"Ventana abierta"
HOY EL RETO DEL AMOR ES QUE TE SIENTES DELANTE DE UN SAGRARIO EN UNA IGLESIA Y… TE DEJES MIRAR POR ÉL
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que
pases un feliz día.
UNA MIRADA
En este tiempo de visitas con mascarilla en el
locutorio, hemos conocido a gente que quizá volvamos a ver un día y sean
diferentes a lo que imaginamos, pues solo nos conocemos de “nariz para arriba”.
Pero, ¿sabes?, hemos recuperado algo, y es el valor de la
mirada. En una mirada encontramos un modo directo e inmediato de expresar
comunión y comunicación; puede decir más que mil palabras; la entienden
pequeños y mayores sin barreras de idiomas.
De hecho, más que los ojos, ¿qué se nos queda? El modo
en que hemos sido mirados. Hay miradas que acogen, que consuelan, que alientan…
en las que puedes descansar también cuando son dirigidas a un desconocido con
el que nos cruzamos.
¿Y la mirada de Jesús? Es la mirada de Dios hecha
humana, restaura las raíces más profundas del que se deja mirar por Él. Y esto
es la oración: dejarte mirar amorosamente y acoger ese amor, ese cariño y
complacencia que tiene el Señor contigo.
Pensamos muchas veces con lógica humana y, cuando nos
equivocamos o hemos cometido un error en el pasado, tendemos a rehuir Su
mirada; pero no, el Señor tiene una mirada salvadora, una mirada que te abraza
y te reconstruye; se sale de la lógica humana.
Cristo te ama infinitamente y se te da por completo para
transformarte y, cuando uno ha aprendido a dejarse mirar amorosamente, a orar
de verdad, sabe también mirar con amor a los demás.
Hoy el reto del amor es que te sientes delante de un Sagrario en una iglesia y… te dejes mirar por Él. No hagas nada más, solo deja que te dé con su mirada lo que necesita tu corazón y, ya después, sal a la calle y que tus ojos transmitan ese Amor recibido.
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