"Ventana abierta"
P. Leonardo Molina García S.J.
¿Terrorífico o espera alegre?
Son tan alarmantes las lecturas que leemos
u oímos estos días y la liturgia, que sobrepasan nuestra inteligencia (y
la de los exégetas o investigadores comentadores de la biblia) No les hacemos
caso, O las ignoramos. O, hay quien se ríe. Por supuesto, los científicos…O
nosotros mismos...
Trataré de explicarme sobre estos
capítulos de san Lucas, textos llamados apocalípticos.
Aquí se habla de tres
acontecimientos:
1. La destrucción del templo de Jerusalén.
Así se verificó, pero no era el final del mundo, sino apertura del mundo
exclusivo judío a la universalidad.
2. La venida en gloria y majestad del Hijo
del hombre. No sabemos cuándo, pero volverá. Lo dice – y en él creemos – la
revelación del mismo Jesús. Lo afirmamos en el credo. “¡De nuevo vendrá a
juzgar a vivos y muertos!” (Mateo capítulo 25).
3. El fin del mundo. No sabemos cuándo. Pero
puede ser “nuestro” mundo.
Dos palabras clave: fijaos (poned mucha atención), estad
alerta y preparados para cuando él venga. Cfr vírgenes prudentes (Mateo
25, 1-13).
a).- No deis crédito a falsas alarmas, ni
a charlatanes, ni a falsos Mesías.
b).- Aguantad, soportar las persecuciones
o incluso cuando llegue la violencia. Sed fieles.
c).- Esta incertidumbre, será una ocasión
magnífica para dar testimonio cristiano.
Cuando esto suceda, ¡Levantaos, alzad
vuestra cabeza, se acerca vuestra liberación! Jesús viene en gloria y majestad
a liberar definitivamente nuestras vidas. A los que han sido fieles incluso en
medio de grandes dificultades, vendrá el Señor y los premiará.
Ojalá ese premio y esperanza sea para cada uno de nosotros. Estamos de enhorabuena. Optamos por una espera alegre y confiada: Jesús no vino a condenar, sino a salvar (Lucas 9, 56). Y bien que lo hizo. Y lo hace cada día cuando tratamos de acercarnos a Él y le seguimos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario