui al “taller” porque me estaba
haciendo un “artilugio” con unas maderas. Todo era para hacer una sujeción, de
manera que pudiera sostener el cuero y así coserlo con mayor facilidad.
Era una tarde super bonita: un sol medio atardecido, con
ese tono otoñal tan característico en el que los árboles te ofrecen toda la
gama de colores amarillos, hojas caídas por el suelo... Así que me saqué la
mesa de trabajo y las herramientas a la huerta y ahí en medio me puse a
trabajar.
Mientras lo hacía, le preguntaba al Señor: “¿No será una
pérdida de tiempo dedicar alguna hora a esto, que ni siquiera sé si me va a
salir?”
Pero en seguida me di cuenta de que cuántas horas
dedicaría Él en su taller de Nazaret a trabajar con la madera. Aquello me
encantó y, mientras seguía con el proyecto, me lo imaginaba a Él saliendo a
buscar madera, del mismo modo que cada día sale a buscarnos a nosotros.
Recogiéndola allá, tan lejos como la hubiera encontrado y cargándola a sus
hombros para llevarla a su taller. Allí pasaría horas, dedicándole su tiempo.
Mientras mi mente estaba por allá, mis manos seguían
trabajando, pero a veces me entraba la prisa y me jugaba malas pasadas...
¡Hasta 3 veces se me partió la tabla solo por la prisa! Y me daba cuenta de que
por eso Él no tiene ninguna prisa con nosotros, porque sabe que, en un trabajo
artesano, las prisas no son buenas.
En su carpintería tuvo que darle muchas vueltas a estas
cosas. Seguro que se daba cuenta de que tenía por delante un trabajo artesano,
y el trabajo manual no hace copias, sino que hace obras exclusivas, a cada uno
inigualable y único.
Y así iba haciendo un recorrido por su vida terrena,
hasta que de pronto caí en la cuenta de que en un madero fue clavado. Él, un
maestro carpintero, acabó dándolo todo por nosotros en una Cruz. Ahí ha querido
entregarse del todo por nosotros, por cada uno, dándonos todo su tiempo y todo
su ser al morir por nosotros. Y resucitó liberándonos para que también nosotros
pudiéramos amar como Él hace cada día con nosotros.
Y es que amar comienza así, en lo pequeño, en lo que
sabemos hacer, tal y como Él comenzó: en una carpintería. Si nuestros Dones los
ponemos a sus pies, Él los multiplicará en oportunidades para apostar por el
amor. Y el Amor nunca es una pérdida de tiempo. Y lo genial es que hay dones de
todo tipo: desde los que saben escuchar, coser, los que predican, los que hacen
reír como nadie, o los que guisan para chuparse los dedos...
Hoy el reto del amor es hacer algo que te gusta apostando por el amor. No dejes que quede en ti, hazlo para los demás y el Señor te sorprenderá activando tu vida para el amor. “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hch 20, 35).
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siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.
jueves, 29 de octubre de 2020
REFLEXIÓN PARA EL JUEVES DE LA TRIGÉSIMA SEMANA DEL T.O. (2) 29 - OCTUBRE - 2020
"Ventana abierta"
De la mano de María
Héctor L. Márquez
(Conferencista católico)
REFLEXIÓN PARA EL
JUEVES DE LA TRIGÉSIMA SEMANA DEL T.O. (2)
“¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos,
como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido”.
La liturgia continúa narrándonos la última
subida de Jesús a Jerusalén donde iba a culminar su misión. En el pasaje que se
nos presenta hoy (Lc 13,31-35), unos fariseos se le acercaron para decirle:
“Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte”.
La persona, pero sobre todo la predicación de
Jesús, habían causado un ambiente de tensión. Su suerte estaba echada. Los
poderosos habían tomado la decisión de acabar con él; se había convertido en
una persona peligrosa a quien había que eliminar. Entre ellos estaba Herodes
Antipas, quien ya había mandado matar a Juan el Bautista. Este era hijo de
Herodes el Grande, quien había ordenado la matanza de los inocentes.
Jesús está consciente de que su tiempo se
acaba, pero asume con libertad y valentía las consecuencias de su misión. Por
eso le dice a sus interlocutores: “ld a decirle a ese zorro: ‘Hoy y mañana
seguiré curando y echando demonios; pasado mañana llego a mi término’ Pero hoy
y mañana y pasado tengo que caminar, porque no cabe que un profeta muera fuera
de Jerusalén”.
Llama “zorro” a Herodes, un mote ofensivo. El
zorro es un animal que, aunque dañino, es miedoso, ataca sus presas bajo el
manto de la oscuridad de la noche, y al menor peligro emprende la huida. Está
llamado “cobarde” a Herodes. Esa actitud constituye un desafío abierto a la
autoridad política de su tiempo. Herodes mostrará su cobardía al no atreverse a
matar a Jesús y “endosárselo” a Pilato.
El mensaje que le envía a Herodes es claro y
contundente. Él va a seguir adelante con su misión, va a continuar curando
enfermos y echando demonios. Así nos está diciendo a los que decidimos seguirle
que no podemos dejarnos amedrentar, que tenemos que llevar a cabo nuestra
misión con valentía. No hay duda, vamos a encontrar muchos “zorros” en nuestro
camino, pero Jesús nos repite constantemente: “No tengas miedo, solamente ten
fe” (Mc 5,36).
La siguiente frase de Jesús reconoce la
inminencia de su fin: “pasado mañana llego a mi término” (otras traducciones
dicen “al tercer día”). Comoquiera no se refiere literalmente a pasado mañana;
“pasado mañana” es una traducción de una frase en arameo que quiere decir “en
breve” o “dentro de poco”. Jesús sabe que hasta el momento ha cumplido el
objetivo de su misión. Tan solo le resta la parte más difícil, la hora final.
Por eso apresura su paso para llegar a Jerusalén (“no cabe que un profeta muera
fuera de Jerusalén”). Allí culminará su misión redentora. Todo está en manos
del Padre, a cuya voluntad se entrega. Por eso podrá decir al final: “¡Consummatum est – Todo está cumplido!” (Jn 19,30).
“¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos,
como la clueca reúne a sus pollitos bajo las alas! Pero no habéis querido”.
Esta imagen de la gallina clueca nos evoca el “rostro femenino de Dios”, quien
como una madre recoge a sus hijos bajo su manto con ternura y les ofrece su
protección. Pero lo rechazamos. Preferimos valernos por nosotros mismos (la
soberbia), o poner nuestra confianza en los hombres.
Hoy, pidamos al Señor nos brinde la valentía de seguirlo, con la certeza de que nada podrá dañarnos porque Él marcha junto a nosotros.