"Ventana abierta"
Si Jesús no hubiese nacido en un pesebre
Si aquel día del nacimiento del Mesías que las
escrituras ya lo habían predicho, y hubiese una publicidad que hubiese dicho
que ha nacido un rey en un castillo con todos los lujos y detalles, todo sería
ya conocido de cómo nacen los reyes y gobernantes que ya se sabe son los que
sucederán al trono, entonces no habrían tenido acceso los pastores de Belén,
las personas de la comunidad, las personas de más bajos recursos, los
trabajadores normales, los sirvientes, los niños, los enfermos, los leprosos a
poder conocer a este gran Rey de haber nacido en un palacio.
Pero, ¿por qué?
Porque los gobernantes y pudientes no permiten
la mezcla de las personas de la realeza con el vulgo o gente común, pues
aquellos no andan en los mismos lugares que los comunes, no visitan los
enfermos, no se rozan con los trabajadores, no quieren saber de los problemas
sociales que les rodean, solo quieren que les sirvan, que los adulen, que los
alaben y no les importa su derredor.
El Rey de Reyes quiso dar una lección a los
monarcas y ricos del mundo, y a los pobres y enfermos.
Les dijo con la sola acción de llegar y no
tener espacio para Él ni donde nacer, que los gobernantes estaban siendo faltos
para las celebraciones de las fiestas divinas establecidas, no estaban todos en
sintonía celebrando, solo dejaban eso para la pobrería. Los religiosos de ese tiempo
eran los consejeros de ellos.
Los religiosos no velaban porque las fiestas
judías fueran en verdad para adorar, estaban impregnados de dinero y usura y
tenían a todos bajo su control.
Al nacer en el pesebre estaba Jesús recordando
que si no había espacio para Él aquí en la tierra, entonces no habría espacio
para sus seguidores de parte de los gobernantes, que no se sintieran mal el día
que los denigraran, que los desterraran, que los excomulgaran, que los
vituperaran, que se burlaran de ellos, que los sacrificarán.
El hecho de venir de universidad o monasterio o
seminario o institución les llenaba de tanto orgullo, que plasmaban con letras
mucho más grandes de donde se habían graduado u obtenidos sus vastos
conocimientos, que los compartían con ese toque de orgullo, dándose así honor a
ellos mismos y que sus salarios debían ir acorde a sus lugares religiosos de
entrenamiento, olvidando que la palabra que exponían era a la cual se debían, y
en ella no hay doble sentido. Solo humildad y sencillez, no recordando aquel
pesebre que nos invita a recordar que el orgullo muchas veces está envasado en
botellas sin rótulos que digan pecado, son botellas que están impregnadas de
olor a pecado, y embriagan de dicho mal a quien la bebiere.
Al nacer en un pesebre nos está diciendo que lo
más vil para el mundo será usado para avergonzar a los más nobles, reyes ,
sabios, científicos tontos, y ateos que se llenan la cabeza de teorías huecas e
hipótesis, y algunas leyes que promulgan para enaltecer sus propios egos; no
sabiendo que sus latidos cardíacos y sus cabellos están tan muy bien contados
por el Rey que nació en aquel pesebre, y que ellos han menospreciado, Él aún
les da tiempo de que se arrepientan, pues de haber nacido en un castillo no
habría perdón, no habría compasión, no habría Amor.
Es tiempo de recordar ese nacimiento en el
lugar menos pensado, y ese trayecto que atravesó por las aguas bautismales del
sucio Jordán y les hablo a todos. Ricos, pobres, sanos y enfermos, gobernantes
y religiosos, leprosos y endemoniados, todos ellos merecen una oportunidad, por
eso Nació en un pesebre y no en un castillo, y llego a la cruz para desde allí
mostrar al mundo su pecado, y resucitó al tercer día para mostrarnos que nos
tiene una nueva oportunidad si confiamos plenamente en aquel que nació en medio
de los animales, para recordarnos que los animales fueron los que primero le
vieron y le rindieron honor, y no así los hombres quienes con su raciocinio se
envanecieron y perdieron el camino.
Al nacer en un pesebre un Rey entonces
simplemente rompió los esquemas del pensamiento humano esperado, Él cambia todo
por lo impredecible. Entrar al cielo que es algo humanamente imposible Él lo
hace posible con su forma de gobernar, por eso dice: «...mis pensamientos no
son vuestros pensamientos… Isaías 55:8-9
La forma de pensar de Él es totalmente basada
en Su palabra Santa y Gloriosa.
«…Acerquémonos pues confiadamente al trono
de su gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro…» Hebreos 4:16
Dr. Mauricio Loredo
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